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Estados Unidos y Occidente se equivocan con el Islamismo radical

OPINI脫N de Carlos Carnicero.- Es muy dif铆cil encontrar una democracia asimilable a la nuestra en los pa铆ses de mayor铆a musulmana. Sonre铆mos esperanzados ante los peque帽os avances de Marruecos que tiene un rey cercano a la naturaleza de un dios. T煤nez y Mauritania disfrutaron de una primavera pol铆tica de la que no hemos vuelto a tener noticias esperanzadoras. Libia es un caso aparte. Estaba dirigido por un s谩trapa con grandes amigos en occidente. ¡Que hermoso ejemplar de caballo 谩rabe le regal贸 a Jos茅 Mar铆a Aznar! Nicol谩s Zarkozy estuvo muy cerca del caudillo 谩rabe. Al igual que los servicios de inteligencia franceses. Casi todos los pol铆ticos occidentales no ten铆an escr煤pulos en los tratos o la amistad del dictador libio. Y de repente, apareci贸 una guerrilla interna y occidente decidi贸 que hab铆a que acabar con aquel s谩trapa que, sin embargo, hab铆a sido, hasta entonces, un muro pr谩ctico para detener el islamismo radical. ¿Los servicios de inteligencia europeos y norteamericanos no sab铆an lo que ven铆a despu茅s? ¿Ten铆an miedo algunos pol铆ticos de lo que pod铆a revelar Muhammad el Gadafi, que fue asesinado por una turba salvaje en plena calle?

Libia es ahora un estado fallido, gobernado por cabilas o tribus que se reparten el territorio. Las empresas petroleras internacionales pagan la seguridad de sus instalaciones a la tribu dominante donde se encuentran sus pozos. En medio, la Yihad tiene ahora en Libia un centro de reclutamiento de combatientes que provienen de Espa帽a, Reino Unido, Francia y otros lugares europeos. Y naturalmente de Marruecos y otros pa铆ses musulmanes del norte de 脕frica. Desde Libia han sido sistem谩ticamente enviados a luchar contra el r茅gimen de Siria y ahora se han expandido al norte de Irak para constituir el Califato que siembra el terror all谩 donde avanza y es el verdadero problema de Barak Obama.

Se habla poco de Egipto y de la dictadura militar que derroc贸 el gobierno islamista que gan贸 limpiamente las elecciones. Las detenciones, ejecuciones y torturas de quienes se oponen al poder militar encuentran poco eco en los diarios occidentales. La persecuci贸n de las organizaciones cercanas a los Hermanos Musulmanes predicen una radicalizaci贸n islamista y la aparici贸n de organizaciones cercanas a Al Qaeda.

Las provocaciones de Hamas no son fortuitas. La brutalidad de la respuesta del estado de Israel y las masacres en Gaza son un semillero para reclutar yihadistas en otros pa铆ses musulmanes.

Vayamos a unos or铆genes que se vuelven a repetir con la tozudez de quienes se empe帽an en tropezar con la misma piedra. Cuando se produjo la invasi贸n sovi茅tica de Afganist谩n, la respuesta diplom谩tica de Estados Unidos a la opci贸n sovi茅tica vino acompa帽ada por una directiva de la CIA para apoyar la guerrilla local contra el invasor. Escenario tribal y envi贸 de armas y monitores para adiestrar a los muyahidines. Osaba Ben Laden fue armado por la CIA, como es sabido.

El atentado de las Torres Gemelas ten铆a su epicentro en Afganist谩n, y la respuesta de invadir este pa铆s ten铆a la l贸gica de la guerra. Pero para George Bush no era suficiente. Y aunque era y es evidente que el r茅gimen de Sadam Husein no hab铆a tenido nada que ver con el atentado de Nueva York, la patra帽a de la existencia de armas de destrucci贸n masiva sirvi贸 de excusa para la invasi贸n de este pa铆s. El resultado, en muertos, destrucci贸n y desintegraci贸n de la sociedad civil es bien conocido. Ahora Irak, sin organizaci贸n pol铆tica ni militar s贸lida, se encuentra amenazado por el avance yihadista procedente de los rebeldes sirios y cuenta con un importante apoyo local. Irak tambi茅n recibi贸 apoyo norteamericano en su guerra contra Ir谩n.

