OPINI脫N de Pierre Rousset.- Nunca, desde la Segunda Guerra Mundial, los desplazamientos forzados de poblaci贸n hab铆an conocido tal amplitud y hab铆an sido tan mort铆feros ni tan aleatorios y peligrosos, imponiendo a tantos ni帽os y ni帽as, mujeres y hombres condiciones de existencia tan inhumanas, sufrimientos tan intolerables. Una verdadera tragedia que pone al desnudo la realidad del nuevo orden internacional establecido por la mundializaci贸n capitalista, como muestran la multiplicidad y la universalidad creciente de los flujos migratorios.
Actualmente la atenci贸n se dirige hacia los refugiados de guerra provenientes de Medio Oriente; pero hay muchos otros conflictos militares, en particular en 脕frica, con sus cortejos de poblaciones desplazadas. Hace poco, la prensa hablaba de las v铆ctimas clim谩ticas, golpeadas por millones en Asia. En cuanto a las llamadas “migraciones econ贸micas” contempor谩neas, son tambi茅n “forzadas” (por tanto, pol铆ticas) por el desgarramiento del tejido social bajo los golpes del neoliberalismo y la violencia de los reg铆menes apoyados por las potencias occidentales.
Las migraciones tienen una historia. En el per铆odo precedente, viv铆amos ya una migraci贸n sin esperanza, encarnada por la institutriz filipina convertida en empleada de hogar en Italia, clandestina. Hoy ivimos la hora de las migraciones de supervivencia. La poblaci贸n europea no est谩 todav铆a en esa situaci贸n pero, signo de los tiempos, en pa铆ses como Espa帽a o Grecia est谩n de nuevo en marcha verdaderos movimientos migratorios debido a la falta de porvenir para la juventud. No se hab铆a visto algo as铆 desde hace decenios.
Se construyen centenares, miles, de kil贸metros de muros fronterizos y no solo en Europa. En Israel despreciando los derechos de los palestinos a sus tierras. En los Estados Unidos, frente a M茅xico -el mismo M茅xico en el que la descomposici贸n del Estado, convertido en narco-Estado, y el aumento inaudito de la violencia, que llega hasta el feminicidio, contribuye a la huida de las poblaciones.
La explosi贸n de las migraciones tiene por tanto m煤ltiples causas: las guerras sin fin, la crisis clim谩tica, el desgarro del tejido social, la descomposici贸n de los Estados, el desencadenamiento de violencias sin l铆mites; y, tambi茅n, la destrucci贸n de los suelos, el hundimiento de las poblaciones que viven de la pesca, el acaparamiento de las tierras campesinas, la marginaci贸n de los pobres urbanos, la desposesi贸n de los pueblos en beneficio de las transnacionales…
Todas estas causas concretas tienen un origen com煤n: el modo de dominaci贸n impuesto por la mundializaci贸n capitalista con la consecuencia de una situaci贸n in茅dita: el permanente estado de desorden geopol铆tico y, herencia de las derrotas pasadas, una lucha de clases en sentido 煤nico llevada a cabo de forma feroz por el n煤cleo duro de las burgues铆as mundializadas. La contrarrevoluci贸n sin la revoluci贸n abre las compuertas a todas barbaries. Una competencia aguda entre antiguos y nuevos imperialismos, entre subimperialismos y otras potencias regionales, como en el Medio Oriente Ir谩n y Arabia Saudita. La guerra de forma permanente como respuesta a la inestabilidad permanente.
Los pueblos pagan un precio enorme por este desorden mundial. A su vez, la “crisis de los refugiados” pone hoy al desnudo el fracaso de la construcci贸n europea/1. Ayer, para poner a Grecia bajo tutela, el Eurogrupo (19 pa铆ses de los 28 que constituyen la Uni贸n) impuso su ley a costa de las instituciones que est谩n en el coraz贸n de la UE: la Comisi贸n y el Consejo. Hoy, en lo que respecta al tema de la acogida de los sirios, lo que domina es el cada pa铆s resuelva los problemas por su cuenta. No solo en Europa del Este, sino tambi茅n en Francia frente a Italia, hay fronteras que se cierran en el seno mismo del espacio Schengen, de libre circulaci贸n. En ciertos pa铆ses se han movilizado amplios movimientos de solidaridad ciudadana para acoger a los refugiados -en particular en Alemania/2; en otros prevalecen la xenofobia y el racismo en beneficio de un poder de extrema derecha; particularmente en Hungr铆a.
