LIBIA
Aumenta el temor por centenares de civiles atrapados en un barrio de Bengasi donde se han intensificado los combates tras varios meses de bloqueo militar, ha manifestado Amnist铆a Internacional hoy.
La organizaci贸n ha recabado testimonios de algunas de las 130 familias libias y centenares de ciudadanos extranjeros que llevan meses atrapados en Ganfouda, distrito residencial del suroeste de Bengasi. El Ej茅rcito Nacional Libio mantiene bloqueadas todas las carreteras de entrada, y el suministro de alimentos, agua y electricidad est谩 cortado.
“Se acaba el tiempo para la poblaci贸n civil de Ganfouda, a la que se est谩 dejando morir en medio de los combates. Mientras siguen cayendo sobre ella bombas y proyectiles, sobrevive a duras penas con comida podrida y agua sucia. Y las personas enfermas y heridas tienen que arregl谩rselas con el suministro cada vez m谩s escaso de medicinas caducadas”, ha explicado Magdalena Mughrabi, directora adjunta del Programa de Amnist铆a Internacional para Oriente Medio y el Norte de 脕frica.
A mediados de 2014, el ex general Khalifa Haftar lanz贸 una ofensiva militar llamada operaci贸n “Dignidad” contra los grupos armados y las milicias islamistas de Bengasi, que posteriormente formaron una coalici贸n conocida como Asamblea Consultiva de Revolucionarios de Bengasi. Durante los combates librados en la ciudad, ambos bandos han cometido graves abusos contra los derechos humanos y violaciones del derecho internacional humanitario, que en muchos casos constituyen cr铆menes de guerra.
Dos a帽os despu茅s, el Ej茅rcito Nacional Libio, bajo el mando de Khalifa Hafta’, contin煤a efectuando reiterados ataques a茅reos contra las zonas de Bengasi controladas por la Asamblea Consultiva, a saber, Ganfouda y otros enclaves m谩s peque帽os de la ciudad, poniendo en peligro la vida de la poblaci贸n civil. Las fuerzas del general Khalifa Haftar han restringido tambi茅n la entrada y la salida de Ganfouda, dejando a muchas personas acorraladas por los ataques a茅reos.
Mohamed, residente en Ganfouda, ha contado a Amnist铆a Internacional que los ataques a茅reos y de artiller铆a se han intensificado y aproximado a煤n m谩s en la 煤ltima semana. Ha hablado de la necesidad desesperada de suministros humanitarios, especialmente para los ni帽os.
“Los ni帽os parecen sacos de huesos debido a la falta de alimentos y la malnutrici贸n [...] Estar铆a bien que pudieran lanzarnos siquiera algo de comida para los ni帽os o sacarlos de aqu铆, aunque al resto nos dejen abandonados”, ha dicho.
Ha explicado que se han acabado la harina, el arroz y el aceite y que, al no tener combustible, para cocinar, lo hacen en una carretilla llena de carb贸n. Mohamed tiene un problema de ri帽贸n, pero la medicina que necesita para tratarse se ha acabado.
Mohamed ha acogido a otras ocho familias que han huido de los combates, por lo que ahora hay alrededor de 45 personas, entre ellas 23 ni帽os y ni帽as, viviendo en su casa en terribles condiciones de hacinamiento.
“No hay combatientes entre nosotros. Somos simples civiles”, afirma.
Ha contado que los constantes bombardeos indiscriminados de artiller铆a y la falta de electricidad, que lleva m谩s de dos a帽os cortada, los obliga a quedarse en casa, acurrucados a oscuras. “Es como si estuvi茅ramos en la c谩rcel”, explica.
“S贸lo queremos una forma segura de salir”, ha afirmado “Waleed”, otro vecino de Ganfouda atrapado all铆, a quien se le da aqu铆 un nombre ficticio para proteger su identidad.
“Tengo dos hijos, uno de tres a帽os y medio y otro de dos. No hay leche ni comida infantil para ellos. Tengo que llenar las botellas de agua y hacerlos creer que es leche.”
Adem谩s de sufrir la falta de productos b谩sicos, que dificulta tanto la vida diaria, la gente vive tambi茅n con el temor constante de los ataques a茅reos y de artiller铆a, y muchas personas aseguran que no salen de casa porque tienen miedo. Uno de los civiles con los que Amnist铆a Internacional estuvo en contacto dentro de Ganfouda, Tarik Gaoda, result贸 muerto el 1 de julio de 2016, junto con su padre, de 80 a帽os. Perecieron a causa de un mortal ataque a茅reo, seg煤n un testigo presencial que no quiso que se revelara su nombre por razones de seguridad.
