“Cada instante que se posterga la reunificaci贸n de estas familias agrava el da帽o que ha ocasionado la separaci贸n”.
Una decena de madres, padres, ni帽as y ni帽os separados de sus familias que Human Rights Watch entrevist贸 en las 煤ltimas semanas en la frontera y en Honduras afirmaron haber vivido semanas de profundo sufrimiento y desesperanza. Numerosos padres indican que no se les permite hablar con sus hijos, o que solo pueden hacerlo brevemente si est谩n en condiciones de pagar las llamadas. En algunos casos, transcurrieron varias semanas sin que los padres supieran d贸nde estaban sus hijos, mientras que en otros casos fueron deportados solos, sin brindarles ninguna informaci贸n sobre los hijos de los que hab铆an sido separados y que permanecieron en EE. UU. Algunos padres manifestaron que funcionarios de inmigraci贸n los persuadieron de que renunciaran a sus derechos, incluso el derecho a pedir asilo, al informarles que esa era la 煤nica manera —o la manera m谩s r谩pida— de volver a reunirse con sus hijos. Incluso entre quienes se han reencontrado con sus familias, el da帽o al vinculo entre hijos y padres podr铆a ser grave y duradero.
“Cada instante que se posterga la reunificaci贸n de estas familias agrava el da帽o que ha ocasionado la separaci贸n”, explic贸 Michael Bochenek, asesor s茅nior de la divisi贸n de Derechos del Ni帽o de Human Rights Watch. “El Gobierno estadounidense no parece estar ejerciendo seriamente su responsabilidad de abordar con urgencia el enorme da帽o que ha causado y que sigue provocando”.
“Pablo Z.”, que pidi贸 que se lo identificara con un seud贸nimo, fue deportado a Honduras solo, sin su ni帽o de 4 a帽os. Dijo a Human Rights Watch que luego de ser separados forzosamente, por dos semanas no pudo comunicarse con su hijo. Una semana despu茅s de su deportaci贸n, finalmente pudo hablar con 茅l. “Dijo que no quer铆a hablar conmigo porque cre铆a que yo lo hab铆a abandonado all铆”, cont贸 Pablo. “Cuando dice eso, me hace llorar. Siento que no puedo hablar. Lo que m谩s quisiera es verlo y abrazarlo”.
Abogados que trabajan para el Gobierno de Trump indicaron el lunes a la justicia federal que hasta el momento hab铆an vuelto a reunir a 879 padres con sus hijos y que se hab铆a autorizado la reunificaci贸n de otros 538 padres, que estaban esperando ser trasladados. El Gobierno inform贸 asimismo que 463 padres de ni帽os migrantes “ya no est谩n” en EE. UU., lo que implica que tal vez hayan sido deportados o que se fueron del pa铆s tras firmar un acuerdo de devoluci贸n “voluntario”.
El Gobierno incumpli贸 un plazo judicial anterior para reunificar a todos los ni帽os y ni帽as menores de 5 con sus padres. Para el 12 de julio, dos d铆as despu茅s del plazo, el gobierno hab铆a reunificado con sus padres a 57 de 105 ni帽os peque帽os.
Varios padres detenidos y ni帽os separados de sus padres nos dijeron que solo pod铆an hablar si estaban en condiciones de pagar el costo, a veces elevado, de las llamadas telef贸nicas en los centros de detenci贸n (por ejemplo, una llamada de 10 minutos puede costar m谩s de USD 5, un valor que muchos padres no pueden pagar). Seg煤n informaron a Human Rights Watch abogados del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, hasta el 13 de julio tambi茅n se ped铆a a los padres que pagaran el costo del traslado de sus hijos. Estos costos incluso ascend铆an a USD 1.900 en un caso que document贸 la Uni贸n Estadounidense por las Libertades Civiles (American Civil Liberties Union).
“Solamente hablo con mi padre cuando 茅l puede llamar desde el centro de detenci贸n, y es una llamada muy breve”, indic贸 a Human Rights Watch un ni帽o de 11 a帽os que hab铆a sido separado de sus padres. “A veces la llamada se corta, y creo que es porque se queda sin dinero para continuar la comunicaci贸n. Me aterra la posibilidad de que lo deporten y yo me quede solo aqu铆”.
Algunos padres se帽alaron a Human Rights Watch que dieron su consentimiento a la deportaci贸n porque los funcionarios les dijeron que ser铆an deportados con sus hijos o los presionaron para que renunciaran a su derecho a solicitar asilo a cambio de obtener la reunificaci贸n familiar.
El trato represivo por parte de funcionarios debe ser investigado de manera urgente y exhaustiva, y deben rendir cuentas aquellos agentes que se determine que han enga帽ado o coaccionado a padres o hijos separados del resto de su familia, apunt贸 Human Rights Watch.