La UE existe, pero la integraci贸n europea ha fracasado. Antidemocr谩tico, el proceso de construcci贸n de la Uni贸n no ha dado nacimiento a una ciudadan铆a europea. Se pod铆a esperar que una identidad com煤n as铆, solidaria, tomara nacimiento por abajo, en el marco del Foro Social Europeo o de las Marchas contra el Paro y la precariedad, pero esta din谩mica se ha atascado.
Dos proyectos han fundado el proceso “por arriba” de construcci贸n de la Uni贸n. El del mercado 煤nico, que revela toda su impotencia en tiempos de crisis. El de la Europa potencia capaz de desempe帽ar un papel particular en el mundo frente a los Estados Unidos y, hoy, China; pero los imperialismos europeos est谩n desdentados. Los ej茅rcitos franc茅s y brit谩nico est谩n sometidos a sucesivos recortes presupuestarios. Alemania, pilar econ贸mico, sigue siendo un enano militar. ¿Como brillar en la escena internacional cuando ni siquiera se es capaz de enfrentarse a los desaf铆os que lanza Putin a sus propias puertas?
Enfrentarse a la fuente de la “crisis migratoria” es enfrentarse a la mundializaci贸n capitalista. Atacar a la fuente de la “crisis europea” es refundar sobre otras bases una Europa abierta a los pueblos tanto hacia el Este como hacia el Sur, comenzando por el espacio mediterr谩neo. Esta perspectiva es esencial para permitir una acci贸n sostenida y no enga帽arse con los discursos enga帽osos de nuestros gobiernos; comenzando por sus pretensiones humanitarias. As铆 como la movilizaci贸n ciudadana en Alemania da fe de un verdadero impulso solidario, la patronal germ谩nica dirige una mirada c铆nica sobre la situaci贸n: juzgando que el paro es demasiado peque帽o, desea que el pa铆s acoja una mano de obra, a menudo cualificada, pero desesperada y dispuesta a aceptar cualquier empleo.
M谩s que humanitaria, la respuesta europea es muy a menudo militar. En nombre de la lucha contra las mafias y en lugar de abrir v铆as de inmigraci贸n legales y seguras, se da luz verde para llevar a cabo operaciones armadas contra los nav铆os que les transportan. Par铆s utiliza la tragedia de los refugiados para justificar la extensi贸n de la zona de intervenci贸n de sus fuerzas a茅reas de Irak a Siria. En un n煤mero creciente de pa铆ses miembros de la UE, los soldados son movilizados al lado de los polic铆as para controlar a las poblaciones “extranjeras”.
Es una tendencia de fondo que conocemos bien en Francia, donde los militares patrullan contra la amenaza terrorista/3. Para numerosos expertos, esta pol铆tica es muy costosa, ineficaz y moviliza demasiados medios cuando el ej茅rcito est谩 ya implicado en diversos teatros de operaciones en Medio Oriente y en 脕frica. Si se mantiene es porque establece una frontera entre las situaciones de guerra (que competen al ej茅rcito) y las situaciones de paz (que competen a la polic铆a), habituando a la poblaci贸n a una especie de estado de excepci贸n permanente. Actualmente, la crisis de los refugiados est谩 instrumentalizada en la misma perspectiva. Cuando las extremas derechas surfean sobre los repliegues identitarios (en Francia, con el Frente Nacional) y cuando tendencias estatales fascistizantes se manifiestan hasta en las puertas de Europa (Turqu铆a) y en el seno mismo de la Uni贸n (Hungr铆a), para defenderlos mejor, tendr铆amos necesidad de la recuperaci贸n de los movimientos antimilitaristas/4, igual que tenemos necesidad de una extensi贸n del combate contra la xenofobia y contra todos los racismos. Muy l贸gicamente, la brutalidad destructiva de la mundializaci贸n capitalista crea las condiciones de emergencia de nuevos fascismos.
