OPINI脫N de Thierry Labica.- El congreso del Partido laborista brit谩nico se ha realizado en una coyuntura marcada por tres elementos que determinan la urgencia y el tono del mismo.
El primero, la crisis del Brexit. Es el m谩s inmediato y el que m谩s ruido hace. La sentencia del Tribunal supremo del Reino Unido (24/09) contra el cierre (prorogation) del parlamento por el primer ministro Boris Johnson, que lo considera "ilegal, nulo y sin efectos"y la confusi贸n ligada al Brexit contin煤a contaminando todo el ambiente. Ahora mismo, esta confusi贸n pasa del sector manufacturero, sus inversiones y sus carteras de pedidos al 谩mbito constitucional a trav茅s de los principales partidos pol铆ticos en medio de duros enfrentamientos internos y la casi paralizaci贸n de la actividad parlamentaria desde hace un a帽o. As铆 pues, al primer ministro brit谩nico, sin ninguna legitimidad electoral y sin mayor铆a parlamentaria, solo le queda una salida: la verborrea pura subida de tono y la ret贸rica agresiva (contra la justicia, contra la oposici贸n y contra la oposici贸n en su propio partido) de la que todo el mundo conoce y observa los comportamientos que legitima y anima.
El incremento de las agresiones racistas desenfrenadas tras la campa帽a del refer茅ndum (muy centrada en el tema de la inmigraci贸n) podr铆a haber servido de lecci贸n. Tres semanas antes del refer茅ndum, el atroz asesinato de la diputada laborista Jo Cox por un asesino de la extrema-derecha al grito de "¡Primero Gran Breta帽a!" tendr铆a que haber servido de lecci贸n. Nada de eso ocurri贸. Cuando se cita este desastroso precedente por parte de las y los electos destinatarios de repetidas y siniestras amenazas e intimidaciones, Boris Johnson se mofa y se burla hablando de "pamplinas" (humbug). Lleg贸 a afirmar que para sentirse seguros mejor ser铆a que todos los miembros del parlamento apoyen el brexit que propone 茅l. Chantaje totalmente t贸xico que indign贸 a Ed Miliband.
El principal efecto de la expresi贸n ret贸rica de esta crisis es el de polarizar un poco m谩s el debate con el intento de unificar al electorado anti-UE en base a una posici贸n nacionalista inglesa ultrarreaccionaria. Johnson se postula a s铆 mismo como el hombre del pueblo al servicio del pueblo contra todo el orden institucional "capitulador" y "flojo". Seguramente, entre Trump, Bolsonaro, Mody, Orban o Netanyahu, esta extravagancia tiene a favor el viento nauseabundo de la historia.
El segundo aspecto de la coyuntura tiene que ver con la actualidad de la cuesti贸n clim谩tica y el nuevo rumbo que ha tomado en estas 煤ltimas semanas. El congreso laborista ha coincidido con dos acontecimientos importantes. Por una parte, las masivas manifestaciones [por el clima] de la extinction rebellion organizadas en todo el mundo con una gran participaci贸n de la juventud. Por lo dem谩s, el 20 de septiembre, v铆spera del inicio del congreso, Jeremy Corbyn fue llamado a intervenir ante la multitudinaria manifestaci贸n londinense.
Potra parte, las 煤ltimas investigaciones cient铆ficas se帽alan una aceleraci贸n en el cambio clim谩tico mucho mayor y m谩s grave de lo que se hab铆a anunciado hasta el presente, lo que pone en cuesti贸n, de forma radical, el conjunto de las pr谩cticas dominantes en el mundo en lo que respecta a la producci贸n, la circulaci贸n y el consumo.
El tercer elemento resulta m谩s familiar y cotidiano para gran parte de la poblaci贸n brit谩nica, si bien la prensa brit谩nica no informa mucho sobre ello. Su cr铆tica actualidad se debe a los 煤ltimos resultados publicados por la Oficina nacional de estad铆stica brit谩nica. Seg煤n dicha oficina, a principios de septiembre, tras diez a帽os de una austeridad tan salvaje como irracional, los estragos causados para amplios sectores de la poblaci贸n han alcanzado un nivel comparable a las secuelas dejadas por la segunda guerra mundial. Tras el acceso al poder de la coalici贸n entre los conservadores y liberal-dem贸cratas en 2010, el n煤mero de suicidios ha aumentado un 16%, las muertes debidas a la falta de alojamiento, en relaci贸n a 2013, han aumentado un 24% los fallecimiento vinculados al consumo de drogas han progresado un 66%, las muertes por las duras condiciones invernales un 64%.
