Por Vicent Boix y Gustavo Duch
La Fundaci贸n Antama ya est谩 presente con su columna institucional junto a la noticia de la no autorizaci贸n de un arroz transg茅nico experimental en Vinar貌s. La fundaci贸n en cuesti贸n tiene como misi贸n favorecer la ‘excelencia’ de los cultivos ‘frankestenianos’ por Espa帽a y hablar de sus bondades y lo que haga falta para que su implantaci贸n sea total. Su aspiraci贸n es un planeta Tierra cultivado con unas pocas variedades de ‘sus’ semillas.

La Fundaci贸n Antama ya est谩 presente con su columna institucional junto a la noticia de la no autorizaci贸n de un arroz transg茅nico experimental en Vinar貌s. La fundaci贸n en cuesti贸n tiene como misi贸n favorecer la ‘excelencia’ de los cultivos ‘frankestenianos’ por Espa帽a y hablar de sus bondades y lo que haga falta para que su implantaci贸n sea total. Su aspiraci贸n es un planeta Tierra cultivado con unas pocas variedades de ‘sus’ semillas.
Pero ¿Por qu茅 se enfadan tanto? ¿Por qu茅 aluden a la importancia de los Organismos Gen茅ticamente Modificados en el futuro agr铆cola? El cultivo en cuesti贸n, nos han explicado hasta la saciedad, no tiene inter茅s industrial, solo es un ensayo para combatir una enfermedad que afecta a 300 personas en toda Espa帽a (y que ya tienen tratamientos). Es decir, no es un transg茅nico para apoyar a los agricultores (ninguno lo es) sino una invenci贸n de la tecnolog铆a farmac茅utica.
La vertiginosa r茅plica de Antama elude h谩bilmente el asunto principal, la falta de documentaci贸n del cultivo experimental que ha sido clave para que la Conselleria denegara el permiso; y por el contrario, se ceba con la declaraci贸n de Vinar貌s como zona libre de transg茅nicos. La fundaci贸n cuestiona que un municipio se declare “zona libre de”, porque seg煤n ellos atenta a la libertad individual y no es de su competencia.
Antama discute el eje b谩sico de la democracia, que el pueblo puede opinar y decidir, en este caso a trav茅s de un plenario municipal. Se entiende y respeta que una fundaci贸n que defiende los intereses de grandes corporaciones del agronegocio, se oponga a la declaraci贸n, pero parece grave que les moleste la actuaci贸n de la sociedad civil, que buscando los canales de representaci贸n leg铆timos, socializando y debatiendo el tema entre las partes implicadas, con las organizaciones que representan los sectores, hacen aquello que deber铆a de ser norma: construir democracia participativa, construir propuestas colectivas. Lo colectivo no piensa con la mano en el bolsillo.
La vertiginosa r茅plica de Antama elude h谩bilmente el asunto principal, la falta de documentaci贸n del cultivo experimental que ha sido clave para que la Conselleria denegara el permiso; y por el contrario, se ceba con la declaraci贸n de Vinar貌s como zona libre de transg茅nicos. La fundaci贸n cuestiona que un municipio se declare “zona libre de”, porque seg煤n ellos atenta a la libertad individual y no es de su competencia.
Antama discute el eje b谩sico de la democracia, que el pueblo puede opinar y decidir, en este caso a trav茅s de un plenario municipal. Se entiende y respeta que una fundaci贸n que defiende los intereses de grandes corporaciones del agronegocio, se oponga a la declaraci贸n, pero parece grave que les moleste la actuaci贸n de la sociedad civil, que buscando los canales de representaci贸n leg铆timos, socializando y debatiendo el tema entre las partes implicadas, con las organizaciones que representan los sectores, hacen aquello que deber铆a de ser norma: construir democracia participativa, construir propuestas colectivas. Lo colectivo no piensa con la mano en el bolsillo.