La “crisis de los refugiados” es por tanto una faceta tr谩gica de la crisis global inducida por la mundializaci贸n capitalista. Exige ser tratada teniendo en cuenta sus especificidades, lo que exige por nuestra parte importantes “puestas al d铆a”. En el per铆odo reciente, no hemos dejado de responder, apoy谩ndonos en datos, a los demagogos xen贸fobos sobre que el flujo de inmigraci贸n en Francia permanec铆a constante. Evidentemente, esto ya no es cierto. Hacemos frente a una crisis humanitaria de una amplitud excepcional; sin embargo, las “formas de pensar” tradicionales de las izquierdas radicales no est谩n adaptados a un desaf铆o solidario as铆. Han juzgado en lo esencial que la urgencia humanitaria era algo que correspond铆a solo a los Estados (las Cruz o Creciente rojos) o a asociaciones especializadas. Felizmente, hay importante excepciones, como la notable movilizaci贸n de la coalici贸n Mihands en Mindanao, en el sur de Filipinas, de la que podemos sacar muchas lecciones/5.
Necesitamos, en efecto, repensar la relaci贸n entre lo humanitario y lo pol铆tico. En un pasado ya lejano, envi谩bamos ayuda m茅dica a los Frentes de liberaci贸n que ten铆an sus propios servicios de salud, eficaces e implantados. Hoy, en su gran mayor铆a, las poblaciones desplazadas carecen de organizaci贸n, si exceptuamos las redes informales por lugares de origen y el recurso a Internet o al tel茅fono m贸vil para hacer circular la informaci贸n.
La respuesta a las crisis humanitarias se impone como un campo esencial para el internacionalismo. La inmensa mayor铆a de los refugiados no se encuentra en Europa, sino en pa铆ses del Sur que no tienen ni la infraestructura ni los recursos de los pa铆ses del Norte -cuando los gobiernos del Norte, hay que recordarlo, tienen una responsabilidad enorme en la actual situaci贸n. Los “refugiados del interior” se siguen encontrando en sus propios pa铆ses, e incluso han permanecido en sus lugares de origen, como las v铆ctimas de una cat谩strofe clim谩tica que no han podido intentar encontrar un refugio en otra parte. Efectivamente, ninguna cifra oficial da cuenta de la amplitud del problema. Las solidaridades Norte-Sur deben organizarse y reforzarse, de forma muy particular, en este terreno.
Notas
1/ Etienne Balibar Borderland Europe and the challenge of migration – On the relationship between European construction (or de-construction) and the new reality of human migration »,https://www.opendemocracy.net/can-e...
2/ Manuel Kellner, “Elan de solidarit茅 – R茅fugi茅s, bienvenue ! Du nouveau en Allemagne… “,http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article35838, en espa帽ol, http://www.vientosur.info/spip.php?...
3/ Franck Johann猫s, “Vigipirate et le fant么me de la guerre d’Alg茅rie” ,http://libertes.blog.lemonde.fr/2015/09/07/vigipirate-et-le-fantome-de-la-guerre-dalgerie/
4/ Nick Buxton, Ben Hayes, “Ten years on : Katrina, militarisation and climate change”,https://www.opendemocracy.net/nick-buxton-ben-hayes/ten-years-on-katrina-militarisation-and-climate-change
5/ Sally Rousset, (intervenci贸n en la sesi贸n de apertura de los Segundos Encuentros Internacionales “Alternativas frente a los desaf铆os ecol贸gicos”, Madrid, 26-28 junio 2015), “La crise socio-茅cologique et les victimes climatiques : quelques le莽ons d’Asie” , http://www.europe-solidaire.org/spi...