S贸lo en el a帽o 2018 murieron en la calle 597 persona (casi tres personas cada dos d铆as), se suicidaron 6507, 4359 murieron por motivos ligados al consumo de estupefacientes (es decir, una muerte cada dos horas), las muertes por las condiciones invernales afectaron a 51.100 personas, es decir, 20.000 m谩s que en 2010 y 5100 muertes se debieron a la pobreza energ茅tica. En total, las personas muertas debido a la pobreza y a la desesperaci贸n alcanzan la cifra de 60.000.
Estas terribles cifras confirman las observaciones hechas dos a帽os antes por un equipo de dem贸grafos que constataron un crecimiento dram谩tico de la mortalidad en lo que, ya en aquellos momentos, consideraron reconocer como los efectos catastr贸ficos de las pol铆ticas de austeridad. En la misma l铆nea el informe de la ONU de 2018 se帽alaba un crecimiento dram谩tico de la pobreza que afectaba a 14,3 millones de personas en el Reino Unido. Dicho de otro modo, las 煤ltimas cifras de la Oficina Nacional de Estad铆stica recuerdan la gravedad extrema de la situaci贸n social brit谩nica, que ahora mismo se sit煤a en t茅rminos de supervivencia inmediata y de patolog铆as mentales a nivel de masas.
M谩s o menos en el mismo per铆odo, 2013 y 2018, las rentas acumuladas de las mil personas m谩s ricas han pasado de 450 a 724 mil millones de libras esterlinas; es decir, un crecimiento de 274 mil millones en cinco a帽os. S贸lo en el a帽o 2017-2018 el incremento fue de 66 mil millones.
Seg煤n la Dra. Wanda Wyporska, directora de Equality Trust que recopila estos datos, esta acumulaci贸n de riqueza por un reducido n煤mero de individuos es "econ贸micamente primitiva, socialmente t贸xica, pol铆ticamente peligrosa y pone al descubierto una imagen desgarradora de la desigualdad en el Reino Unido. Deber铆a tratarse como una verg眉enza nacional". Y a帽ade: "Esta terrible desigualdad de rentas en el Reino Unido representa una injusticia grave y una terrible amenaza para nuestra econom铆a y nuestra cohesi贸n social. Si la riqueza continua fluyendo a chorros hacia arriba, las oportunidades y las esperanzas de las generaciones futuras se ver谩n vetadas para siempre. Esta es la receta del resentimiento, de la divisi贸n social y, potencialmente, del desastre".
Los retos del Congreso laborista
Si miramos esta realidad tan sombr铆a con cierta de perspectiva, el desaf铆o que ten铆a enfrente el Congreso laborista era encontrar un equilibrio pol铆tico justo y comprensible entre estos par谩metros en una situaci贸n muy confusa y en v铆speras de unas elecciones legislativas que se prev茅n inminentes. La cuesti贸n era ¿c贸mo situar al partido en un debate ardiente sobre el Brexit evitando que esa cuesti贸n oculte el resto (clima, colapso social), que es lo fundamental?
Adem谩s, la b煤squeda de este equilibrio se presentaba m谩s complicada a煤n debido a un factor suplementario. A pesar de la gravedad de la situaci贸n y del papel que debe desempe帽a el laborismo, tanto en el Reino Unido como en relaci贸n a la izquierda europea, la direcci贸n del partido se ve obligada a hacer frente a los intentos para poner a Corbyn en dificultad y, si es posible, desembarazarse de 茅l, por parte de la derecha del partido.
