OPINI脫N de Xoan Leiro.- No me he pronunciado hasta hoy sobre los ataques terroristas de DAESH en Par铆s, Beirut, Ankara, Somalia, Nigeria, Mali y cada d铆a en Siria e Irak. Tampoco sobre la respuesta de Occidente. Vaya por delante mi solidaridad con las v铆ctimas. Y tambi茅n que repudio la violencia, la guerra y el terrorismo.
M谩s all谩 de c贸mo se llevan a cabo los bombardeos en Siria e Irak, ambos pa铆ses desestabilizados, devorados y amputados por Estados Unidos y parte de la Uni贸n Europea, creo que en este momento de no retorno no queda otro remedio que atacar a DAESH en Siria y all谩 donde est茅. Aunque a煤n as铆 quiz谩s sea demasiado tarde. Estamos en guerra. Y la lucha debe servir para evitar que sigan muriendo inocentes. Los civiles. Por ello estos bombardeos deber铆an ser selectivos y ser explicados en el Parlamento Europeo.
Ahora bien. Algo que s铆 me sorprende es la actitud de doble moral y cicatera de las voces de la “茅tica y la superioridad moral” que braman, hoy, “no a la guerra”. ¿Qu茅 guerra? ¿La silenciada que ha asesinado con dinero europeo y estadounidense a cientos de miles de sirios e iraqu铆es? La progres铆a que sale airada contra la “guerra” no est谩 muy al tanto de la realidad y aprovecha un triste suceso y cientos de miles de muertes para enarbolar su moral de paja. Porque el momento de salir a gritar NO a la guerra era hace cinco a帽os. Cuando intentaron derrocar a Al Assad con el 煤nico prop贸sito de hacerse con Siria, al estilo de Libia, y seguir colonizando Oriente. ¿Con el tel贸n de fondo de un gaseoducto Arabia-Europa y un golpe mortal a Rusia?
¿D贸nde estaban esas voces cuando Estados Unidos, Francia y Reino Unido estaban armando al enemigo que hoy les atormenta y no deja dormir en suelo occidental? Ah, claro. Hab铆a una supuesta “primavera” contra un tirano. Al Assad. Y ah铆 parece que no hab铆a problema. O no ve铆an la verdadera guerra…
El problema lo ven ahora que nos han declarado la guerra. No cuando las potencias occidentales ensuciaron e incendiaron un conflicto innecesario en Siria que gracias a su apoyo hoy gana el enemigo, DAESH, y que nos persigue all谩 donde vayamos, nosotros, los ciudadanos. Los de aqu铆, pero tambi茅n los de all谩. Nosotros ya estamos en su punto de mira. Porque ese enemigo, aunque en parte Occidente le haya ayudado a desarrollarse, tiene personalidad propia, una hoja de ruta y un objetivo. Nosotros, los civiles. Al igual que el suelo a invadir por Estados Unidos y sus aliados para garantizarse recursos energ茅ticos.
DAESH es el espejo de la miseria. La humana en general. Es la avaricia alimentada de odio. Es cierto que no somos ejemplo de buen hacer, y es verdad que parte del monstruo sale de nuestra casa com煤n. Pero no seamos ilusos. Hoy es una mafia disfrazada de una causa religiosa cuya ramificaci贸n llega a la mism铆sima familia Saud铆, a Kuwait o Qatar. Ellos instrumentalizan a sus leones para posicionarse en el mercado del poder mundial.
Ellos, que han visto en el ultraje de Occidente la excusa perfecta para actuar y aprovecharse dando alas a una tiran铆a cuyos l铆mites no han sido bien calculados. Y cuya sinfon铆a arrasa la m煤sica de la vida.
Las reservas energ茅ticas que roban las oligarqu铆as y lobbies financieros que controlan el famoso “mercado” se las disputa ya esta mafia nacida en el seno del radicalismo islamista. Hoy, una fusi贸n entre la cosa nostra, el fanatismo y el odio contra quienes arrebataron sus despachos militares en Irak. Eso es DAESH.