*Pierre Rousset, del Comit茅 Ejecutivo de la IV Internacional, militante del NPA, anima la asociaci贸n Europe Solidaire Sans Fronti猫res (www.europe-solidaire.org). Este art铆culo fue publicado originalmente en la p谩gina de ESSF.http://www.inprecor.fr/article-Capi... Traducci贸n: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
Actualmente la atenci贸n se dirige hacia los refugiados de guerra provenientes de Medio Oriente; pero hay muchos otros conflictos militares, en particular en 脕frica, con sus cortejos de poblaciones desplazadas. Hace poco, la prensa hablaba de las v铆ctimas clim谩ticas, golpeadas por millones en Asia. En cuanto a las llamadas “migraciones econ贸micas” contempor谩neas, son tambi茅n “forzadas” (por tanto, pol铆ticas) por el desgarramiento del tejido social bajo los golpes del neoliberalismo y la violencia de los reg铆menes apoyados por las potencias occidentales.
Las migraciones tienen una historia. En el per铆odo precedente, viv铆amos ya una migraci贸n sin esperanza, encarnada por la institutriz filipina convertida en empleada de hogar en Italia, clandestina. Hoy ivimos la hora de las migraciones de supervivencia. La poblaci贸n europea no est谩 todav铆a en esa situaci贸n pero, signo de los tiempos, en pa铆ses como Espa帽a o Grecia est谩n de nuevo en marcha verdaderos movimientos migratorios debido a la falta de porvenir para la juventud. No se hab铆a visto algo as铆 desde hace decenios.
Se construyen centenares, miles, de kil贸metros de muros fronterizos y no solo en Europa. En Israel despreciando los derechos de los palestinos a sus tierras. En los Estados Unidos, frente a M茅xico -el mismo M茅xico en el que la descomposici贸n del Estado, convertido en narco-Estado, y el aumento inaudito de la violencia, que llega hasta el feminicidio, contribuye a la huida de las poblaciones.
La explosi贸n de las migraciones tiene por tanto m煤ltiples causas: las guerras sin fin, la crisis clim谩tica, el desgarro del tejido social, la descomposici贸n de los Estados, el desencadenamiento de violencias sin l铆mites; y, tambi茅n, la destrucci贸n de los suelos, el hundimiento de las poblaciones que viven de la pesca, el acaparamiento de las tierras campesinas, la marginaci贸n de los pobres urbanos, la desposesi贸n de los pueblos en beneficio de las transnacionales…
Todas estas causas concretas tienen un origen com煤n: el modo de dominaci贸n impuesto por la mundializaci贸n capitalista con la consecuencia de una situaci贸n in茅dita: el permanente estado de desorden geopol铆tico y, herencia de las derrotas pasadas, una lucha de clases en sentido 煤nico llevada a cabo de forma feroz por el n煤cleo duro de las burgues铆as mundializadas. La contrarrevoluci贸n sin la revoluci贸n abre las compuertas a todas barbaries. Una competencia aguda entre antiguos y nuevos imperialismos, entre subimperialismos y otras potencias regionales, como en el Medio Oriente Ir谩n y Arabia Saudita. La guerra de forma permanente como respuesta a la inestabilidad permanente.
Los pueblos pagan un precio enorme por este desorden mundial. A su vez, la “crisis de los refugiados” pone hoy al desnudo el fracaso de la construcci贸n europea/1. Ayer, para poner a Grecia bajo tutela, el Eurogrupo (19 pa铆ses de los 28 que constituyen la Uni贸n) impuso su ley a costa de las instituciones que est谩n en el coraz贸n de la UE: la Comisi贸n y el Consejo. Hoy, en lo que respecta al tema de la acogida de los sirios, lo que domina es el cada pa铆s resuelva los problemas por su cuenta. No solo en Europa del Este, sino tambi茅n en Francia frente a Italia, hay fronteras que se cierran en el seno mismo del espacio Schengen, de libre circulaci贸n. En ciertos pa铆ses se han movilizado amplios movimientos de solidaridad ciudadana para acoger a los refugiados -en particular en Alemania/2; en otros prevalecen la xenofobia y el racismo en beneficio de un poder de extrema derecha; particularmente en Hungr铆a.