En esta ocasi贸n, la principal maniobra ha consistido en intentar que el congreso adopte una moci贸n que hubiera comprometido al partido y a su direcci贸n a apoyar de forma exclusiva el remain [permanencia en la UE] en la pr贸xima campa帽a electoral. Semejante compromiso no solo hubiera representado una ruptura absoluta y lamentable con la posici贸n adoptada en 2017 de respetar el resultado del refer茅ndum, sino que adem谩s Corbyn se hubiera visto comprometido a negociar un Brexit del que, por otra parte, el partido se habr铆a desentendido.
La incoherencia extrema de semejante posici贸n no escap贸 a la mayor铆a de los delegados y delegadas que la rechazaron por amplia mayor铆a para apoyar otra orientaci贸n de compromiso: tras las elecciones legislativas, negociar un acuerdo de salida de la UE y someter los t茅rminos claros y expl铆citos de la misma a refer茅ndum con la posibilidad de poder votar tambi茅n a favor de la permanencia. El partido laborista propone organizar un congreso espec铆fico tras las elecciones para definir la orientaci贸n del partido entre el acuerdo negociado y la permanencia.
Esta orientaci贸n de compromiso permite poner fin a una polarizaci贸n despolitizada del debate p煤blico sobre el Brexit. Los conservadores tratan de captar al electorado m谩s pro-Brexit, los liberal dem贸cratas, al electorado pro-permanencia. Por el contrario, el partido laborista propone formular una serie de prioridades comunes a la gran mayor铆a de la sociedad; prioridades sociales, clim谩ticas, democr谩ticas que exist铆an antes del Brexit y la elecci贸n binaria que parece imponer, y continuar谩n existiendo despu茅s.
Liberarse, aunque sea parcialmente, de la conminaci贸n a optar sobre el Brexit resultaba imperativo para dirigirse al conjunto de la sociedad; una sociedad sometida a pol铆ticas crueles desde hace cerca de diez a帽os. S贸lo de ese modo se pueden situar en primer plano las propuestas fundacionales de un programa social no solo redistributivo, sino de car谩cter post-capitalista en muchos puntos y que hace referencia a un socialismo que, en el Reino Unido, no ha sufrido la profunda desfiguraci贸n que este nombre-programa ha padecido en otras partes de Europa y, sobre todo, en Francia. Rechazar que el Brexit sature el conjunto del debate pol铆tico permite popularizar el ambicioso y combativo proyecto de una "revoluci贸n industrial verde" que articule estrechamente las cuestiones clim谩ticas, medioambientales, de justicia social y de nuevos derechos democr谩ticos.
Elementos del programa
Fundamentalmente, este programa de transici贸n de inspiraci贸n ecosocialista y feminista –presentado, entre otras, por Rebecca Long-Bailey (ministra de empresas del gobierno de la oposici贸n)– implica proyectos de diversificaci贸n de las formas de propiedad p煤blica seg煤n el tama帽o del territorio y las necesidades existentes, apoyados por una red de bancos p煤blicos de inversi贸n regionales. Lejos del modelo de las nacionalizaciones de la posguerra, el proyecto se orienta a la reapropiaci贸n p煤blica (del ferrocarril, la energ铆a, el agua...) apoyado, por una parte, a trav茅s de medidas de justicia fiscal y de recursos financieros masivos, pero tambi茅n por y para un progreso democr谩ticos nuevo a escala local, regional y en los centros de trabajo.
En relaci贸n a este 煤ltimo punto, por ejemplo, el partido laborista defiende tanto la extensi贸n del sector cooperativo (se plantea duplicarlo), como el restablecimiento y la ampliaci贸n de los derechos de las organizaciones sindicales en una perspectiva expl铆citamente autogestionaria (como se escuch贸 en la intervenci贸n de John Mcdonnell en el congreso del partido, o en el de Corbyn en el congreso de la Confederaci贸n de sindicatos (TUC) que le precedi贸 unos d铆as antes).
La lucha contra la precariedad y la pobreza end茅mica en el trabajo pasa entre otras medidas por la abolici贸n de los contratos zero horas, el acceso a la totalidad de los derechos salariales desde el momento de firmar el contrato, la garant铆a de un salario vital (y no de un salario m铆nimo) y la reducci贸n del tiempo de trabajo a 32 horas semanales a lo largo de 10 a帽os (en un pa铆s que conoce las jornadas m谩s largas de Europa). Asimismo, plantea un amplio programa de construcci贸n de viviendas asequibles y el control de alquileres; y tambi茅n –que es crucial–, una pol铆tica de acogida y de solidaridad con las personas refugiadas.
