OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- El mundo del cine tuvo ayer su noche de glamour, con la repercusi贸n y el 茅xito que merece. El compromiso de rigor del arte se manifest贸 en clave feminista especialmente porque anuncia un episodio de salidas de armarios. Estos yanquis, con su puritanismo importado, ponen el personal en evidencia. Las francesas del espect谩culo, acaudilladas por Catherine Deneuve, se han plantado frente al "me too". En Espa帽a hay suspense y comp谩s de espera. Ya se ver谩. Nada mal el momento, nada mal la toma de posesi贸n y el enfoque.

Pero ah铆, en los abanicos rojos se qued贸 la visi贸n externa del arte. Sali贸 Catalu帽a con un par de sanas bromas de un goliardesco actualizado y se apag贸. Ven铆a yo de contemplar un espect谩culo que daba cuenta con luz y sonido de la quema de la ciudad de Prats de Llu莽an猫s dos veces por las tropas de Felipe V y esa oscuridad me choc贸. El arte ¿no tiene nada que decir sobre una sociedad en la que hay presos pol铆ticos? Ayer tambi茅n se ve铆a la causa ante la Audiencia Nacional contra uno del oficio, Pablo Hasel, a quien dicha Audiencia inst贸 a decir la verdad siendo as铆 que como 茅l mismo se帽ala y muchos otros creemos, comparece ante ella precisamente por decirla. ¿Tampoco tiene el arte nada que decir ante la condena penal por "delito" de opini贸n?
No s茅 qu茅 Goya conmemoran estos Goya.
En el mundo del cine, la realidad no contamina la ficci贸n. La ficci贸n es la realidad. Y no me refiero a ese firme compromiso de proceder de ahora en adelante con criterios de r铆gida paridad. En absoluto.
Fuera del mundo del cine, la realidad se convierte en ficci贸n por derecho propio en un "esperpento" (seg煤n El Pa铆s) cada vez m谩s enmara帽ado y enrevesado de la que el gobierno no sabe c贸mo salir. Buscando una met谩fora para describir lo que est谩 sucediendo con la investidura de Puigdemont y efectos concomitantes, se me ocurri贸 la n谩utica de que el bloque independentista vira a barlovento, orza contra el B155 y resiste. Parece que se impone a la otra propuesta de virar a sotavento y aprovechar la imposici贸n del TC. Y, en principio, se impone porque tiene un recurso nuevo: apunta a nuevas elecciones.
La propuesta de nuevas elecciones enfurece literalmente al B155 porque lo enfrenta a una disyuntiva que, en el mejor de los casos, ser铆a una repetici贸n de la situaci贸n actual, lo que obligar铆a a m谩s medidas represivas y, en el peor, una triunfo mayor del independentismo, lo que har铆a m谩s escandalosa la repetici贸n de medidas represivas,
De ah铆 que M. Rajoy anuncie en un mitin que nadie sue帽e con nuevas elecciones. Por cierto, un mitin en C贸rdoba ante familiares de las v铆ctimas para reivindicar la prisi贸n permanente revisable. Justo de lo que no se habl贸. A no ser que el hablar solo de Catalu帽a debiera entenderse como una sibilina clase pr谩ctica de la tal condena permanente. Nada de elecciones. As铆 como convoc贸 de improviso las del pasado 21 de diciembre, ahora, igual de improviso, el 155 se niega a convocar otras. Dejad toda esperanza de elecciones.
Pero es que las elecciones no las convoca el gobierno, sino el Parlament. La 煤nica posibilidad de evitarlo es intervenir 155 en mano y cerrar al Parlament. Un 茅xito que ignoro c贸mo van a explicar en Europa.
Pero ah铆, en los abanicos rojos se qued贸 la visi贸n externa del arte. Sali贸 Catalu帽a con un par de sanas bromas de un goliardesco actualizado y se apag贸. Ven铆a yo de contemplar un espect谩culo que daba cuenta con luz y sonido de la quema de la ciudad de Prats de Llu莽an猫s dos veces por las tropas de Felipe V y esa oscuridad me choc贸. El arte ¿no tiene nada que decir sobre una sociedad en la que hay presos pol铆ticos? Ayer tambi茅n se ve铆a la causa ante la Audiencia Nacional contra uno del oficio, Pablo Hasel, a quien dicha Audiencia inst贸 a decir la verdad siendo as铆 que como 茅l mismo se帽ala y muchos otros creemos, comparece ante ella precisamente por decirla. ¿Tampoco tiene el arte nada que decir ante la condena penal por "delito" de opini贸n?
No s茅 qu茅 Goya conmemoran estos Goya.
En el mundo del cine, la realidad no contamina la ficci贸n. La ficci贸n es la realidad. Y no me refiero a ese firme compromiso de proceder de ahora en adelante con criterios de r铆gida paridad. En absoluto.
Fuera del mundo del cine, la realidad se convierte en ficci贸n por derecho propio en un "esperpento" (seg煤n El Pa铆s) cada vez m谩s enmara帽ado y enrevesado de la que el gobierno no sabe c贸mo salir. Buscando una met谩fora para describir lo que est谩 sucediendo con la investidura de Puigdemont y efectos concomitantes, se me ocurri贸 la n谩utica de que el bloque independentista vira a barlovento, orza contra el B155 y resiste. Parece que se impone a la otra propuesta de virar a sotavento y aprovechar la imposici贸n del TC. Y, en principio, se impone porque tiene un recurso nuevo: apunta a nuevas elecciones.
La propuesta de nuevas elecciones enfurece literalmente al B155 porque lo enfrenta a una disyuntiva que, en el mejor de los casos, ser铆a una repetici贸n de la situaci贸n actual, lo que obligar铆a a m谩s medidas represivas y, en el peor, una triunfo mayor del independentismo, lo que har铆a m谩s escandalosa la repetici贸n de medidas represivas,
De ah铆 que M. Rajoy anuncie en un mitin que nadie sue帽e con nuevas elecciones. Por cierto, un mitin en C贸rdoba ante familiares de las v铆ctimas para reivindicar la prisi贸n permanente revisable. Justo de lo que no se habl贸. A no ser que el hablar solo de Catalu帽a debiera entenderse como una sibilina clase pr谩ctica de la tal condena permanente. Nada de elecciones. As铆 como convoc贸 de improviso las del pasado 21 de diciembre, ahora, igual de improviso, el 155 se niega a convocar otras. Dejad toda esperanza de elecciones.
Pero es que las elecciones no las convoca el gobierno, sino el Parlament. La 煤nica posibilidad de evitarlo es intervenir 155 en mano y cerrar al Parlament. Un 茅xito que ignoro c贸mo van a explicar en Europa.