En la justicia federal se ha bloqueado temporalmente la deportaci贸n de familias separadas y reunificadas recientemente, incluso en una orden de alcance nacionalemitida el 16 de julio. Otra orden judicial exige al Gobierno presentar un plan “para abordar el trauma infantil provocado por la separaci贸n inconstitucional de ni帽os y ni帽as de sus padres que llev贸 a cabo el Gobierno”.
En vez de separar forzosamente a las familias, el gobierno de Trump pretende detener a las familias juntas hasta que se resuelvan sus casos inmigratorios, incluidos los pedidos de asilo. Esto contravendr铆a las exigencias legales estadounidenses que, en general, limitan la detenci贸n de las familias a un per铆odo de 20 d铆as.
Los ni帽os y las ni帽as, ya sean no acompa帽ados o como miembros de una familia, no deber铆an permanecer en centros de detenci贸n inmigratoria, opin贸 Human Rights Watch. Diversos expertos en salud en el Gobierno han alertado acerca de que la detenci贸n de familias migrantes supone un “alto riesgo de perjuicio” para los ni帽os, especialmente por el trauma que ya han sufrido como resultado de la separaci贸n familiar forzosa. La separaci贸n familiar y la detenci贸n familiar tienen consecuencias devastadoras y duraderas, sobre todo si son prolongadas e indefinidas, seg煤n pudo comprobarlo previamente Human Rights Watch. Las consecuencias adversas de la detenci贸n son incluso m谩s pronunciadas para los ni帽os que huyeron de amenazas de muerte, violencia y otros perjuicios graves.
El Gobierno de EE. UU. deber铆a evaluar en forma justa cada solicitud individual de asilo, conforme lo exigen el derecho estadounidense y el derecho internacional. Se deber铆a poner en libertad a las familias detenidas, y emplear las alternativas a la detenci贸n que sean menos restrictivas y garanticen la comparecencia ante la justicia; adem谩s, las autoridades deber铆an tomar medidas sin demora que pongan fin a las pr谩cticas coercitivas de funcionarios inmigratorios, brindar reparaci贸n a las familias perjudicadas por la separaci贸n y reunir a miles de ni帽os que siguen separados de sus padres, incluidos aquellos padres que ya han sido expulsados del pa铆s.
“Detener a las familias no hace m谩s que reemplazar un da帽o con otro”, expres贸 Clara Long, investigadora s茅nior del programa de EE. UU. de Human Rights Watch. “El Gobierno deber铆a optar por alternativas compasivas, dignas y eficaces a la detenci贸n, e invertir en un sistema de justicia inmigratoria justo y oportuno”.
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© 2018 Reuters/Brendan McDermid |
Una decena de madres, padres, ni帽as y ni帽os separados de sus familias que Human Rights Watch entrevist贸 en las 煤ltimas semanas en la frontera y en Honduras afirmaron haber vivido semanas de profundo sufrimiento y desesperanza. Numerosos padres indican que no se les permite hablar con sus hijos, o que solo pueden hacerlo brevemente si est谩n en condiciones de pagar las llamadas. En algunos casos, transcurrieron varias semanas sin que los padres supieran d贸nde estaban sus hijos, mientras que en otros casos fueron deportados solos, sin brindarles ninguna informaci贸n sobre los hijos de los que hab铆an sido separados y que permanecieron en EE. UU. Algunos padres manifestaron que funcionarios de inmigraci贸n los persuadieron de que renunciaran a sus derechos, incluso el derecho a pedir asilo, al informarles que esa era la 煤nica manera —o la manera m谩s r谩pida— de volver a reunirse con sus hijos. Incluso entre quienes se han reencontrado con sus familias, el da帽o al vinculo entre hijos y padres podr铆a ser grave y duradero.
“Cada instante que se posterga la reunificaci贸n de estas familias agrava el da帽o que ha ocasionado la separaci贸n”, explic贸 Michael Bochenek, asesor s茅nior de la divisi贸n de Derechos del Ni帽o de Human Rights Watch. “El Gobierno estadounidense no parece estar ejerciendo seriamente su responsabilidad de abordar con urgencia el enorme da帽o que ha causado y que sigue provocando”.
“Pablo Z.”, que pidi贸 que se lo identificara con un seud贸nimo, fue deportado a Honduras solo, sin su ni帽o de 4 a帽os. Dijo a Human Rights Watch que luego de ser separados forzosamente, por dos semanas no pudo comunicarse con su hijo. Una semana despu茅s de su deportaci贸n, finalmente pudo hablar con 茅l. “Dijo que no quer铆a hablar conmigo porque cre铆a que yo lo hab铆a abandonado all铆”, cont贸 Pablo. “Cuando dice eso, me hace llorar. Siento que no puedo hablar. Lo que m谩s quisiera es verlo y abrazarlo”.