Asimismo, habr铆a que hablar del proyecto de servicios b谩sicos universales: educaci贸n, sanidad, medioambiente, ocio, cultura, dignidad para las personas mayores, pol铆ticas de lucha contra la violencia dom茅stica, abolici贸n de la agencia de evaluaci贸n de las escuelas y creaci贸n de un sistema educativo nacional, supresi贸n de las escuelas privadas, abolici贸n de los gastos de inscripci贸n en la universidad y la supresi贸n de la c谩mara de los lores.
Salir de la trampa del Brexit
Tomado en su globalidad, sobra decir que semejante programa aporta una doble respuesta a la crisis del Brexit. En primer lugar, ofrece un contenido concreto al slogan central de la campa帽a a favor de la salida de la UE: Taking back control [Recuperar el control]. Una consigna de aspiraci贸n leg铆tima tras a帽os de privatizaciones, de erosi贸n de los bienes p煤blicos y de destrucci贸n de las instituciones obreras y de las organizaciones del mundo del trabajo. All铆 donde los nacionalistas reaccionarios, Johnson o Farage, no proponen otra cosa que una permanente desposesi贸n en beneficio de nuevos acuerdos comerciales con Trump o el r茅gimen saud铆, el partido laborista define un conjunto de posibilidades reales para la reapropiaci贸n social y democr谩tica, un tomar en nuestras manos socialista y democr谩tico.
En segundo lugar, el horizonte ecosocialista del programa laborista tiende a responder a otro peligro inminente. Las calamidades relacionados con el clima pueden ser la inspiraci贸n de un universalismo concreto y de un nuevo internacionalismo socialista del que depende la posibilidad de un futuro viable y deseable. Tambi茅n puede servir para poner fin al repliegue identitario angustiado sobre el que les gusta progresas a las extremas derechas. En un momento en el que la posible pesadilla de un Boris Johnson-el hombre-del-pueblo no escap贸 a nadie en el congreso laborista, esta segunda posibilidad ya ha tomado cierta ventaja.
En resumen, ¿c贸mo responder a la obligaci贸n de tener que posicionarse sobre el Brexit sin permitir que la polarizaci贸n que induce la misma invada y neutralice los retos contempor谩neos que son m谩s importantes desde hace tiempo? La orientaci贸n de Rebecca Long-Bailey, de Laura Pidcock, de Mark Serwotka (Sindicato PCS) o de Jeremy Corbyn se esfuerza por tomar nota de esta complejidad y evitar de ese modo el naufragio pol铆tico de tener una opci贸n que se le querr铆a imponer desde todos los lados: elegir entre una mitad u otra de un pueblo al borde del colapso.
Esta orientaci贸n ni es dif铆cil de comprender ni dif铆cil a defender. M谩s a煤n cuando cuenta con el apoyo amplio de los delegados y delegadas a pesar de las recriminaciones y cr铆ticas ulteriores por parte de la derecha del partido (que los media, invariablemente contrarios, han propagado cuidadosamente).
Ahora bien, esta orientaci贸n tiene que hacer frente a fuerzas hostiles –las medi谩ticas y las derechas– que terminar谩n hablando de forma un tanto previsible. Por ello, creo que aunque lo que digan sea previsible es necesario recordar de forma simple su argumentario.
La (previsible) campa帽a medi谩tica contra el laborismo
En primer lugar, existe un m煤sica ambiente medi谩tica que no para y no parar谩 de dar vueltas en torno a la posici贸n del laborismo: Corbyn "no es claro", no quiere asumir su rol de l铆der y mucho menos el de Primer ministro; su posici贸n ser谩 evasiva, atentista, complicada, confusa...
