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Argentina. Deuda y buitres

OPINI脫N de Julio C. Gambina, Argentina.- Contin煤a la historia de la deuda con los buitres y la justicia de EEUU, con cap铆tulos diarios que agregan novedades al an谩lisis y al problema del endeudamiento y sus gravosas consecuencias para la poblaci贸n.

Finalmente lleg贸 el d铆a D, el 30 de Julio, fecha en que venc铆a el plazo para acreditar en cuenta de los bonistas ingresados al canje de deuda del 2005 y 2010. Los fondos estaban y est谩n en el Banco Mellon de NY, depositados a fines de junio pasado por el gobierno de Argentina, y el juez Griesa no permite su acreditaci贸n, por lo que aun cuando el pa铆s dispuso de los fondos para cancelar la deuda, los beneficiarios de esos recursos no los reciben.

Es el argumento para hablar de default, calificaci贸n que el gobierno rechaza, mientras las calificadoras de riesgo, entidades privadas vinculadas al sistema financiero mundial establecieron el “default selectivo”, es decir, de una parte de la deuda. El resultado inmediato es que dispararon el cobro de los seguros por default respecto de esos t铆tulos, lo que supone un gran negocio.

Las deudas y el sistema financiero est谩n llenos de oportunidades para buitres conocedores de los pormenores de la especulaci贸n exacerbada del capitalismo de 茅poca.

Desde el gobierno se instruy贸 a la Comisi贸n Nacional de Valores para gestionar en EEUU una demanda de investigaci贸n sobre la connivencia del juzgado de Griesa con el negocio de los seguros por default, en alusi贸n a la parcialidad del letrado con los fondos buitres.

Otro elemento a considerar es el papel de los bancos. Primero fueron los bancos nacionales de capital privado que intentaron una operaci贸n de compra de los t铆tulos de la sentencia Griesa o el dep贸sito en garant铆a de unos 250 millones de d贸lares para generar la posibilidad del stay o cautelar que dispondr铆a el Juez para pagar a los bonistas. Dijeron los banqueros que era una acci贸n “patri贸tica” y se dio a entender que hab铆a gui帽o desde el gobierno, especialmente desde el BCRA. La operaci贸n no prosper贸 pero estaban en juego las tenencias de t铆tulos en manos de los bancos y su potencial desvalorizaci贸n.

La posta la asumen ahora un conjunto de bancos extranjeros, con la misma preocupaci贸n “patri贸tica”, es decir, sus intereses por resguardar las inversiones en t铆tulos de la deuda argentina.

Cada quien juega sus propios intereses

Estamos ante una situaci贸n de elevada complejidad donde cada quien atiende su juego.

El juez se planta en su sentencia.

Los fondos buitres tienen dictamen de cobro por el 100% y al contado y negocian desde all铆, adem谩s de cobrar sus seguros contra default.

Los bancos intentan intervenir y aun con fracaso, mientras la ilusi贸n de la negociaci贸n dura intervienen en la evoluci贸n del mercado de capitales con alzas de valores que favorecen sus movimientos de corto plazo.

La posici贸n del gobierno pareciera apunta a llegar a diciembre para que finalice el marco de vigencia de la cl谩usula RUFO y entonces si negociar con los buitres sin temor a la potencial demanda del 92,4% de ingresados al canje, estimada entre 120.000 y 500.000 millones de d贸lares.

En definitiva, todos los escenarios culminan en el pago de la deuda, y lo que se discute es el cuanto y como del pago de la misma.

La danza de valores se cuenta por millones y son recursos que restringen la capacidad de asistencia de otras demandas o deudas sociales.

Como sostuvimos varias ocasiones, la deuda condiciona y establece privilegios en la disputa de los recursos p煤blicos. En la reuni贸n del Mercosur en Caracas la presidenta anunci贸 que la Argentina cancel贸 190.000 millones de d贸lares en el 煤ltimo tiempo y con esfuerzo propio, sin ayuda externa, ya que el pa铆s estaba y est谩 afuera del mercado de cr茅dito internacional.

Las consecuencias son grav铆simas, porque se postergan demandas sociales, sea el 82% m贸vil que demandan los trabajadores jubilados, la disminuci贸n del m铆nimo no imponible del impuesto a las ganancias, o directamente su eliminaci贸n, la solicitud de mejoras de ingresos salariales o beneficios de planes sociales y ni hablar de los presupuestos para el gasto social en educaci贸n, salud u otras 谩reas.

M谩s all谩 de las novedades cotidianas, esta novela con entregas diarias devuelve un escenario de especulaci贸n financiera exacerbada a escala global y por lo tanto la necesidad de disputar una nueva arquitectura financiera mundial. No es novedad, y el intento tiene varios a帽os y fracasos m煤ltiples motivados por quienes hegemonizan el sistema, a la cabeza EEUU y el orden instrumentado hace 70 a帽os con el FMI y el BM.

Ante el fracaso de infructuosos esfuerzos se organizan iniciativas regionales cuyos resultados est谩n por verse a煤n, por caso las iniciativas de los BRICS o las enunciadas en torno al demorado Banco del Sur.

El interrogante es si eso es posible en el marco del orden capitalista y en rigor, la nueva arquitectura financiera solo ser谩 posible si se modifican las relaciones sociales de producci贸n a nivel de cada pa铆s y una articulaci贸n productiva integrada regionalmente que modifique el modelo productivo y de desarrollo, es decir, un camino que suponga la cr铆tica y la superaci贸n del orden capitalista.

Campa帽a para suspender pagos e investigar

Por ello es que resulta importante asumir una tarea de esclarecimiento y difusi贸n de estrategias alternativas, entre las que destacamos la campa帽a iniciada por la “Asamblea por la suspensi贸n del pago e investigaci贸n de la deuda y por la defensa del patrimonio nacional y los bienes comunes” que impulsan un conjunto de personalidades, organizaciones sociales y pol铆ticas sustentando.

Entre las principales consignas se sostiene que “El pueblo debe saber de qu茅 se trata”, qu茅 “la 煤nica deuda es con el pueblo”, qu茅 “no hay que pagar deuda ilegitima, odiosa y fraudulenta”, que se requiere “suspender los pagos e investigar la deuda” y adem谩s “defender los bienes comunes”.

En conjunto constituyen un programa alternativo al sustentado por el club de pagadores, mayoritarios en el sistema pol铆tico que conforman oficialismo y oposici贸n. Es un programa y una iniciativa pol铆tica para constituir subjetivad contra el pago de la deuda y por instaurar una auditor铆a integral de la deuda con participaci贸n popular, con cuyos resultados se pueda discutir el privilegio en el uso de los recursos p煤blicos.

Necesitamos fuerza social y pol铆tica para terminar con el c谩ncer de la deuda y discutir la pol铆tica econ贸mica para un modelo productivo y de desarrollo que parta de las necesidades populares en un marco de integraci贸n no subordinada, por la liberaci贸n social.


*Julio C. Gambina, Presidente de la Fundaci贸n de Investigaciones Sociales y Pol铆ticas, FISYP.

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