OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- La vida de Rajoy gira en torno a la mentira. Todo cuanto hace y dice es falso. 脡l lo sabe. Todos lo sabemos. 脡l sabe que lo sabemos y nosotros, que 茅l sabe que lo sabemos. As铆, nadie puede llamarse a enga帽o. Todo previsible y de sentido com煤n. Los estallidos de ira generalizados al comentar la comparecencia (excepto en el PP, en donde los estallidos han sido de j煤bilo) son muestra de impotencia ante el peso inmutable de la mentira institucionalizada, de la postverdad. La comparecencia del hombre de los sobresueldos ha sido la apoteosis de la postverdad.

Estoy contento de haber colaborado con la justicia, dice, muy ufano. Todo falso. No est谩 contento sino irritado, altanero y con su punto de chuler铆a. No ha colaborado sino todo lo contrario: ha entorpecido cuanto ha podido y no ha aportado nada al proceso. Y, por la vergonzosa sesi贸n que se vivi贸 ayer en la sala, con los privilegios del testigo y la complicidad del presidente, esto tampoco es justicia. Por no ser verdad quiz谩 ni lo sea que est茅. Est茅, del verbo estar. Vivir en la nube de la m谩s hilarante patra帽a no es propiamente "estar".
Que la declaraci贸n iba a ser procesalmente in煤til era evidente desde la citaci贸n. Pero hab铆a que hacerla y el declarante la escenific贸 a entera satisfacci贸n del nutrido equipo que se la hab铆a preparado y con la oportuna y obvia ayuda del presidente del tribunal cada vez que el interrogatorio apuntaba a asuntos de enjundia. En realidad, el hombre solo ha conseguido aplazar su confesi贸n inculpatoria a la vista de la siguiente pieza de la G眉rtel, la de B谩rcenas, con quien parece haberse pactado una especie de omert谩. En el 铆nterin, a seguir mintiendo.
La televisi贸n p煤blica, TV1, no dio la comparecencia. En el reino de la postverdad o la m谩s descarada mentira, la declaraci贸n del presidente del gobierno no es noticiable. En su lugar, los contribuyentes financiamos la emisi贸n de un documental sobre el cultivo de las setas o algo as铆. Todas las dem谩s teles la dieron y los digitales y todos los medios extranjeros. ¿Qu茅 decir de este escamoteo de TVE? Pues lo que se dec铆a en Espa帽a durante la Segunda Guerra Mundial: "menos viajar y m谩s leer el 'Informaciones'". Aqu铆, lo mismo: menos preguntar y m谩s hacerse un curso de micolog铆a en la tele.
Las repercusiones pol铆ticas internas y exteriores de la farsa de ayer tendr谩n largo recorrido. Un recorrido de walking dead. Porque, en realidad, de acuerdo con todos los c谩nones escritos y no escritos de la cultura democr谩tica, este presidente debi贸 dimitir en aquel ya lejano momento en que se descubri贸 que hab铆an estado (茅l y sus amigos) cobrando sobresueldos de una caja B.
Son los walking dead de la mentira y la postverdad que, al principio, pretendieron defender la legalidad de esos sobresueldos siempre que se declarasen a Hacienda. Es decir, tratando de convertir un asunto pol铆tico en uno de legalidad. El problema no radica en la legalidad del cobro, sino en su moralidad, si es admisible que unas personas perciban una gratificaci贸n por dedicarse a la pol铆tica por encima de lo estipulado en la ley.
Cuando empez贸 a entender que el asunto era de responsabilidad pol铆tica, el presidente de los sobresueldos reconoci贸 en sede parlamentaria haberlos cobrado, pero los llam贸 "pluses de productividad", como sucede, dec铆a, en todas las empresas. Porque, en efecto, el PP es para estos corruptos una especie de empresa a la que se va a hacerse con un capitalito.
Ayer volvi贸 a quedar claro que Rajoy y los suyos hab铆an cobrado los famosos sobresueldos, aunque se los volvi贸 a bautizar con otro embuste, como "complementos" o algo as铆. Y todos procedentes de la caja B, s铆mbolo y santo grial de la corrupci贸n del PP. No hace falta seguir el desarrollo de los procesos penales. El mero hecho de haber cobrado sobresueldos deslegitima al presidente y resto de gobernantes y debiera suponer su dimisi贸n inmediata por puro sentido de la decencia.