Como se habr谩 comprendido, la polarizaci贸n construida en torno al Brexit se ha transformado en un instrumento de saturaci贸n y de neutralizaci贸n cuasi-integral del debate p煤blico cada vez m谩s reducido a un ejercicio de anticipaci贸n despolitizada del estado de 谩nimo general. De ese modo, la ret贸rica estrategia de histerizaci贸n del debate por parte de Boris Johnson puede redirigir la atenci贸n hacia la civilidad de los debates parlamentarios cuando ser铆a totalmente necesario concentrarse en las prioridades program谩ticas y, tambi茅n, en el balance de diez a帽os de pol铆ticas conservadoras apoyadas, defendidas y puestas en pr谩ctica por nadie m谩s que por el propio Johnson.
Dicho de otro modo, la exigencia reductora y de clan de clarificaci贸n sobre el Brexit (optar por el s铆 o el no) tiene por funci贸n prioritaria postergar cualquier clarificaci贸n y debate sobre el programa ecosocialista del laborismo. Sin duda, porque con sus doscientas propuestas se corre el riesgo de o铆r hablar de respuestas estrat茅gicas transformadoras a largo plazo, las 煤nicas capaces de construir una respuesta democr谩tica de clase a la altura de las m煤ltiples urgencias y amenazas sociales, clim谩ticas y democr谩ticas del per铆odo. As铆 pues, prioridad n煤mero uno: frente a la clarificaci贸n de clan, defender y promover la clarificaci贸n program谩tica para el 99%.
El segundo punto es consecuencia directa del precedente. El laborismo dirigido por Corbyn ser铆a, en 煤ltima instancia, responsable del bloqueo y la confusi贸n general al mismo nivel, ni no peor, que el gobierno actual. Ante eso, parece 煤til recordar que los responsables de las circunstancias excepcionales creadas por el refer茅ndum de 2016 sobre la UE son los conservadores (en principio coaligados con los liberal-dem贸cratas) que decidieron celebrar el refer茅ndum, ponerlo en pr谩ctica y lo perdieron (incluso frente a sus propios electorado); que han sido incapaces de movilizar ninguna mayor铆a a favor de sus proyectos de acuerdo [para el Brexit] encerr谩ndose en una alianza t贸xica con el DUP norirland茅s; alianza que complica un poco m谩s a煤n la resoluci贸n de la frontera entre Irlanda del Norte y la rep煤blica de Irlanda; y que actualmente, sin legitimidad electoral y sin mayor铆a parlamentaria, se dedican a llevar una batalla a golpe de posiciones nacionalistas reaccionarias. No est谩 nada claro que este r茅cord ol铆mpico excepcional de incompetencia y de inconsecuencia pol铆tica tendr铆a que ser compartido con quien sea cuando se intentan mitigar las consecuencias m谩s deplorables.
Queda un tercer punto, en forma de constataci贸n, tan simple como los precedentes. La negaci贸n reaccionaria de la dominaci贸n de clase dispone de un repertorio rico y viejo de figuras que lo sustituyen: nacionales contra extranjeros, j贸venes contra viejos, asalariados del sector p煤blico contra los del sector privado, personas con trabajo contra quienes est谩n en paro, pobres que lo merecen contra quienes no lo merecen, huelguistas contra trabajadores honestos. Para una gran mayor铆a, la polarizaci贸n entre pro y anti Brexit, tal como se utiliza y se repite hasta el infinito en la mayor铆a de los media no hace otra cosa que alimentar una versi贸n nueva y eficaz de los buenos y viejos h谩bitos del m谩s brutal antagonismo social capitalista.
Por ello, toda la cuesti贸n se reduce a saber si a la salida del congreso del Partido laborista la fuerza potencialmente considerable que representan las 500.000 personas adheridas y las y los militantes de ese partido lograr谩n desbaratar las trampas que les tiende la escalada t贸xica de Boris Johnson y su gobierno as铆 como un medioambiente medi谩tica totalmente volcado a favor del orden actual.
Como bien claro lo dijo Rebecca Long-Bailey o Laura Pidcock, la 煤nica salida posible no es otra que la reafirmaci贸n de un programa socialista ambiciosa, para la mayor铆a, 煤nica v铆a cre铆ble para lograr que el saqueo social y la amenaza clim谩tica no lleguen a convertirse en energ铆as f贸siles para las din谩micas de extrema-derecha. Viendo el aumento de los brotes fascistas, guerreros y racistas actuales, una ocasi贸n perdida e incluso simplemente postergada en el Reino Unido ser铆a un rev茅s para todos y todas, all铆 donde nos encontremos.
