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La reanimaci贸n de la memoria argentina en las calles

OPINI脫N de Emilio Cafassi.- Como todos los 24 de marzo, Buenos Aires inunda sus avenidas de encarnada memoria sobre el m谩s tr谩gico horror del pasado reciente hasta converger en la hist贸rica Plaza de Mayo. El domingo se conmemor贸 el 43° aniversario del 煤ltimo golpe c铆vico-militar que instaur贸 el Terrorismo de Estado en Argentina, una de las sedes pr谩cticas del Plan C贸ndor. Los m茅ritos del kirchnerismo resultan acotados y puntuales, pero entre ellos sobresale particular铆simamente haber anulado las leyes de obediencia debida y punto final que leg贸 la genuflexi贸n de Alfons铆n y -como si no bastaran de reaseguro de impunidad- los indultos con los que Menem benefici贸 a los pocos condenados de entonces.

Esas revocaciones se acompa帽aron de una pol铆tica en茅rgica y coherente, sostenida por un lado desde la Secretar铆a de Derechos Humanos a cargo de Eduardo Luis Duhalde y por otro de la Procuraci贸n General de la Naci贸n, con Esteban Righi. Ambos amigos y compa帽eros fallecidos (el 煤ltimo muy recientemente) quienes fueron los principales responsables de la gran cantidad de juicios a los genocidas y de sus consecuentes procesamientos y encarcelamientos. Un verdadero ejemplo de alcance mundial ante la barbarie, que merece el m谩s profundo reconocimiento. De este modo nos convocamos para reavivar la memoria y continuar avanzando hacia la verdad y la justicia. Y 煤ltimamente, a帽o a a帽o, venimos siendo cada vez m谩s y el domingo no fue la excepci贸n.

La principal raz贸n del crecimiento en la convocatoria proviene del empoderamiento ciudadano que supone la vigencia de la justicia y el fin de la impunidad de los terroristas de estado, al menos de su fracci贸n militar y policial es decir de los perpetradores directos, sin que se haya llegado a煤n a los sectores civiles y eclesi谩sticos, c贸mplices o part铆cipes directos del r茅gimen. Algunas de las sinuosidades o retrocesos parciales en a帽os previos, tuvieron que ver con la cooptaci贸n que el kirchnerismo ha hecho de algunos organismos de DDHH y las consecuentes divisiones que hasta llevaron a realizar dos o m谩s marchas en el mismo d铆a y en sentidos opuestos.

Pero en las 煤ltimas 4 ocasiones, fue el macrismo quien contribuy贸 a expandir la concurrencia, no por participar ni convocar a la movilizaci贸n, sino por su pol铆tica en el m谩s amplio y ruinoso sentido: desde los DDHH, hasta la esfera econ贸mica, social, institucional, educativa, sanitaria, judicial, etc. Se recordar谩 que Macri inici贸 su mandato intentando designar por decreto a dos nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia, algo inconstitucional hasta para la mirada de un ingresante a la facultad. Meses m谩s tarde, y luego de los procedimientos previstos, el senado aprob贸 la designaci贸n de tales nuevos Ministros de la Corte. En el campo de los DDHH ese cuerpo ampliado acort贸 la pena de un represor condenado bas谩ndose en una ley llamada vulgarmente del 2X1 que existi贸 en Argentina entre 1994 y 2001 con el objetivo de reducir la poblaci贸n carcelaria, compuesta en gran parte por personas con prisi贸n preventiva y sin condena firme. El parlamento debi贸 dictar una ley que restringe la aplicaci贸n de reducciones de condena para los delitos de lesa humanidad. Tampoco se priv贸 el macrismo de provocaciones como la de un funcionario que puso en duda la cifra de 30.000 desaparecidos.

El amplio consenso social que tiene el desarrollo de los juicios contra los genocidas le impide al macrismo anularlos o siquiera -como en su momento propuso el ex Presidente Duhalde a quien no hay que confundir con el citado secretario de DDHH- un refer茅ndum para suspender los juicios. Sin embargo, manipula y presiona a la justicia para lograr la lentificaci贸n burocratizada de su accionar y la bifurcaci贸n multiplicadora de causas y consecuentemente de testimonios. Tanto como logra que los jueces dispongan prisiones domiciliarias de los condenados, las que van en aumento en detrimento de los que se encuentran en diversas c谩rceles. De los 977 detenidos, 650 est谩n bajo arresto domiciliario, 252 en penitenciar铆as federales, 74 en una unidad militar y s贸lo 1 en la gendarmer铆a nacional. Al inicio del macrismo, hab铆a 439 en sus domicilios y 603 en las prisiones. La tendencia habla por s铆 misma.

M谩s all谩 de la magnitud incremental, se van ampliando los sectores sociales movilizados y con ellos las demandas, que exceden la esfera jur铆dica. Es que la pol铆tica econ贸mico-social de Macri replica casi con exactitud la de la dictadura (habr铆a que agregar que luego fue profundizada m谩s a煤n por Menem). El documento consensuado por todas las organizaciones convocantes a la marcha unitaria habla expl铆citamente del “programa econ贸mico de miseria planificada” que pone en peligro hasta la propia “democracia (…) No tener derecho al trabajo, a la alimentaci贸n, a la salud, a la educaci贸n y a la vivienda, entre otros derechos fundamentales genera pobreza y hambre”. Luego de reafirmar el car谩cter alarmante de las cifras se enfatizan los despidos masivos, “la entrega del pa铆s a los buitres, la persecuci贸n de los pueblos originarios, la persecuci贸n a militantes, las presas y presos pol铆ticos, la grave injerencia del gobierno sobre el Poder Judicial y retrocesos en el campo de memoria, verdad y justicia”.

El futuro argentino no es alentador. Ser谩 muy largo y tortuoso el esfuerzo de reconstrucci贸n, luego del derrumbe que deja Macri. Aunque es fundamental, como sea y con quien sea, que a alguien se lo deje.

Como entonces: Nunca M谩s.

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