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Malí anuncia la muerte de 30 supuestos miembros de Estado Islámico en ataques conjuntos con Níger y Burkina Faso

Níger, Mali y Burkina Faso, países de África Occidental afectados por golpes, abandonan la CEDEAO en una desintegración inédita

 
Archivo - Assimi Goita, líder de la junta militar en Malí (archivo)

Assimi Goita, líder de la junta militar en Malí (archivo) - PRESIDENCIA DE MALÍ

La junta militar de Malí ha afirmado que la fuerza conjunta de la Alianza de Estados del Sahel (AES), integrada por Malí, Níger y Burkina Faso, han llevado a cabo diversos bombardeos contra posiciones del grupo yihadista Estado Islámico en el Sahel --anteriormente Estado Islámico del Gran Sahara (ISGS)-- en la localidad maliense de Ghazaraghane, ataques que se han saldado con la muerte de unos 30 sospechosos.

El Estado Mayor General del Ejército maliense ha indicado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook que "la fuerza conjunta de la AES llevó a cabo el 28 de enero bombardeos aéreos contra objetivos terroristas en el marco de las operaciones de vigilancia en el teatro unificado".

Así, ha recalcado que "la estrecha colaboración" entre los tres países permitió "localizar, identificar y después neutralizar a una treintena de terroristas, incluidos altos cargos y numerosos combatientes", así como "destruir una importante cantidad de logística" del grupo yihadista en la zona, situada cerca de la frontera con Níger.

"Las llamas de las explosiones confirman la presencia de sustancias explosivas en los objetivos bombardeados", ha apuntado, antes de afirmar que "la evaluación de los bombardeos está aún en marcha para confirmar las identidades de los altos cargos neutralizados".

La AES fue creada por las juntas militares de Malí, Níger y Burkina Faso a raíz de su decisión de abandonar la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) por sus sanciones y críticas a los golpes de Estado en estos tres países y la ausencia de avances de cara a la celebración de elecciones para una transición hacia una gobernanza civil.

De hecho, la CEDEAO ha anunciado este mismo miércoles que estos tres países han salido del bloque de forma efectiva, si bien les ha pedido que sigan respetando ciertos aspectos reservados teóricamente a sus miembros, en aras de "la solidaridad regional" y "el interés superior" de la población.

Níger, Mali y Burkina Faso

 Las tres naciones de África Occidental lideradas por juntas militares —Níger, Mali y Burkina Faso— se han retirado formalmente del bloque regional conocido como CEDEAO, informó el organismo el miércoles.

La retirada previamente anunciada, que marca la culminación de un proceso de un año durante el cual el grupo intentó evitar una desintegración sin precedentes, “ha entrado en vigor hoy”, dijo la Comunidad Económica de Estados de África Occidental en un comunicado.

Sin embargo, el bloque también ha decidido “mantener las puertas de la CEDEAO abiertas” y solicitó a los países miembros que continúen otorgando a los tres países los privilegios de membresía, como la libre circulación de personas dentro de la región con un pasaporte de la CEDEAO.

El presidente de la CEDEAO, Omar Alieu Touray, dijo a los periodistas en la capital de Nigeria, Abuya, que a pesar de la separación, el bloque espera seguir colaborando con los países para abordar algunos de los desafíos de la región, incluida la violencia extremista mortal que azota la región.

La separación “empeora una crisis de legitimidad de la CEDEAO que a menudo ha fallado en cumplir con las expectativas de las personas en el mantenimiento del estado de derecho”, dijo Ulf Laessing, jefe del programa del Sahel en la Fundación Konrad Adenauer.

“Que los tres estados miembros más pobres decidieran abandonar el bloque hace que la CEDEAO, a los ojos de sus ciudadanos, parezca aún más un perdedor en este conflicto”, afirmó.

Ampliamente vista como la principal autoridad política y regional de África Occidental, la CEDEAO de 15 naciones se formó en 1975 para “promover la integración económica” en los estados miembros. Ha luchado en los últimos años para revertir golpes de estado en la región donde los ciudadanos se han quejado de no beneficiarse de los ricos recursos naturales.

Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en la principal autoridad política de la región, que colabora a menudo con los estados para resolver desafíos internos en diversos frentes, desde la política hasta la economía y la seguridad.

Sin embargo, en partes de África Occidental, la CEDEAO ha perdido su efectividad y apoyo entre los ciudadanos, quienes la ven como representante solo de los intereses de los líderes y no de las masas, dijo Oge Onubogu, director del Programa África en el centro de investigación Wilson Center con sede en Washington.

Tras llegar al poder, las juntas militares en Níger, Mali y Burkina Faso anunciaron que abandonarían la CEDEAO y en septiembre crearon su propia organización de seguridad, la Alianza de Estados del Sahel, cortaron lazos militares con socios occidentales de larga data como Estados Unidos y Francia, y se volcaron a Rusia para obtener apoyo militar.

Es la primera vez en el medio siglo de existencia del bloque que sus miembros se retiran de esta manera. Los analistas dicen que es un golpe sin precedentes al grupo que podría amenazar los esfuerzos para devolver la democracia y ayudar a estabilizar la región cada vez más frágil.

La CEDEAO dijo que también se requería que sus miembros trataran los bienes y servicios provenientes de los tres países de acuerdo con las regulaciones de la CEDEAO y brindaran todo el apoyo y cooperación a los funcionarios de la CEDEAO de los países durante sus asignaciones.

Europa Press - AP - CEDEAO

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