Al no haberse producido en todo este tiempo, es poco probable que vaya a producirse ahora por una mentira m谩s en esta situaci贸n en que el debate p煤blico es t贸xico. S谩nchez puede desga帽itarse pidiendo la dimisi贸n del de los sobresueldos armado con un dec谩logo de exigencias, como un nuevo Mois茅s. No va a conseguirla. Iglesias apremia con la moci贸n de censura. Pero, para que esta triunfe, se precisan los votos de los indepes catalanes, condicionados a un refer茅ndum del que el PSOE no quiere o铆r hablar.
Es decir, seguir谩 el alegre festival de la corrupci贸n a cargo de los pol铆ticos de los sobresueldos que continuar谩n haciendo sus fechor铆as de privatizar, renacionalizar, volver a privatizar, especular, recalificar y, en general, esquilmar el pa铆s por todos sus poros.
La derecha gobierna por inhibici贸n de la izquierda; de toda la izquierda, el PSOE, Podemos, los republicanos catalanes. Es un caso pat茅tico en el que la mentira se mantiene por deserci贸n de las verdades alternativas, que se refugian en nichos de conveniencia: al PSOE le interesa que sea el PP el que blanda la porra en Catalu帽a; Podemos necesita tiempo muerto para recomponerse ante unas elecciones. Los Republicanos catalanes quiz谩 tengan m谩s opciones. En principio, prefieren un gobierno del PP porque simplifica los tr谩mites y permite movilizar m谩s apoyos. Pero tambi茅n podr铆a argumentarse -y siempre con criterio pragm谩tico- que le interesa m谩s un gobierno de izquierda que, si no admite pactar un refer茅ndum se comprometa a convocar elecciones anticipadas. Quiz谩 eso dejar铆a expedita la hoja de ruta.
Rajoy no dimitir谩. Lo 煤nico que quiz谩 lo moviera a disolver las c谩maras y convocar elecciones anticipadas ser铆a el anuncio de una moci贸n de censura con los votos de los indepes. En cualquiera de los dos casos, las elecciones anticipadas -esas que quer铆an evitarse incluso a costa de dar el gobierno al PP- parecen inevitables porque la alternativa son dos a帽os m谩s de gobierno de mentiras y corrupci贸n institucionalizadas. Dos a帽os m谩s de cercenar el futuro de unas generaciones que esperan tener alguna oportunidad.
Por supuesto, las elecciones anticipadas abrir谩n un periodo de incertidumbre en el que nadie sabe c贸mo se desarrollar谩 la hoja de ruta catalana desde el punto de vista de la parte espa帽ola. Justo en el momento de mayor confusi贸n, los 煤nicos que tienen un blueprint son los indepes catalanes. Los nacionalistas espa帽oles no tienen nada que no sea defender el estatu quo y, aun en esto, con diferencias profundas.
Estoy contento de haber colaborado con la justicia, dice, muy ufano. Todo falso. No est谩 contento sino irritado, altanero y con su punto de chuler铆a. No ha colaborado sino todo lo contrario: ha entorpecido cuanto ha podido y no ha aportado nada al proceso. Y, por la vergonzosa sesi贸n que se vivi贸 ayer en la sala, con los privilegios del testigo y la complicidad del presidente, esto tampoco es justicia. Por no ser verdad quiz谩 ni lo sea que est茅. Est茅, del verbo estar. Vivir en la nube de la m谩s hilarante patra帽a no es propiamente "estar".
Que la declaraci贸n iba a ser procesalmente in煤til era evidente desde la citaci贸n. Pero hab铆a que hacerla y el declarante la escenific贸 a entera satisfacci贸n del nutrido equipo que se la hab铆a preparado y con la oportuna y obvia ayuda del presidente del tribunal cada vez que el interrogatorio apuntaba a asuntos de enjundia. En realidad, el hombre solo ha conseguido aplazar su confesi贸n inculpatoria a la vista de la siguiente pieza de la G眉rtel, la de B谩rcenas, con quien parece haberse pactado una especie de omert谩. En el 铆nterin, a seguir mintiendo.
La televisi贸n p煤blica, TV1, no dio la comparecencia. En el reino de la postverdad o la m谩s descarada mentira, la declaraci贸n del presidente del gobierno no es noticiable. En su lugar, los contribuyentes financiamos la emisi贸n de un documental sobre el cultivo de las setas o algo as铆. Todas las dem谩s teles la dieron y los digitales y todos los medios extranjeros. ¿Qu茅 decir de este escamoteo de TVE? Pues lo que se dec铆a en Espa帽a durante la Segunda Guerra Mundial: "menos viajar y m谩s leer el 'Informaciones'". Aqu铆, lo mismo: menos preguntar y m谩s hacerse un curso de micolog铆a en la tele.
