Con sus propias palabras, a lo largo de los años, Almudena Grandes cuenta su manera de ver el mundo, de entender la vida y la escritura. Pero Almudena ya no está.
El anhelo de esta película es mantener viva su memoria. Celebrar su vida y su obra, sin olvidar el doloroso vacío que ha dejado su muerte. Luis García Montero, su marido, se adentra en ese vacío, y al hacerlo, completa el retrato íntimo de una escritora que ha sabido como pocos, contarnos nuestra vida.
El documental, que pasó por la última edición del Festival de Málaga, está dirigido y escrito por Azucena Rodríguez, producido por Mariela Besuievsky (CIMA) y la música es de Rosa Torres Pardo. Distribuye Syldavia Cinema.
Laura de Grado Alonso | Madrid - EFE
Volver a escuchar su voz, volver a verla y compartir un rato con ella es lo que propone Almudena, el documental que Azucena Rodríguez dedica a la escritora madrileña Almudena Grandes: un retrato íntimo y coral que reconstruye su vida a través de sus palabras, imágenes de archivo, recuerdos familiares y la mirada de quienes mejor la conocieron.
La película llega a los cines de toda España el 16 de mayo, en plena celebración de las fiestas de San Isidro y apenas una semana después del que habría sido su 65 cumpleaños. La fecha no es casual: es un homenaje, una forma de mantener viva su memoria y su obra.
“Con la película podemos volver a verla, podemos volver a oírla, se puede volver a pasar un rato con ella. Y eso merece la pena”, cuenta a Efeminista la directora Azucena Rodríguez, amiga íntima de Grandes.
Autora de más de una docena de novelas —varias de ellas bestsellers— y reconocida con el Premio Nacional de Narrativa en 2018, Almudena Grandes fue una de las escritoras más leídas, queridas e influyentes de la literatura española contemporánea. Fue Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, patrona de honor de la Fundación Academia de Cine, y una intelectual profundamente influida por autores como Benito Pérez Galdós y Ana María Matute, a quienes siempre reconoció como referentes literarios.
Rodríguez comenzó a trabajar en el proyecto cuando la escritora aún vivía, con la intención inicial de retratar su proceso creativo. Pero la irrupción de la pandemia, el diagnóstico de cáncer y, finalmente, su fallecimiento el 27 de noviembre de 2021, truncaron el enfoque original.
"Su vida y su escritura son una inspiración para las mujeres"
"Yo empecé a hacer este documental cuando Almudena estaba sana. Quería hacer una película sobre su dimensión como escritora, que me contase su proceso creativo, yo quería hacer una película de ella y la literatura. Pero llegó la enfermedad y todo cambió", relata la cineasta.
Fue entonces, tras un encuentro con la productora Mariela Besuievsky, cuando decidió retomar el proyecto como un ejercicio de memoria y homenaje.
Producido por Tornasol Media y La conquista de una mirada A.I.E., con la participación de RTVE y Movistar Plus+, la película tuvo su estreno en el Festival de Málaga y pasó por el BCN Film Fest. Ofrece una visión poliédrica de Grandes: la escritora comprometida, la feminista militante, la mujer madrileña, la amiga, la madre, la compañera.
"Toda su vida y su escritura son una inspiración para las mujeres. Me parecía que transmitir esa energía que ella tenía podía ser muy inspirador", afirma Rodríguez, quien ha pasado por un proceso emocional profundo durante el rodaje.
A través de entrevistas con sus hijos, su familia, su entorno personal y cultural —desde el poeta Benjamín Prado hasta Joaquín Sabina o Rosana Torres—, el documental reconstruye la vida de una autora que no solo narró la historia reciente de España, sino que la habitó y la peleó.
Una feminista convencida que "construyó memoria"
La directora del documental destaca especialmente el papel que jugó Almudena Grandes en la construcción de la memoria colectiva, tanto en lo literario como en lo político, y especialmente de las mujeres.
"Fue crucial. Almudena era una feminista convencida desde el minuto uno. Era una mujer que luchaba por los derechos de todas y de todos. Y lo hacía con su manera de vivir y de escribir, y en ese sentido construyó memoria", dice Rodríguez.
"Desde sus primeras novelas —como Malena es un nombre de tango, Las edades de Lulú o Atlas de geografía humana— hasta Los episodios de una guerra interminable, su literatura ha sido una forma de resistencia, una forma de dar voz a los que no la tuvieron", explica su amiga.
"Cuando ella se plantea escribir Los episodios de una guerra interminable, lo que quiere es recuperar la memoria de de todas esas gentes que habían luchado contra el fascismo, contra Franco y que habían sido olvidadas de la historia. Y si hay alguien olvidado sobre los olvidados, son las mujeres", añade.
"De Almudena no nos vamos a olvidar nunca"
El documental no rehúye el contexto político actual, en el que el concepto de "memoria histórica" vuelve a estar en disputa. Rodríguez no oculta su preocupación, pero confía en la fuerza de la literatura de Grandes para prevalecer sobre las decisiones de las instituciones.
Años después de que el Ayuntamiento de Madrid aprobara un homenaje a Grandes, la escritora aún no cuenta con una placa ni con una calle dedicada en la capital, Rodríguez es tajante: "Una cosa son los gobernantes que nos tocan y otra cosa somos los madrileños, las lectoras y lectores de Almudena. Ella va a permanecer. En unos años nadie se acordará de estos políticos, pero de Almudena no nos vamos a olvidar nunca".
Uno de los momentos más emocionantes de la película llega con la voz de Luis García Montero, que atraviesa el relato como un hilo invisible de amor y pérdida. Su presencia, íntima y serena, complementa el retrato de Grandes y le da una dimensión aún más humana. "Luis me proporcionaba el vehículo para hablar de su ausencia, del vacío que había dejado ella", recuerda la directora.
Mantener viva a Almudena Grandes a través de sus obras
Pero Almudena no es un documental triste. Al contrario, busca transmitir la vitalidad, el sentido del humor y la energía de una mujer que nunca se rindió.
"Todo el mundo me dice que pensaban que iba a ser un documental duro, y al final se ríen, lo pasan bien. Me encanta cuando veo que el público se contagia de su alegría, que se divierte con sus ocurrencias, con lo que cuenta su hija Elisa", comparte Rodríguez.
La directora también hace un llamamiento a las nuevas generaciones. "Me encantaría que hubiese público joven, de verdad. Que se acercasen a ella, porque se lo van a pasar bien, van a aprender mucho y, con suerte, después van a leerla".
Ese es, en última instancia, el verdadero anhelo de esta obra: mantener viva la memoria de Almudena Grandes, y hacerlo a través de sus libros.
"La mejor manera de mantener viva su memoria es leerla", concluye Rodríguez.