“Los aviones patrullan el cielo, y la gente no se atreve siquiera a caminar por la calle, porque en toda zona donde ven movimiento, atacan. Hace unos meses cay贸 una bomba incluso en una mezquita”, dijo “Hassan”.
“Hay ataques a茅reos constantes, as铆 que no salimos para nada de casa”, explic贸 “Khadija”, mujer atrapada junto con sus cuatros hijos de corta edad, incluida una ni帽a de 10 meses, a la que se vio obligada a dar a luz en casa debido a los combates. No tiene talco para beb茅s ni medicinas para su hija, y la falta de agua limpia se est谩 convirtiendo en un problema grave.
“Todas las partes contendientes deben tomar todas las precauciones posibles para proteger la vida de los civiles atrapados en medio de los combates en Ganfouda y otras partes de Libia, conforme a las obligaciones que han contra铆do en virtud del derecho internacional humanitario”, ha manifestado Magdalena Mughrabi.
“El derecho internacional proh铆be los ataques indiscriminados o desproporcionados; debe hacerse todo lo posible para distinguir entre objetivos militares y civiles o viviendas y edificios civiles. Jam谩s debe utilizarse artiller铆a u otras armas explosivas poco precisas con efectos en amplias superficies en las inmediaciones de zonas civiles densamente pobladas.”
Amnist铆a Internacional ha expresado su preocupaci贸npor 130 detenidos que se calcula que fueron secuestrados por el grupo armado Ansar al Sharia en 2014 y est谩n todav铆a atrapados en medio de los combates en Bengasi. Seg煤n informaci贸n reciente de medios de comunicaci贸n, que no se ha verificado de manera independiente, hasta 20 detenidos podr铆an haber muerto en ataques a茅reos; se han publicado fotograf铆as de sus cad谩veres en Internet.
Se cree que entre las personas atrapadas en Ganfouda hay centenares de extranjeros, en especial trabajadores migrantes sudaneses, chadianos y bangladesh铆es. Seg煤n informaci贸n de los medios de comunicaci贸n, al menos cinco personas sudanesas murieron en un ataque a茅reo a mediados de agosto. Las personas residentes en Ganfouda entrevistadas por Amnist铆a Internacional han dicho tambi茅n que entre las v铆ctimas mortales de los 煤ltimos ataques hay ciudadanos extranjeros.
“Vivimos como animales”, cont贸 “Samir”, otro vecino de Ganfouda, ex agente de la polic铆a judicial, que vive all铆 con su esposa, sus tres hijos y su hija de un a帽o. 脡l tambi茅n ha acogido a otras tres familias desplazadas por el conflicto, por lo que ahora hay 24 personas viviendo en su casa, entre ellas 14 ni帽os y ni帽as.
“En nuestra casa han ca铆do tras proyectiles de tanque que han causado da帽os. Uno cay贸 en el dormitorio; otro, en las escaleras, y el tercero, en la cocina, aunque no explot贸. Todav铆a est谩 all铆 el proyectil, intacto”, explic贸, a帽adiendo que al menos seis familias hab铆an perdido a seres queridos en ataques a茅reos en agosto. Dos de las familias eran de Chad.
La falta de se帽al telef贸nica en muchas partes de Ganfouda hace que a las personas atrapadas all铆 les resulte dif铆cil ponerse en contacto con el mundo exterior, por lo que sus familiares no saben si est谩n vivas a煤n.
La poblaci贸n civil teme tambi茅n sufrir ataques debido a su presunto apoyo a las fuerzas de Asamblea Consultiva de Revolucionarios de Bengasi, pues un l铆der tribal partidario de la operaci贸n “Dignidad” afirm贸 al final de agosto que no se deb铆a permitir salir viva de Ganfouda a ninguna persona mayor de 14 a帽os.
“Todos los bandos deben facilitar el env铆o de ayuda humanitaria y permitir el paso en condiciones de seguridad a los civiles que deseen salir de la zona. No se debe utilizar a civiles como escudos humanos; y los que deseen salir han de ser protegidos contra la detenci贸n arbitraria, la tortura y cualquier otro abuso“, ha se帽alado Magdalena Mughrabi.
Aumenta el temor por centenares de civiles atrapados en un barrio de Bengasi donde se han intensificado los combates tras varios meses de bloqueo militar, ha manifestado Amnist铆a Internacional hoy.
La organizaci贸n ha recabado testimonios de algunas de las 130 familias libias y centenares de ciudadanos extranjeros que llevan meses atrapados en Ganfouda, distrito residencial del suroeste de Bengasi. El Ej茅rcito Nacional Libio mantiene bloqueadas todas las carreteras de entrada, y el suministro de alimentos, agua y electricidad est谩 cortado.