Abogados que trabajan para el Gobierno de Trump indicaron el lunes a la justicia federal que hasta el momento hab铆an vuelto a reunir a 879 padres con sus hijos y que se hab铆a autorizado la reunificaci贸n de otros 538 padres, que estaban esperando ser trasladados. El Gobierno inform贸 asimismo que 463 padres de ni帽os migrantes “ya no est谩n” en EE. UU., lo que implica que tal vez hayan sido deportados o que se fueron del pa铆s tras firmar un acuerdo de devoluci贸n “voluntario”.
El Gobierno incumpli贸 un plazo judicial anterior para reunificar a todos los ni帽os y ni帽as menores de 5 con sus padres. Para el 12 de julio, dos d铆as despu茅s del plazo, el gobierno hab铆a reunificado con sus padres a 57 de 105 ni帽os peque帽os.
Varios padres detenidos y ni帽os separados de sus padres nos dijeron que solo pod铆an hablar si estaban en condiciones de pagar el costo, a veces elevado, de las llamadas telef贸nicas en los centros de detenci贸n (por ejemplo, una llamada de 10 minutos puede costar m谩s de USD 5, un valor que muchos padres no pueden pagar). Seg煤n informaron a Human Rights Watch abogados del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, hasta el 13 de julio tambi茅n se ped铆a a los padres que pagaran el costo del traslado de sus hijos. Estos costos incluso ascend铆an a USD 1.900 en un caso que document贸 la Uni贸n Estadounidense por las Libertades Civiles (American Civil Liberties Union).
“Solamente hablo con mi padre cuando 茅l puede llamar desde el centro de detenci贸n, y es una llamada muy breve”, indic贸 a Human Rights Watch un ni帽o de 11 a帽os que hab铆a sido separado de sus padres. “A veces la llamada se corta, y creo que es porque se queda sin dinero para continuar la comunicaci贸n. Me aterra la posibilidad de que lo deporten y yo me quede solo aqu铆”.
Algunos padres se帽alaron a Human Rights Watch que dieron su consentimiento a la deportaci贸n porque los funcionarios les dijeron que ser铆an deportados con sus hijos o los presionaron para que renunciaran a su derecho a solicitar asilo a cambio de obtener la reunificaci贸n familiar.
El trato represivo por parte de funcionarios debe ser investigado de manera urgente y exhaustiva, y deben rendir cuentas aquellos agentes que se determine que han enga帽ado o coaccionado a padres o hijos separados del resto de su familia, apunt贸 Human Rights Watch.
En la justicia federal se ha bloqueado temporalmente la deportaci贸n de familias separadas y reunificadas recientemente, incluso en una orden de alcance nacionalemitida el 16 de julio. Otra orden judicial exige al Gobierno presentar un plan “para abordar el trauma infantil provocado por la separaci贸n inconstitucional de ni帽os y ni帽as de sus padres que llev贸 a cabo el Gobierno”.
En vez de separar forzosamente a las familias, el gobierno de Trump pretende detener a las familias juntas hasta que se resuelvan sus casos inmigratorios, incluidos los pedidos de asilo. Esto contravendr铆a las exigencias legales estadounidenses que, en general, limitan la detenci贸n de las familias a un per铆odo de 20 d铆as.
Los ni帽os y las ni帽as, ya sean no acompa帽ados o como miembros de una familia, no deber铆an permanecer en centros de detenci贸n inmigratoria, opin贸 Human Rights Watch. Diversos expertos en salud en el Gobierno han alertado acerca de que la detenci贸n de familias migrantes supone un “alto riesgo de perjuicio” para los ni帽os, especialmente por el trauma que ya han sufrido como resultado de la separaci贸n familiar forzosa. La separaci贸n familiar y la detenci贸n familiar tienen consecuencias devastadoras y duraderas, sobre todo si son prolongadas e indefinidas, seg煤n pudo comprobarlo previamente Human Rights Watch. Las consecuencias adversas de la detenci贸n son incluso m谩s pronunciadas para los ni帽os que huyeron de amenazas de muerte, violencia y otros perjuicios graves.
El Gobierno de EE. UU. deber铆a evaluar en forma justa cada solicitud individual de asilo, conforme lo exigen el derecho estadounidense y el derecho internacional. Se deber铆a poner en libertad a las familias detenidas, y emplear las alternativas a la detenci贸n que sean menos restrictivas y garanticen la comparecencia ante la justicia; adem谩s, las autoridades deber铆an tomar medidas sin demora que pongan fin a las pr谩cticas coercitivas de funcionarios inmigratorios, brindar reparaci贸n a las familias perjudicadas por la separaci贸n y reunir a miles de ni帽os que siguen separados de sus padres, incluidos aquellos padres que ya han sido expulsados del pa铆s.
“Detener a las familias no hace m谩s que reemplazar un da帽o con otro”, expres贸 Clara Long, investigadora s茅nior del programa de EE. UU. de Human Rights Watch. “El Gobierno deber铆a optar por alternativas compasivas, dignas y eficaces a la detenci贸n, e invertir en un sistema de justicia inmigratoria justo y oportuno”.