La UE existe, pero la integraci贸n europea ha fracasado. Antidemocr谩tico, el proceso de construcci贸n de la Uni贸n no ha dado nacimiento a una ciudadan铆a europea. Se pod铆a esperar que una identidad com煤n as铆, solidaria, tomara nacimiento por abajo, en el marco del Foro Social Europeo o de las Marchas contra el Paro y la precariedad, pero esta din谩mica se ha atascado.
Dos proyectos han fundado el proceso “por arriba” de construcci贸n de la Uni贸n. El del mercado 煤nico, que revela toda su impotencia en tiempos de crisis. El de la Europa potencia capaz de desempe帽ar un papel particular en el mundo frente a los Estados Unidos y, hoy, China; pero los imperialismos europeos est谩n desdentados. Los ej茅rcitos franc茅s y brit谩nico est谩n sometidos a sucesivos recortes presupuestarios. Alemania, pilar econ贸mico, sigue siendo un enano militar. ¿Como brillar en la escena internacional cuando ni siquiera se es capaz de enfrentarse a los desaf铆os que lanza Putin a sus propias puertas?
Enfrentarse a la fuente de la “crisis migratoria” es enfrentarse a la mundializaci贸n capitalista. Atacar a la fuente de la “crisis europea” es refundar sobre otras bases una Europa abierta a los pueblos tanto hacia el Este como hacia el Sur, comenzando por el espacio mediterr谩neo. Esta perspectiva es esencial para permitir una acci贸n sostenida y no enga帽arse con los discursos enga帽osos de nuestros gobiernos; comenzando por sus pretensiones humanitarias. As铆 como la movilizaci贸n ciudadana en Alemania da fe de un verdadero impulso solidario, la patronal germ谩nica dirige una mirada c铆nica sobre la situaci贸n: juzgando que el paro es demasiado peque帽o, desea que el pa铆s acoja una mano de obra, a menudo cualificada, pero desesperada y dispuesta a aceptar cualquier empleo.
M谩s que humanitaria, la respuesta europea es muy a menudo militar. En nombre de la lucha contra las mafias y en lugar de abrir v铆as de inmigraci贸n legales y seguras, se da luz verde para llevar a cabo operaciones armadas contra los nav铆os que les transportan. Par铆s utiliza la tragedia de los refugiados para justificar la extensi贸n de la zona de intervenci贸n de sus fuerzas a茅reas de Irak a Siria. En un n煤mero creciente de pa铆ses miembros de la UE, los soldados son movilizados al lado de los polic铆as para controlar a las poblaciones “extranjeras”.
Es una tendencia de fondo que conocemos bien en Francia, donde los militares patrullan contra la amenaza terrorista/3. Para numerosos expertos, esta pol铆tica es muy costosa, ineficaz y moviliza demasiados medios cuando el ej茅rcito est谩 ya implicado en diversos teatros de operaciones en Medio Oriente y en 脕frica. Si se mantiene es porque establece una frontera entre las situaciones de guerra (que competen al ej茅rcito) y las situaciones de paz (que competen a la polic铆a), habituando a la poblaci贸n a una especie de estado de excepci贸n permanente. Actualmente, la crisis de los refugiados est谩 instrumentalizada en la misma perspectiva. Cuando las extremas derechas surfean sobre los repliegues identitarios (en Francia, con el Frente Nacional) y cuando tendencias estatales fascistizantes se manifiestan hasta en las puertas de Europa (Turqu铆a) y en el seno mismo de la Uni贸n (Hungr铆a), para defenderlos mejor, tendr铆amos necesidad de la recuperaci贸n de los movimientos antimilitaristas/4, igual que tenemos necesidad de una extensi贸n del combate contra la xenofobia y contra todos los racismos. Muy l贸gicamente, la brutalidad destructiva de la mundializaci贸n capitalista crea las condiciones de emergencia de nuevos fascismos.