“Se acaba el tiempo para la poblaci贸n civil de Ganfouda, a la que se est谩 dejando morir en medio de los combates. Mientras siguen cayendo sobre ella bombas y proyectiles, sobrevive a duras penas con comida podrida y agua sucia. Y las personas enfermas y heridas tienen que arregl谩rselas con el suministro cada vez m谩s escaso de medicinas caducadas”, ha explicado Magdalena Mughrabi, directora adjunta del Programa de Amnist铆a Internacional para Oriente Medio y el Norte de 脕frica.
Se acaba el tiempo para la poblaci贸n civil de Ganfouda, a la que se est谩 dejando morir en medio de los combates. Mientras siguen cayendo sobre ella bombas y proyectiles, sobrevive a duras penas con comida podrida y agua sucia. Magdalena Mughrabi, directora adjunta del Programa de Amnist铆a Internacional para Oriente Medio y el Norte de 脕frica“Con la intensificaci贸n de los ataques a茅reos y los combates cada vez m谩s cerca, muchas personas tienen demasiado miedo y no se atreven a salir de sus casas. Instamos a todas las partes en los combates de Bengasi a que respeten el derecho internacional humanitario y permitan el env铆o sin restricciones de ayuda humanitaria a la poblaci贸n civil que la necesita. Quienes quieran abandonar la zona deben ser protegidos de todo ataque del que puedan ser objeto debido al lugar de donde proceden o a su presunta filiaci贸n pol铆tica.”
A mediados de 2014, el ex general Khalifa Haftar lanz贸 una ofensiva militar llamada operaci贸n “Dignidad” contra los grupos armados y las milicias islamistas de Bengasi, que posteriormente formaron una coalici贸n conocida como Asamblea Consultiva de Revolucionarios de Bengasi. Durante los combates librados en la ciudad, ambos bandos han cometido graves abusos contra los derechos humanos y violaciones del derecho internacional humanitario, que en muchos casos constituyen cr铆menes de guerra.
Dos a帽os despu茅s, el Ej茅rcito Nacional Libio, bajo el mando de Khalifa Hafta’, contin煤a efectuando reiterados ataques a茅reos contra las zonas de Bengasi controladas por la Asamblea Consultiva, a saber, Ganfouda y otros enclaves m谩s peque帽os de la ciudad, poniendo en peligro la vida de la poblaci贸n civil. Las fuerzas del general Khalifa Haftar han restringido tambi茅n la entrada y la salida de Ganfouda, dejando a muchas personas acorraladas por los ataques a茅reos.
Mohamed, residente en Ganfouda, ha contado a Amnist铆a Internacional que los ataques a茅reos y de artiller铆a se han intensificado y aproximado a煤n m谩s en la 煤ltima semana. Ha hablado de la necesidad desesperada de suministros humanitarios, especialmente para los ni帽os.
“Los ni帽os parecen sacos de huesos debido a la falta de alimentos y la malnutrici贸n [...] Estar铆a bien que pudieran lanzarnos siquiera algo de comida para los ni帽os o sacarlos de aqu铆, aunque al resto nos dejen abandonados”, ha dicho.
Ha explicado que se han acabado la harina, el arroz y el aceite y que, al no tener combustible, para cocinar, lo hacen en una carretilla llena de carb贸n. Mohamed tiene un problema de ri帽贸n, pero la medicina que necesita para tratarse se ha acabado.
Mohamed ha acogido a otras ocho familias que han huido de los combates, por lo que ahora hay alrededor de 45 personas, entre ellas 23 ni帽os y ni帽as, viviendo en su casa en terribles condiciones de hacinamiento.
“No hay combatientes entre nosotros. Somos simples civiles”, afirma.
Ha contado que los constantes bombardeos indiscriminados de artiller铆a y la falta de electricidad, que lleva m谩s de dos a帽os cortada, los obliga a quedarse en casa, acurrucados a oscuras. “Es como si estuvi茅ramos en la c谩rcel”, explica.
“S贸lo queremos una forma segura de salir”, ha afirmado “Waleed”, otro vecino de Ganfouda atrapado all铆, a quien se le da aqu铆 un nombre ficticio para proteger su identidad.
“Tengo dos hijos, uno de tres a帽os y medio y otro de dos. No hay leche ni comida infantil para ellos. Tengo que llenar las botellas de agua y hacerlos creer que es leche.”
