Desde principios de año, las mujeres en Siria han sufrido graves violaciones, que van desde la negligencia sistemática hasta la exclusión de los procesos de toma de decisiones y de los roles que influyen en el futuro del país. Asesinatos, actos de violencia, secuestros y agresiones sexuales contra mujeres siguen siendo generalizados en Siria, especialmente en la franja costera y en Sweida (Suwayda).
La exclusión de las mujeres del gobierno se refleja claramente en las declaraciones de funcionarios del Gobierno Provisional Sirio. La destitución de las mujeres de funciones militares y de seguridad ha sido justificada abiertamente por el portavoz del gobierno, Ubaida Arnaout, quien citó como motivo la “naturaleza psicológica y biológica de las mujeres”. Aisha Al-Dibis, la única mujer en el gobierno y jefa de la Oficina de Asuntos de la Mujer, declaró: “El lugar natural de la mujer es el hogar”. También afirmó que las mujeres que no se ajusten a las normas religiosas y culturales del gobierno no serán nombradas para cargos oficiales.
Mientras tanto, la declaración constitucional publicada por el Gobierno Provisional Sirio no contiene disposiciones sobre la representación política de las mujeres ni su inclusión en los comités de redacción constitucional.
Algunos datos
Según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), la Red Rassed y la Red Siria de Derechos Humanos, más de 635 mujeres han sido asesinadas desde principios de 2025 en zonas controladas por el Gobierno Provisional Sirio. Además, más de 400 mujeres siguen desaparecidas en diferentes partes de Siria, sin que se tenga información sobre su paradero.
En un informe publicado en febrero, la Red Siria de Derechos Humanos afirmó que, de 200 personas secuestradas en las zonas rurales de Damasco y Hama, dos eran mujeres.
La misma organización informó que en Idlib, Sahl al-Ghab y la zona rural occidental de Alepo, las mujeres han sido acosadas e interrogadas por las fuerzas de seguridad debido a su activismo civil y sus opiniones políticas.
Masacres en Sweida y la región costera
Desde el 13 de julio, Sweida ha sido testigo de una ola de masacres. El 13 de julio, un niño murió durante enfrentamientos en el barrio de Miqewes. El 15 de julio, un ataque a la Sala Al-Radwan causó la muerte de una mujer y dos niños.
Entre el 16 y el 19 de julio, más de 180 personas, entre ellas mujeres y niños, fueron asesinadas y se incendiaron viviendas. El 17 de julio, la médica Fatin Hilal fue asesinada por grupos armados cuando se dirigía al trabajo.
El 19 de julio, una mujer beduina fue asesinada junto con sus tres hijos durante un asalto a su domicilio. Desde el inicio de los ataques en Sweida, se ha reportado la desaparición de 70 mujeres.
Grupos armados afiliados al Gobierno Provisional Sirio también llevaron a cabo ataques a gran escala en la región costera entre el 6 y el 10 de marzo. Según el Centro Sirio para los Medios de Comunicación y la Libertad de Expresión, al menos 1.600 personas murieron en estos ataques, durante los cuales se cometieron actos de tortura, palizas, abusos verbales, amenazas de muerte e intimidación de menores.
Reuters informó que el número de muertos ascendía aproximadamente a 1.400, pero fuentes locales confirman que la cifra real es significativamente mayor.
Se informó además de que cientos de mujeres fueron secuestradas en Latakia, Hama, Homs y Tartus, y se desconoce el paradero de muchas.
Leyes que restringen las libertades individuales
En junio, el Gobierno Provisional Sirio aprobó una ley que obliga a las mujeres a usar vestimenta religiosa en espacios públicos. Como parte de esta ley, la llamada “policía de la moral” realizó inspecciones dirigidas a las mujeres. Sin embargo, se informó que las mujeres con vínculos estrechos con funcionarios del gobierno quedaban exentas de estas prácticas.
ANF