Y tambi茅n tenemos que considerar una posibilidad a la imagen de esa advertencia lanzada por el secretario nacional del sindicado PCS, Mark Serwotka, en el Congreso laborista: "Si dejamos que el Brexit divida nuestro movimiento, si dejamos que Johnson [y Farage] hagan creer a los habitantes del antiguo valle de Rhonda [en el Pa铆s de Gales], de Sunderland, de Escocia y de las otras regiones de Inglaterra que 茅l es un anti-pol铆tico al lado de los trabajadores y trabajadoras, entonces, el desastre ser谩 monstruoso".
*Thierry Labica, es profesor de estudios brit谩nicos en la Universidad de Nanterre. Recientemente ha publicado L’hypoth猫se Jeremy Corbyn. Une histoire politique et sociale de la Grande Bretagne depuis Tony Blair. 脡ditions Demopolis, 2019 (France).
El primero, la crisis del Brexit. Es el m谩s inmediato y el que m谩s ruido hace. La sentencia del Tribunal supremo del Reino Unido (24/09) contra el cierre (prorogation) del parlamento por el primer ministro Boris Johnson, que lo considera "ilegal, nulo y sin efectos"y la confusi贸n ligada al Brexit contin煤a contaminando todo el ambiente. Ahora mismo, esta confusi贸n pasa del sector manufacturero, sus inversiones y sus carteras de pedidos al 谩mbito constitucional a trav茅s de los principales partidos pol铆ticos en medio de duros enfrentamientos internos y la casi paralizaci贸n de la actividad parlamentaria desde hace un a帽o. As铆 pues, al primer ministro brit谩nico, sin ninguna legitimidad electoral y sin mayor铆a parlamentaria, solo le queda una salida: la verborrea pura subida de tono y la ret贸rica agresiva (contra la justicia, contra la oposici贸n y contra la oposici贸n en su propio partido) de la que todo el mundo conoce y observa los comportamientos que legitima y anima.
El incremento de las agresiones racistas desenfrenadas tras la campa帽a del refer茅ndum (muy centrada en el tema de la inmigraci贸n) podr铆a haber servido de lecci贸n. Tres semanas antes del refer茅ndum, el atroz asesinato de la diputada laborista Jo Cox por un asesino de la extrema-derecha al grito de "¡Primero Gran Breta帽a!" tendr铆a que haber servido de lecci贸n. Nada de eso ocurri贸. Cuando se cita este desastroso precedente por parte de las y los electos destinatarios de repetidas y siniestras amenazas e intimidaciones, Boris Johnson se mofa y se burla hablando de "pamplinas" (humbug). Lleg贸 a afirmar que para sentirse seguros mejor ser铆a que todos los miembros del parlamento apoyen el brexit que propone 茅l. Chantaje totalmente t贸xico que indign贸 a Ed Miliband.
El principal efecto de la expresi贸n ret贸rica de esta crisis es el de polarizar un poco m谩s el debate con el intento de unificar al electorado anti-UE en base a una posici贸n nacionalista inglesa ultrarreaccionaria. Johnson se postula a s铆 mismo como el hombre del pueblo al servicio del pueblo contra todo el orden institucional "capitulador" y "flojo". Seguramente, entre Trump, Bolsonaro, Mody, Orban o Netanyahu, esta extravagancia tiene a favor el viento nauseabundo de la historia.
El segundo aspecto de la coyuntura tiene que ver con la actualidad de la cuesti贸n clim谩tica y el nuevo rumbo que ha tomado en estas 煤ltimas semanas. El congreso laborista ha coincidido con dos acontecimientos importantes. Por una parte, las masivas manifestaciones [por el clima] de la extinction rebellion organizadas en todo el mundo con una gran participaci贸n de la juventud. Por lo dem谩s, el 20 de septiembre, v铆spera del inicio del congreso, Jeremy Corbyn fue llamado a intervenir ante la multitudinaria manifestaci贸n londinense.
