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Presencia, confidencialidad y discreci贸n

OPINI脫N de Jos茅 Carlos Garc铆a Fajardo   

Javier Barbero, un psic贸logo muy relacionado con el mundo del voluntariado, suele repetir: “El voluntario no est谩 para solucionar problemas, sino al lado de personas con problemas a las que apoya con su presencia”.

Para solucionar problemas concretos y para buscar soluciones materiales a los problemas, normalmente existen profesionales o funcionarios cualificados y con recursos a su alcance. Lo que ofrece el voluntario es su presencia positiva junto al que sufre para sostener su autoestima y hacerle m谩s llevaderos procesos dolorosos. Y si el voluntario no soluciona problemas por lo general, lo que s铆 hace con su presencia es detectarlos, y alertar a aquellos que s铆 pueden ofrecer una soluci贸n.

Un voluntario no puede limpiar la casa de una se帽ora mayor, pero s铆 puede ponerla en contacto con el 脕rea de Servicios Sociales para que le env铆en una auxiliar de domicilio. Ni puede prescribir medicamentos a una persona sin hogar, aunque sea m茅dico, sino que lo acompa帽ar谩 al m茅dico del servicio de salud que le corresponda. La misi贸n del voluntario en ambos casos es crear un clima de confianza y de cari帽o que palie la soledad de una y de otro.

Por otro lado, el voluntario debe tener en cuenta uno de los deberes que recoge la Ley del Voluntariado: “Guardar confidencialidad de la informaci贸n recibida y conocida en el desarrollo de su actividad voluntaria.” La ley establece lo que es una regla de sentido com煤n en ambientes donde nos pueden contar asuntos relacionados con la salud, con la vida 铆ntima, problemas con la justicia, etc. que exigen de quien los escucha la discreci贸n m谩s absoluta y una confidencialidad profesional como la de m茅dicos o sacerdotes. Por otra parte no debe buscar m谩s informaci贸n de la estrictamente necesaria para realizar el servicio asignado o de la que quiera darle libremente la persona con la que trata.

Asimismo, el voluntario no debe atormentarse y cargar 茅l solo con la responsabilidad de confidencias delicados para su conciencia. Para situaciones de este tipo, debe comunicarse con los responsables de la organizaci贸n al nivel que corresponda y delegar responsabilidades en ellos. Hablamos, por ejemplo, de casos extremos como conocer que una persona tiene intenci贸n de suicidarse, o de fugarse de un Centro Penitenciario, o casos m谩s corrientes como abandonar un programa de recuperaci贸n de toxic贸manos, o abandonar unas clases de apoyo, etc. En muchos casos, ni el voluntario ni la Organizaci贸n tendr谩n mucho que hacer frente a la libertad y a la voluntad del sujeto, pero quiz谩s puedan intervenir positivamente para reducir da帽os o reconducir de alguna manera la situaci贸n.

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