Barack Obama, que se opuso en su d铆a a la invasi贸n de Irak, ha ordenado bombardeos en la zona ocupada por EL, y duda si intervenir en Siria, pero no contra Bashar Hafez al-Asad, al que estuvo a punto de atacar cuando la crisis del gas mostaza, sino contra sus enemigos, a los que Estados Unidos y algunos pa铆ses europeos han armado para instigar la revuelta y la guerra civil contra la dictadura Siria.

Los yihadiustas se han impuesto con eficacia en las filas de los rebeldes sirios. Y ahora, ya no son tanto una amenaza para la dictadura Siria sino para pa铆ses vecinos: Irak, el Kurdist谩n y con riesgo de extensi贸n a otros.

Es cierto que los informes de inteligencia rebelan que el asesinato de Osama Ben Laden y de otros cabecillas importantes de Al Qaeda han reducido sensiblemente la amenaza de esta organizaci贸n y su capacidad para atentar en Estados Unidos y en pa铆ses europeos.

Ahora el peligro proveniente de Al Qaeda se ha reconducido hacia la amenaza de “lobos solitarios” incrustados en la mayor铆a de los pa铆ses europeos. Y a la iniciativa de grupos reducidos que pueden tomar la decisi贸n de realizar atentados con sus propios medios y sin conexiones. La persecuci贸n de Al Qaeda ha sido eficaz, pero no ha hecho desaparecer la amenaza, sino que la reconducido a otras formas.

El mundo isl谩mico no tiene un tratamiento eficaz ni de Estados Unidos ni de Europa. La mayor铆a de los pa铆ses del golfo, con una riqueza econ贸mica inconmensurable mientras tengan petr贸leo y este sea necesario, son monarqu铆as autoritarias, dictaduras personales, pero la mismo tiempo la 煤nica f贸rmula conocida para mantener la institucionalidad, aunque no sea democr谩tica, en sus respectivos pa铆ses y 谩reas de influencia.

Todos los analistas coinciden en que es y ser铆a una locura intentar incentivar rebeliones con el fin de establecer sistemas democr谩ticos occidentales, porque los pa铆ses musulmanes est谩n todav铆a en su Edad Media y sus tempos hist贸ricos no tienen nada que ver con los nuestros. Todav铆a no han disociado la iglesia o la religi贸n de la sociedad civil. Cualquier intento de forzar un cambio conducir铆a a una radicalizaci贸n islamista contra occidente.

Desde hace dos a帽os, los servicios de inteligencia de Espa帽a han advertido al gobierno espa帽ol de los riesgos de la situaci贸n en Libia, Siria y Egipto. Y la proliferaci贸n de n煤cleos islamistas espa帽oles, sobre todo en la zona del Mediterr谩neo, que en primera instancia no tienen motivaciones terroristas o b茅licas. Se limitan a crear hemisferios islamistas al margen de las leyes espa帽oles. Y a controlar las formas de vida de la inmigraci贸n que aterriza en Espa帽a procedentes de pa铆ses del Magreb. Su obsesi贸n es que lleven una vida como buenos musulmanes, al margen de la legislaci贸n espa帽ola cuando esta choca contra sus costumbres.

En s铆ntesis, la amenaza islamista para Estados Unidos y para los pa铆ses europeos sigue vigente con nuevas formas, con escenarios a corto y largo plazo, con financiaci贸n procedente de Arabia Saud铆 y de emiratos del Golfo. Al Qaeda ya no es un problema de primer orden. Los enemigos de Estados Unidos siguen siendo los combatieres que la CIA arma en Libia y Siria y como ha pasado siempre, terminan por morder la mano que les ha dado de comer.

*ccarnicero.com

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