Potra parte, las 煤ltimas investigaciones cient铆ficas se帽alan una aceleraci贸n en el cambio clim谩tico mucho mayor y m谩s grave de lo que se hab铆a anunciado hasta el presente, lo que pone en cuesti贸n, de forma radical, el conjunto de las pr谩cticas dominantes en el mundo en lo que respecta a la producci贸n, la circulaci贸n y el consumo.
El tercer elemento resulta m谩s familiar y cotidiano para gran parte de la poblaci贸n brit谩nica, si bien la prensa brit谩nica no informa mucho sobre ello. Su cr铆tica actualidad se debe a los 煤ltimos resultados publicados por la Oficina nacional de estad铆stica brit谩nica. Seg煤n dicha oficina, a principios de septiembre, tras diez a帽os de una austeridad tan salvaje como irracional, los estragos causados para amplios sectores de la poblaci贸n han alcanzado un nivel comparable a las secuelas dejadas por la segunda guerra mundial. Tras el acceso al poder de la coalici贸n entre los conservadores y liberal-dem贸cratas en 2010, el n煤mero de suicidios ha aumentado un 16%, las muertes debidas a la falta de alojamiento, en relaci贸n a 2013, han aumentado un 24% los fallecimiento vinculados al consumo de drogas han progresado un 66%, las muertes por las duras condiciones invernales un 64%.
S贸lo en el a帽o 2018 murieron en la calle 597 persona (casi tres personas cada dos d铆as), se suicidaron 6507, 4359 murieron por motivos ligados al consumo de estupefacientes (es decir, una muerte cada dos horas), las muertes por las condiciones invernales afectaron a 51.100 personas, es decir, 20.000 m谩s que en 2010 y 5100 muertes se debieron a la pobreza energ茅tica. En total, las personas muertas debido a la pobreza y a la desesperaci贸n alcanzan la cifra de 60.000.
Estas terribles cifras confirman las observaciones hechas dos a帽os antes por un equipo de dem贸grafos que constataron un crecimiento dram谩tico de la mortalidad en lo que, ya en aquellos momentos, consideraron reconocer como los efectos catastr贸ficos de las pol铆ticas de austeridad. En la misma l铆nea el informe de la ONU de 2018 se帽alaba un crecimiento dram谩tico de la pobreza que afectaba a 14,3 millones de personas en el Reino Unido. Dicho de otro modo, las 煤ltimas cifras de la Oficina Nacional de Estad铆stica recuerdan la gravedad extrema de la situaci贸n social brit谩nica, que ahora mismo se sit煤a en t茅rminos de supervivencia inmediata y de patolog铆as mentales a nivel de masas.
M谩s o menos en el mismo per铆odo, 2013 y 2018, las rentas acumuladas de las mil personas m谩s ricas han pasado de 450 a 724 mil millones de libras esterlinas; es decir, un crecimiento de 274 mil millones en cinco a帽os. S贸lo en el a帽o 2017-2018 el incremento fue de 66 mil millones.
Seg煤n la Dra. Wanda Wyporska, directora de Equality Trust que recopila estos datos, esta acumulaci贸n de riqueza por un reducido n煤mero de individuos es "econ贸micamente primitiva, socialmente t贸xica, pol铆ticamente peligrosa y pone al descubierto una imagen desgarradora de la desigualdad en el Reino Unido. Deber铆a tratarse como una verg眉enza nacional". Y a帽ade: "Esta terrible desigualdad de rentas en el Reino Unido representa una injusticia grave y una terrible amenaza para nuestra econom铆a y nuestra cohesi贸n social. Si la riqueza continua fluyendo a chorros hacia arriba, las oportunidades y las esperanzas de las generaciones futuras se ver谩n vetadas para siempre. Esta es la receta del resentimiento, de la divisi贸n social y, potencialmente, del desastre".