Adem谩s de sufrir la falta de productos b谩sicos, que dificulta tanto la vida diaria, la gente vive tambi茅n con el temor constante de los ataques a茅reos y de artiller铆a, y muchas personas aseguran que no salen de casa porque tienen miedo. Uno de los civiles con los que Amnist铆a Internacional estuvo en contacto dentro de Ganfouda, Tarik Gaoda, result贸 muerto el 1 de julio de 2016, junto con su padre, de 80 a帽os. Perecieron a causa de un mortal ataque a茅reo, seg煤n un testigo presencial que no quiso que se revelara su nombre por razones de seguridad.
“Los aviones patrullan el cielo, y la gente no se atreve siquiera a caminar por la calle, porque en toda zona donde ven movimiento, atacan. Hace unos meses cay贸 una bomba incluso en una mezquita”, dijo “Hassan”.
“Hay ataques a茅reos constantes, as铆 que no salimos para nada de casa”, explic贸 “Khadija”, mujer atrapada junto con sus cuatros hijos de corta edad, incluida una ni帽a de 10 meses, a la que se vio obligada a dar a luz en casa debido a los combates. No tiene talco para beb茅s ni medicinas para su hija, y la falta de agua limpia se est谩 convirtiendo en un problema grave.
“Todas las partes contendientes deben tomar todas las precauciones posibles para proteger la vida de los civiles atrapados en medio de los combates en Ganfouda y otras partes de Libia, conforme a las obligaciones que han contra铆do en virtud del derecho internacional humanitario”, ha manifestado Magdalena Mughrabi.
“El derecho internacional proh铆be los ataques indiscriminados o desproporcionados; debe hacerse todo lo posible para distinguir entre objetivos militares y civiles o viviendas y edificios civiles. Jam谩s debe utilizarse artiller铆a u otras armas explosivas poco precisas con efectos en amplias superficies en las inmediaciones de zonas civiles densamente pobladas.”
Amnist铆a Internacional ha expresado su preocupaci贸npor 130 detenidos que se calcula que fueron secuestrados por el grupo armado Ansar al Sharia en 2014 y est谩n todav铆a atrapados en medio de los combates en Bengasi. Seg煤n informaci贸n reciente de medios de comunicaci贸n, que no se ha verificado de manera independiente, hasta 20 detenidos podr铆an haber muerto en ataques a茅reos; se han publicado fotograf铆as de sus cad谩veres en Internet.
Se cree que entre las personas atrapadas en Ganfouda hay centenares de extranjeros, en especial trabajadores migrantes sudaneses, chadianos y bangladesh铆es. Seg煤n informaci贸n de los medios de comunicaci贸n, al menos cinco personas sudanesas murieron en un ataque a茅reo a mediados de agosto. Las personas residentes en Ganfouda entrevistadas por Amnist铆a Internacional han dicho tambi茅n que entre las v铆ctimas mortales de los 煤ltimos ataques hay ciudadanos extranjeros.
“Vivimos como animales”, cont贸 “Samir”, otro vecino de Ganfouda, ex agente de la polic铆a judicial, que vive all铆 con su esposa, sus tres hijos y su hija de un a帽o. 脡l tambi茅n ha acogido a otras tres familias desplazadas por el conflicto, por lo que ahora hay 24 personas viviendo en su casa, entre ellas 14 ni帽os y ni帽as.
“En nuestra casa han ca铆do tras proyectiles de tanque que han causado da帽os. Uno cay贸 en el dormitorio; otro, en las escaleras, y el tercero, en la cocina, aunque no explot贸. Todav铆a est谩 all铆 el proyectil, intacto”, explic贸, a帽adiendo que al menos seis familias hab铆an perdido a seres queridos en ataques a茅reos en agosto. Dos de las familias eran de Chad.
La falta de se帽al telef贸nica en muchas partes de Ganfouda hace que a las personas atrapadas all铆 les resulte dif铆cil ponerse en contacto con el mundo exterior, por lo que sus familiares no saben si est谩n vivas a煤n.
La poblaci贸n civil teme tambi茅n sufrir ataques debido a su presunto apoyo a las fuerzas de Asamblea Consultiva de Revolucionarios de Bengasi, pues un l铆der tribal partidario de la operaci贸n “Dignidad” afirm贸 al final de agosto que no se deb铆a permitir salir viva de Ganfouda a ninguna persona mayor de 14 a帽os.
“Todos los bandos deben facilitar el env铆o de ayuda humanitaria y permitir el paso en condiciones de seguridad a los civiles que deseen salir de la zona. No se debe utilizar a civiles como escudos humanos; y los que deseen salir han de ser protegidos contra la detenci贸n arbitraria, la tortura y cualquier otro abuso“, ha se帽alado Magdalena Mughrabi.