La “crisis de los refugiados” es por tanto una faceta tr谩gica de la crisis global inducida por la mundializaci贸n capitalista. Exige ser tratada teniendo en cuenta sus especificidades, lo que exige por nuestra parte importantes “puestas al d铆a”. En el per铆odo reciente, no hemos dejado de responder, apoy谩ndonos en datos, a los demagogos xen贸fobos sobre que el flujo de inmigraci贸n en Francia permanec铆a constante. Evidentemente, esto ya no es cierto. Hacemos frente a una crisis humanitaria de una amplitud excepcional; sin embargo, las “formas de pensar” tradicionales de las izquierdas radicales no est谩n adaptados a un desaf铆o solidario as铆. Han juzgado en lo esencial que la urgencia humanitaria era algo que correspond铆a solo a los Estados (las Cruz o Creciente rojos) o a asociaciones especializadas. Felizmente, hay importante excepciones, como la notable movilizaci贸n de la coalici贸n Mihands en Mindanao, en el sur de Filipinas, de la que podemos sacar muchas lecciones/5.
Necesitamos, en efecto, repensar la relaci贸n entre lo humanitario y lo pol铆tico. En un pasado ya lejano, envi谩bamos ayuda m茅dica a los Frentes de liberaci贸n que ten铆an sus propios servicios de salud, eficaces e implantados. Hoy, en su gran mayor铆a, las poblaciones desplazadas carecen de organizaci贸n, si exceptuamos las redes informales por lugares de origen y el recurso a Internet o al tel茅fono m贸vil para hacer circular la informaci贸n.
La respuesta a las crisis humanitarias se impone como un campo esencial para el internacionalismo. La inmensa mayor铆a de los refugiados no se encuentra en Europa, sino en pa铆ses del Sur que no tienen ni la infraestructura ni los recursos de los pa铆ses del Norte -cuando los gobiernos del Norte, hay que recordarlo, tienen una responsabilidad enorme en la actual situaci贸n. Los “refugiados del interior” se siguen encontrando en sus propios pa铆ses, e incluso han permanecido en sus lugares de origen, como las v铆ctimas de una cat谩strofe clim谩tica que no han podido intentar encontrar un refugio en otra parte. Efectivamente, ninguna cifra oficial da cuenta de la amplitud del problema. Las solidaridades Norte-Sur deben organizarse y reforzarse, de forma muy particular, en este terreno.
Notas
1/ Etienne Balibar Borderland Europe and the challenge of migration – On the relationship between European construction (or de-construction) and the new reality of human migration »,https://www.opendemocracy.net/can-e...
2/ Manuel Kellner, “Elan de solidarit茅 – R茅fugi茅s, bienvenue ! Du nouveau en Allemagne… “,http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article35838, en espa帽ol, http://www.vientosur.info/spip.php?...
3/ Franck Johann猫s, “Vigipirate et le fant么me de la guerre d’Alg茅rie” ,http://libertes.blog.lemonde.fr/2015/09/07/vigipirate-et-le-fantome-de-la-guerre-dalgerie/
4/ Nick Buxton, Ben Hayes, “Ten years on : Katrina, militarisation and climate change”,https://www.opendemocracy.net/nick-buxton-ben-hayes/ten-years-on-katrina-militarisation-and-climate-change
5/ Sally Rousset, (intervenci贸n en la sesi贸n de apertura de los Segundos Encuentros Internacionales “Alternativas frente a los desaf铆os ecol贸gicos”, Madrid, 26-28 junio 2015), “La crise socio-茅cologique et les victimes climatiques : quelques le莽ons d’Asie” , http://www.europe-solidaire.org/spi...
*Pierre Rousset, del Comit茅 Ejecutivo de la IV Internacional, militante del NPA, anima la asociaci贸n Europe Solidaire Sans Fronti猫res (www.europe-solidaire.org). Este art铆culo fue publicado originalmente en la p谩gina de ESSF.http://www.inprecor.fr/article-Capi... Traducci贸n: Faustino Eguberri para VIENTO SUR