OPINI脫N
Eduardo Madro帽al Pedraza
En 2024, el turismo extranjero llegado a Canarias ha alcanzado su m谩ximo hist贸rico con casi 18 millones de visitantes -un mill贸n y medio mensual, 50.000 al d铆a- y de m谩ximas ganancias para los grandes grupos hoteleros. El turismo de procedencia extranjera, principalmente europea, es constante durante todo el a帽o en las Islas. La generaci贸n de riqueza de la actividad tur铆stica representa el 37% del Producto Interior Bruto (PIB) canario -que son casi 21.500 millones de euros-; y el 47% de la poblaci贸n -de los 2.200.000 de habitantes- trabaja en la hosteler铆a. No hay una sola familia sin vinculaci贸n directa con el empleo tur铆stico.
En las recientes manifestaciones masivas contra el actual modelo tur铆stico en Canarias, una pancarta rezaba “l铆deres en turismo y en pobreza”. Y dos estudiantes comentaban “all铆 donde voy veo turistas. Pero eso no se nota en la sociedad. Solo notamos las consecuencias, el beneficio se lo llevan otros”. Tambi茅n dos pensionistas explicaban “estamos aqu铆 por nuestros hijos y nuestros nietos, que casi no pueden pagarse un lugar donde vivir pese a tener trabajo”.
 |
| Canarias tiene un l铆mite |
Salarios precarios e irrisorios
Toda esa riqueza no se redistribuye entre la poblaci贸n canaria, al contrario, soporta los salarios m谩s bajos de Espa帽a. Es, adem谩s, la que m谩s poder adquisitivo ha perdido en los 煤ltimos dos a帽os, sufre una de las tasas de riesgo de pobreza m谩s altas (el 31,2%) y la cuarta tasa de paro m谩s elevada (13,5%).
En el propio sector tur铆stico tanto las condiciones y las cargas de trabajo como los horarios son insoportables cuando adem谩s estamos hablando de que el salario medio se sit煤a en los 1.400 euros. Sin embargo, los beneficios empresariales son enormes.
Vivienda inalcanzable
No hay actualmente un parque de viviendas suficiente para dar respuesta a las necesidades residenciales lo que impide el acceso a la vivienda, en particular, a los trabajadores, tanto j贸venes como familias con rentas medias y bajas.
Canarias es la cuarta comunidad con el precio medio de compra m谩s elevado, por detr谩s de Madrid, Baleares y el Pa铆s Vasco. Entre 2014 y 2024, el precio real de la vivienda se ha revalorizado un 40%. En alquiler es el quinto m谩s alto de Espa帽a. En 2024, el precio medio del alquiler aument贸 un 17,4%, alcanzando los 1.051 euros mensuales. Este encarecimiento ha llevado a que los canarios destinen, como promedio, el 55% de su sueldo neto al pago del alquiler, superando ampliamente el 30% reivindicado.
Seg煤n el Informe Anual 2024 del Banco de Espa帽a, m谩s del 50% de los alquileres residenciales han desaparecido al convertirse en viviendas para uso tur铆stico, m谩s de 48.000 viviendas son tur铆sticas. Y el incremento de la oferta de vivienda para el alquiler de temporada y el de habitaciones, ha reducido a煤n m谩s la oferta de alquiler residencial. Canarias es una de las zonas m谩s tensionadas de Espa帽a y no hay una oferta de vivienda suficiente para cubrir la demanda local.
Canarias tiene un l铆mite
'Canarias tiene un l铆mite' -plataforma de organizaciones- demanda la paralizaci贸n inmediata de proyectos destructivos y derribo de los ilegales; una moratoria hotelera y vacacional real; una ley de residencia que regule la compra de viviendas por extranjeros, y una tasa tur铆stica que grave a los visitantes y se reinvierta en la conservaci贸n ambiental y la mejora de los servicios al residente; y un impulso a las renovables sin da帽o a las tierras.
Riqueza se genera, pero no se redistribuye
En Canarias hay riqueza. El turismo genera 21.500 millones de euros anuales. Pero esa riqueza no se redistribuye. Porque se la apropian los grandes grupos hoteleros -cuyos accionistas clave son cada vez m谩s los fondos buitres estadounidenses como Blackstone, Vanguard y BlackRock.
Tales inmensos beneficios tur铆sticos deben alimentar las tres medidas determinantes para revertir la situaci贸n de que las Islas sean ‘l铆deres en turismo y en pobreza’. La primera es una subida significativa de los salarios, generalizada a los trabajadores, empezando por los del propio sector tur铆stico, con una redistribuci贸n salarial para que nadie cobre menos de 1.400 euros.
La segunda es la garant铆a de una vivienda con la creaci贸n de un parque de viviendas residenciales suficiente y asequible que no supere el 30% del salario. Y la tercera es planificar un desarrollo sostenible y de cuidado medioambiental, que paralice los da帽os causados por la invasi贸n de los grandes complejos hoteleros.
Eduardo Madro帽al Pedraza