Las repercusiones pol铆ticas internas y exteriores de la farsa de ayer tendr谩n largo recorrido. Un recorrido de walking dead. Porque, en realidad, de acuerdo con todos los c谩nones escritos y no escritos de la cultura democr谩tica, este presidente debi贸 dimitir en aquel ya lejano momento en que se descubri贸 que hab铆an estado (茅l y sus amigos) cobrando sobresueldos de una caja B.
Son los walking dead de la mentira y la postverdad que, al principio, pretendieron defender la legalidad de esos sobresueldos siempre que se declarasen a Hacienda. Es decir, tratando de convertir un asunto pol铆tico en uno de legalidad. El problema no radica en la legalidad del cobro, sino en su moralidad, si es admisible que unas personas perciban una gratificaci贸n por dedicarse a la pol铆tica por encima de lo estipulado en la ley.
Cuando empez贸 a entender que el asunto era de responsabilidad pol铆tica, el presidente de los sobresueldos reconoci贸 en sede parlamentaria haberlos cobrado, pero los llam贸 "pluses de productividad", como sucede, dec铆a, en todas las empresas. Porque, en efecto, el PP es para estos corruptos una especie de empresa a la que se va a hacerse con un capitalito.
Ayer volvi贸 a quedar claro que Rajoy y los suyos hab铆an cobrado los famosos sobresueldos, aunque se los volvi贸 a bautizar con otro embuste, como "complementos" o algo as铆. Y todos procedentes de la caja B, s铆mbolo y santo grial de la corrupci贸n del PP. No hace falta seguir el desarrollo de los procesos penales. El mero hecho de haber cobrado sobresueldos deslegitima al presidente y resto de gobernantes y debiera suponer su dimisi贸n inmediata por puro sentido de la decencia.
Al no haberse producido en todo este tiempo, es poco probable que vaya a producirse ahora por una mentira m谩s en esta situaci贸n en que el debate p煤blico es t贸xico. S谩nchez puede desga帽itarse pidiendo la dimisi贸n del de los sobresueldos armado con un dec谩logo de exigencias, como un nuevo Mois茅s. No va a conseguirla. Iglesias apremia con la moci贸n de censura. Pero, para que esta triunfe, se precisan los votos de los indepes catalanes, condicionados a un refer茅ndum del que el PSOE no quiere o铆r hablar.
Es decir, seguir谩 el alegre festival de la corrupci贸n a cargo de los pol铆ticos de los sobresueldos que continuar谩n haciendo sus fechor铆as de privatizar, renacionalizar, volver a privatizar, especular, recalificar y, en general, esquilmar el pa铆s por todos sus poros.
La derecha gobierna por inhibici贸n de la izquierda; de toda la izquierda, el PSOE, Podemos, los republicanos catalanes. Es un caso pat茅tico en el que la mentira se mantiene por deserci贸n de las verdades alternativas, que se refugian en nichos de conveniencia: al PSOE le interesa que sea el PP el que blanda la porra en Catalu帽a; Podemos necesita tiempo muerto para recomponerse ante unas elecciones. Los Republicanos catalanes quiz谩 tengan m谩s opciones. En principio, prefieren un gobierno del PP porque simplifica los tr谩mites y permite movilizar m谩s apoyos. Pero tambi茅n podr铆a argumentarse -y siempre con criterio pragm谩tico- que le interesa m谩s un gobierno de izquierda que, si no admite pactar un refer茅ndum se comprometa a convocar elecciones anticipadas. Quiz谩 eso dejar铆a expedita la hoja de ruta.
Rajoy no dimitir谩. Lo 煤nico que quiz谩 lo moviera a disolver las c谩maras y convocar elecciones anticipadas ser铆a el anuncio de una moci贸n de censura con los votos de los indepes. En cualquiera de los dos casos, las elecciones anticipadas -esas que quer铆an evitarse incluso a costa de dar el gobierno al PP- parecen inevitables porque la alternativa son dos a帽os m谩s de gobierno de mentiras y corrupci贸n institucionalizadas. Dos a帽os m谩s de cercenar el futuro de unas generaciones que esperan tener alguna oportunidad.
Por supuesto, las elecciones anticipadas abrir谩n un periodo de incertidumbre en el que nadie sabe c贸mo se desarrollar谩 la hoja de ruta catalana desde el punto de vista de la parte espa帽ola. Justo en el momento de mayor confusi贸n, los 煤nicos que tienen un blueprint son los indepes catalanes. Los nacionalistas espa帽oles no tienen nada que no sea defender el estatu quo y, aun en esto, con diferencias profundas.