OPINI脫N de Teodoro Renter铆a Arr贸yave, M茅xico.- La tragedia a茅rea en la que perdieron la vida la gobernadora de Puebla, Martha 脡rika Alonso, su esposo el senador Rafael Moreno Valle y tres personas m谩s, aunado al entorno pol铆tico que provoc贸 la impugnaci贸n de los resultados de las elecciones y la tard铆a decisi贸n dividida del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federaci贸n, ha provocado si no una crisis si un ambiente tenso por las especulaciones de todo tipo que se han suscitado.
Cuando se presentan estos eventos dolorosos lo aconsejable es guardar la calma, la prudencia, por desgracia siempre hay intereses pol铆ticos y econ贸micos que afloran para expresar toda clase de vaguedades y lanzar acusaciones sin fundamento y sin pruebas. En las propias exequias de las v铆ctimas hubo expresiones de odio.
Las redes sociales fueron aprovechadas para enrarecer el ambiente. Lo lamentable es que individuos que se presentan como profesionales de prestigio escriban art铆culos con se帽alamientos o acusaciones directos, si son instruidos como presumen deber铆an de saber que la ley exige probanza de toda acusaci贸n.
El onus probando –carga de la prueba-, se basa en el viejo aforismo del derecho, que indica: “lo normal se entiende que est谩 probado, lo anormal se prueba”.
Fue de gran altura que el morenista Miguel 脕ngel Barbosa, quien fuera el adversario en la elecciones de la ahora desaparecida Martha 脡rika Alonso, e impugnador de las mismas, haya declarado en entrevista radiof贸nica respecto del evento tr谩gico, que no son momentos de especulaciones; su expresi贸n de “magnicidio”, fue un error, un lapsus lingue y nada m谩s.
Cabe se帽alar que los funcionarios federales del actual gobierno actuaron con la diligencia a que est谩n obligados, y que por desgracia no hab铆a ocurrido en el pasado inmediato. Tambi茅n es de resaltarse su determinaci贸n de que sean una o dos agencias extranjeras de prestigio reconocido, las que en definitiva se encarguen de la investigaci贸n del incidente.
El propio presidente Andr茅s Manuel L贸pez Obrador, sin p茅rdida de tiempo, sali贸 a atajar los ataques insanos al expresar: “Nosotros no somos represores, nosotros luchamos por un cambio por la v铆a pac铆fica y vamos a lograr ese cambio por el camino de la concordia. Nunca jam谩s actuar铆amos en contra de nadie, jam谩s, por cuestiones de principios, de ideales. Esto tiene que ver con nuestros adversarios y no con todos, son grupos neofascistas, que est谩n muy enojados por el triunfo de nuestro movimiento y tratan de mancharnos, tratan de afectarnos”.
Son neofascistas “porque as铆 act煤an los que odian, los que act煤an con fanatismo, los que no se limitan en nada, que no tienen escr煤pulos morales. Esa es la caracter铆stica, m谩s que nada el odio. No en todos los casos son personas, por eso hablo de minor铆as, echan a andar instrumentos en medios de comunicaci贸n... afortunadamente quedan al desnudo, como en este caso”.
Defensores a ultranza de las libertades de prensa y expresi贸n, aceptamos que las especulaciones broten en casos de esta naturaleza, sin embargo las acusaciones sin pruebas son condenables por todos conceptos, por ello los c贸digos contemplan la difamaci贸n, por fortuna ya en M茅xico desde el 谩mbito de lo civil y no penal.
Cuando se presentan estos eventos dolorosos lo aconsejable es guardar la calma, la prudencia, por desgracia siempre hay intereses pol铆ticos y econ贸micos que afloran para expresar toda clase de vaguedades y lanzar acusaciones sin fundamento y sin pruebas. En las propias exequias de las v铆ctimas hubo expresiones de odio.
Las redes sociales fueron aprovechadas para enrarecer el ambiente. Lo lamentable es que individuos que se presentan como profesionales de prestigio escriban art铆culos con se帽alamientos o acusaciones directos, si son instruidos como presumen deber铆an de saber que la ley exige probanza de toda acusaci贸n.
El onus probando –carga de la prueba-, se basa en el viejo aforismo del derecho, que indica: “lo normal se entiende que est谩 probado, lo anormal se prueba”.
Fue de gran altura que el morenista Miguel 脕ngel Barbosa, quien fuera el adversario en la elecciones de la ahora desaparecida Martha 脡rika Alonso, e impugnador de las mismas, haya declarado en entrevista radiof贸nica respecto del evento tr谩gico, que no son momentos de especulaciones; su expresi贸n de “magnicidio”, fue un error, un lapsus lingue y nada m谩s.
Cabe se帽alar que los funcionarios federales del actual gobierno actuaron con la diligencia a que est谩n obligados, y que por desgracia no hab铆a ocurrido en el pasado inmediato. Tambi茅n es de resaltarse su determinaci贸n de que sean una o dos agencias extranjeras de prestigio reconocido, las que en definitiva se encarguen de la investigaci贸n del incidente.
El propio presidente Andr茅s Manuel L贸pez Obrador, sin p茅rdida de tiempo, sali贸 a atajar los ataques insanos al expresar: “Nosotros no somos represores, nosotros luchamos por un cambio por la v铆a pac铆fica y vamos a lograr ese cambio por el camino de la concordia. Nunca jam谩s actuar铆amos en contra de nadie, jam谩s, por cuestiones de principios, de ideales. Esto tiene que ver con nuestros adversarios y no con todos, son grupos neofascistas, que est谩n muy enojados por el triunfo de nuestro movimiento y tratan de mancharnos, tratan de afectarnos”.
Son neofascistas “porque as铆 act煤an los que odian, los que act煤an con fanatismo, los que no se limitan en nada, que no tienen escr煤pulos morales. Esa es la caracter铆stica, m谩s que nada el odio. No en todos los casos son personas, por eso hablo de minor铆as, echan a andar instrumentos en medios de comunicaci贸n... afortunadamente quedan al desnudo, como en este caso”.
Defensores a ultranza de las libertades de prensa y expresi贸n, aceptamos que las especulaciones broten en casos de esta naturaleza, sin embargo las acusaciones sin pruebas son condenables por todos conceptos, por ello los c贸digos contemplan la difamaci贸n, por fortuna ya en M茅xico desde el 谩mbito de lo civil y no penal.