Y siento decir que entre lo malo y lo peor, desgraciadamente, solo queda lo malo. Y las sirenas ya sonaron.
Xoan Leiro
Periodista
M谩s all谩 de c贸mo se llevan a cabo los bombardeos en Siria e Irak, ambos pa铆ses desestabilizados, devorados y amputados por Estados Unidos y parte de la Uni贸n Europea, creo que en este momento de no retorno no queda otro remedio que atacar a DAESH en Siria y all谩 donde est茅. Aunque a煤n as铆 quiz谩s sea demasiado tarde. Estamos en guerra. Y la lucha debe servir para evitar que sigan muriendo inocentes. Los civiles. Por ello estos bombardeos deber铆an ser selectivos y ser explicados en el Parlamento Europeo.
Ahora bien. Algo que s铆 me sorprende es la actitud de doble moral y cicatera de las voces de la “茅tica y la superioridad moral” que braman, hoy, “no a la guerra”. ¿Qu茅 guerra? ¿La silenciada que ha asesinado con dinero europeo y estadounidense a cientos de miles de sirios e iraqu铆es? La progres铆a que sale airada contra la “guerra” no est谩 muy al tanto de la realidad y aprovecha un triste suceso y cientos de miles de muertes para enarbolar su moral de paja. Porque el momento de salir a gritar NO a la guerra era hace cinco a帽os. Cuando intentaron derrocar a Al Assad con el 煤nico prop贸sito de hacerse con Siria, al estilo de Libia, y seguir colonizando Oriente. ¿Con el tel贸n de fondo de un gaseoducto Arabia-Europa y un golpe mortal a Rusia?
¿D贸nde estaban esas voces cuando Estados Unidos, Francia y Reino Unido estaban armando al enemigo que hoy les atormenta y no deja dormir en suelo occidental? Ah, claro. Hab铆a una supuesta “primavera” contra un tirano. Al Assad. Y ah铆 parece que no hab铆a problema. O no ve铆an la verdadera guerra…
El problema lo ven ahora que nos han declarado la guerra. No cuando las potencias occidentales ensuciaron e incendiaron un conflicto innecesario en Siria que gracias a su apoyo hoy gana el enemigo, DAESH, y que nos persigue all谩 donde vayamos, nosotros, los ciudadanos. Los de aqu铆, pero tambi茅n los de all谩. Nosotros ya estamos en su punto de mira. Porque ese enemigo, aunque en parte Occidente le haya ayudado a desarrollarse, tiene personalidad propia, una hoja de ruta y un objetivo. Nosotros, los civiles. Al igual que el suelo a invadir por Estados Unidos y sus aliados para garantizarse recursos energ茅ticos.
DAESH es el espejo de la miseria. La humana en general. Es la avaricia alimentada de odio. Es cierto que no somos ejemplo de buen hacer, y es verdad que parte del monstruo sale de nuestra casa com煤n. Pero no seamos ilusos. Hoy es una mafia disfrazada de una causa religiosa cuya ramificaci贸n llega a la mism铆sima familia Saud铆, a Kuwait o Qatar. Ellos instrumentalizan a sus leones para posicionarse en el mercado del poder mundial.
Ellos, que han visto en el ultraje de Occidente la excusa perfecta para actuar y aprovecharse dando alas a una tiran铆a cuyos l铆mites no han sido bien calculados. Y cuya sinfon铆a arrasa la m煤sica de la vida.
Las reservas energ茅ticas que roban las oligarqu铆as y lobbies financieros que controlan el famoso “mercado” se las disputa ya esta mafia nacida en el seno del radicalismo islamista. Hoy, una fusi贸n entre la cosa nostra, el fanatismo y el odio contra quienes arrebataron sus despachos militares en Irak. Eso es DAESH.
Y siento decir que entre lo malo y lo peor, desgraciadamente, solo queda lo malo. Y las sirenas ya sonaron.
Xoan Leiro
Periodista