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La rigidez no es enemiga del empleo

OPINI脫N de Michel Husson.- El principio esencial que est谩 en la base de las reformas neoliberales es en el fondo el siguiente: los empleadores solo deber铆an pagar a sus asalariados cuando efectivamente trabajan para ellos. Los parados, los enfermos, los accidentados en el trabajo, los asalariados en vacaciones pagadas, los jubilados, los perceptores de prestaciones sociales, etc., no producen para sus empleadores y representan tantos falsos gastos que estorban a la competitividad y al libre juego del mercado. Por supuesto, se trata de un ideal inalcanzable, pero se debe tender hacia 茅l, reduciendo el “coste del trabajo”, las “cargas” y otras “deducciones obligatorias”. Esta l贸gica puede ir lejos en los detalles y acompa帽arse de las peores mezquindades, cuando se trata por ejemplo de retirar el tiempo de vestido del c贸mputo del tiempo de trabajo o de reducir el n煤mero de d铆as de permiso por muerte.

Uno de los principales argumentos de los defensores del proyecto El Khomri es que los empleadores tendr铆a “miedo de contratar” porque ser铆a muy dif铆cil y costoso despedir a continuaci贸n, en resumen tendr铆an que pagar a los asalariados de los que ya no tendr铆an necesidad. Hace ya mucho tiempo que un ej茅rcito de economistas (bien pagados) est谩 movilizado para la defensa y la ilustraci贸n de este principio seg煤n el que las rigideces del mercado de trabajo son desfavorables para el empleo. Utilizan los indicadores de “protecci贸n del empleo” (EPL: employment protection legislation) calculados por la OCDE. Est谩 denominaci贸n est谩 incluso sesgada: la protecci贸n del empleo ser铆a nefasta, lo mismo por otra parte que una indemnizaci贸n demasiado “generosa” del despido favorecer铆a el desempleo.

Sin embargo, es f谩cil demostrar que esta teor铆a no se mantiene. El gr谩fico de abajo basta para mostrarlo: no existe ninguna relaci贸n entre la rigidez del mercado de trabajo as铆 medida y la variaci贸n de la tasa de empleo (la proporci贸n de la poblaci贸n en edad de trabajar que ocupa un empleo) entre 2007 y 2014. Pa铆ses supuestamente “r铆gidos” como Francia y B茅lgica tienen resultados an谩logos a los de pa铆ses muy “flexibles” como Nueva Zelanda, Estados Unidos o Canad谩. En sentido inverso, pa铆ses cuyo grado de “rigidez” es comparable pueden tener buenos resultados (Polonia, Alemania) o muy malos (Espa帽a, Grecia). El coeficiente de correlaci贸n (R2=0,0093) es muy d茅bil, lo que en lenguaje corriente quiere decir que se obtendr铆a el mismo tipo de gr谩fico ech谩ndolo a la suerte.





En el 2004, la OCDE presentaba un balance muy medido de su estrategia para el empleo: “el efecto neto de la legislaci贸n protectora del empleo sobre el paro es por consiguiente ambiguo (…) las numerosas evaluaciones a las que esta cuesti贸n ha dado lugar conducen a resultados mitigados, a veces contradictorios y mucha robustez no est谩 siempre asegurada”/1. Despu茅s, numerosos estudios cuestionan regularmente esta teor铆a de la rigidez. Citemos tres de los mismos: el primero/2 cuestiona “la mayor parte de los resultados emp铆ricos y las recomendaciones” de los trabajos recientes del FMI, as铆 como “las recomendaciones que se desprenden”. El segundo/3 no encuentra “confirmaci贸n convincente del argumento seg煤n el que la legislaci贸n protectora del empleo ser铆a un factor de desempleo” y sugiere que “las tentativas de luchar contra el desempleo por la desreglamentaci贸n podr铆an ser f煤tiles”. En fin, un tercer estudio/4 muestra parad贸jicamente que la 煤nica dimensi贸n del mercado de trabajo que interviene de forma significativa es la coordinaci贸n de las negociaciones salariales. Los empleos ser铆an tanto mejor preservados si las negociaciones est谩n coordinadas a nivel interprofesional o de sector, lo que va evidentemente en contra del proyecto neoliberal consistente en hacerlas descender al nivel de empresa, o incluso de f谩brica.

