
“Esta crisis medioambiental no es una simple advertencia, sino la dura realidad del Mediterráneo. Europa lleva décadas dando la espalda a la situación y su pasividad nos ha llevado a un punto cercano al no retorno”. Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa.

El Mediterráneo sufre una crisis silenciosa: la sobrepesca. Según los datos de la Comisión Europea, el 87% de las poblaciones de peces de este mar están sobreexplotadas. Por volumen de capturas y flota, la principal responsable de esta situación es la Unión Europea. De hecho, el informe SOFIA 2018 de la FAO sitúa la región del Mediterráneo y Mar Negro en primera posición mundial en cuanto a porcentaje de poblaciones explotadas a niveles biológicamente insostenibles.
Los efectos de esta situación ya se dejan notar. Un estudio publicado en la revista Nature observaba una reducción del 34% en la abundancia de importantes especies comerciales y no comerciales entre 1950 y 2011, y un declive del 41% de depredadores.

El Mediterráneo sufre una crisis silenciosa: la sobrepesca. Según los datos de la Comisión Europea, el 87% de las poblaciones de peces de este mar están sobreexplotadas. Por volumen de capturas y flota, la principal responsable de esta situación es la Unión Europea. De hecho, el informe SOFIA 2018 de la FAO sitúa la región del Mediterráneo y Mar Negro en primera posición mundial en cuanto a porcentaje de poblaciones explotadas a niveles biológicamente insostenibles.
Los efectos de esta situación ya se dejan notar. Un estudio publicado en la revista Nature observaba una reducción del 34% en la abundancia de importantes especies comerciales y no comerciales entre 1950 y 2011, y un declive del 41% de depredadores.