Existe tambi茅n una amplia letan铆a de estudios que intentan establecer que la reducci贸n del “coste del trabajo” favorecer铆a la creaci贸n de empleos, particularmente de los bajos niveles de calificaci贸n, pero sus resultados son tambi茅n fr谩giles/5.

De todas formas, las “reformas estructurales” del mercado de trabajo solo pretenden crear empleos formalmente, ya que su verdadero objetivo es desvalorizar la fuerza de trabajo, generalizando los contratos de trabajo menos “protegidos”. Los neoliberales no cuestionan esa evoluci贸n (que deploran) sino que vuelven la constataci贸n –como en el judo– para obtener un argumento. Invocan su teor铆a llamada de los insiders/outsiders, que la OCDE resum铆a as铆: “Los gobiernos se han esforzado en proteger a los trabajadores que tienen un empleo mediante reglamentaciones que hacen complicado y costoso el despido de un asalariado titular de un contrato de duraci贸n indefinida (…) las empresas han reaccionado a ello parcialmente mediante la utilizaci贸n de los contratos de duraci贸n determinada a fin de facilitar sus ajustes a los choques y a los cambios estructurales. De lo que resulta un dualismo entre, por una parte, los titulares de un CDI y, por otra parte, ciertas categor铆as de asalariados que permanecen duraderamente en empleos precarios y los parados”/6.

Se observa todo el cinismo del razonamiento: las protecciones de las que disponen los insiders son la causa del dualismo y la precariedad. Por consiguiente, por razones de pura justicia social, hay que reducir las protecciones para ir hacia un contrato de trabajo 煤nico, evidentemente de mala calidad. Ello tiende pues a validar los dispositivos puestos en pr谩ctica para eludir las protecciones, como si el fraude pudiera legitimar la desreglamentaci贸n. Como dice Emmanuel Dock猫s: “se est谩n poniendo en marcha medidas que finalmente solo sirven para los rufianes/7”. Y, en defecto de la “reforma completa” (el contrato 煤nico) que tendr铆a el riesgo de desencadenar resistencias sociales demasiado fuertes, la OCDE propon铆a exactamente lo que la ley El Khomri querr铆a hoy poner en pr谩ctica: el ensanchamiento de la definici贸n del despido econ贸mico, la simplificaci贸n de los procedimientos de despido y la disminuci贸n de las obligaciones de reclasificaci贸n impuestas a las empresas. El ciclo est谩 cerrado.



*http://www.alterecoplus.fr/ Traducci贸n: VIENTO SUR

1/ OCDE, Perspectivas del empleo, 2004, http://goo.gl/Nrwd2S
2/ Mariya Aleksynska « Deregulating labour markets: How robust is the analysis of recent IMF working papers? », ILO, 2014, http://urlz.fr/3cz2
3/ Sabina Avdagic, « Does DeregulationWork? Reassessing the Unemployment Effects of Employment Protection », British Journal of Industrial Relations, vol.53, n°1, March 2015, , http://urlz.fr/3baZ
4/ Sabina Avdagic et Paola Salardi « Tenuous link: labour market institutions and unemployment »,Socio-Economic Review, vol.11, n°4, October 2013, http://urlz.fr/3bgA
5/ Ver Michel Husson, Cr茅er des emplois en baissant les salaires ?, Les 茅ditions du Croquant, 2015. Para un resumen, ver: « Co没t du travail et emploi : une histoire de chiffres», Communication au quatri猫me congr猫s de l’AFEP, Paris, 2-4 juillet 2014, http://goo.gl/Vi3GCc
6/ OCDE, Etude 茅conomique France, 2007, http://urlz.fr/3b8S
7/ El 5 de marzo 煤ltimo, en un debate en France Inter con Anne Eydoux y Augustin Landier

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