Los retos del Congreso laborista
Si miramos esta realidad tan sombr铆a con cierta de perspectiva, el desaf铆o que ten铆a enfrente el Congreso laborista era encontrar un equilibrio pol铆tico justo y comprensible entre estos par谩metros en una situaci贸n muy confusa y en v铆speras de unas elecciones legislativas que se prev茅n inminentes. La cuesti贸n era ¿c贸mo situar al partido en un debate ardiente sobre el Brexit evitando que esa cuesti贸n oculte el resto (clima, colapso social), que es lo fundamental?
Adem谩s, la b煤squeda de este equilibrio se presentaba m谩s complicada a煤n debido a un factor suplementario. A pesar de la gravedad de la situaci贸n y del papel que debe desempe帽a el laborismo, tanto en el Reino Unido como en relaci贸n a la izquierda europea, la direcci贸n del partido se ve obligada a hacer frente a los intentos para poner a Corbyn en dificultad y, si es posible, desembarazarse de 茅l, por parte de la derecha del partido.
En esta ocasi贸n, la principal maniobra ha consistido en intentar que el congreso adopte una moci贸n que hubiera comprometido al partido y a su direcci贸n a apoyar de forma exclusiva el remain [permanencia en la UE] en la pr贸xima campa帽a electoral. Semejante compromiso no solo hubiera representado una ruptura absoluta y lamentable con la posici贸n adoptada en 2017 de respetar el resultado del refer茅ndum, sino que adem谩s Corbyn se hubiera visto comprometido a negociar un Brexit del que, por otra parte, el partido se habr铆a desentendido.
La incoherencia extrema de semejante posici贸n no escap贸 a la mayor铆a de los delegados y delegadas que la rechazaron por amplia mayor铆a para apoyar otra orientaci贸n de compromiso: tras las elecciones legislativas, negociar un acuerdo de salida de la UE y someter los t茅rminos claros y expl铆citos de la misma a refer茅ndum con la posibilidad de poder votar tambi茅n a favor de la permanencia. El partido laborista propone organizar un congreso espec铆fico tras las elecciones para definir la orientaci贸n del partido entre el acuerdo negociado y la permanencia.
Esta orientaci贸n de compromiso permite poner fin a una polarizaci贸n despolitizada del debate p煤blico sobre el Brexit. Los conservadores tratan de captar al electorado m谩s pro-Brexit, los liberal dem贸cratas, al electorado pro-permanencia. Por el contrario, el partido laborista propone formular una serie de prioridades comunes a la gran mayor铆a de la sociedad; prioridades sociales, clim谩ticas, democr谩ticas que exist铆an antes del Brexit y la elecci贸n binaria que parece imponer, y continuar谩n existiendo despu茅s.
Liberarse, aunque sea parcialmente, de la conminaci贸n a optar sobre el Brexit resultaba imperativo para dirigirse al conjunto de la sociedad; una sociedad sometida a pol铆ticas crueles desde hace cerca de diez a帽os. S贸lo de ese modo se pueden situar en primer plano las propuestas fundacionales de un programa social no solo redistributivo, sino de car谩cter post-capitalista en muchos puntos y que hace referencia a un socialismo que, en el Reino Unido, no ha sufrido la profunda desfiguraci贸n que este nombre-programa ha padecido en otras partes de Europa y, sobre todo, en Francia. Rechazar que el Brexit sature el conjunto del debate pol铆tico permite popularizar el ambicioso y combativo proyecto de una "revoluci贸n industrial verde" que articule estrechamente las cuestiones clim谩ticas, medioambientales, de justicia social y de nuevos derechos democr谩ticos.
Elementos del programa
Fundamentalmente, este programa de transici贸n de inspiraci贸n ecosocialista y feminista –presentado, entre otras, por Rebecca Long-Bailey (ministra de empresas del gobierno de la oposici贸n)– implica proyectos de diversificaci贸n de las formas de propiedad p煤blica seg煤n el tama帽o del territorio y las necesidades existentes, apoyados por una red de bancos p煤blicos de inversi贸n regionales. Lejos del modelo de las nacionalizaciones de la posguerra, el proyecto se orienta a la reapropiaci贸n p煤blica (del ferrocarril, la energ铆a, el agua...) apoyado, por una parte, a trav茅s de medidas de justicia fiscal y de recursos financieros masivos, pero tambi茅n por y para un progreso democr谩ticos nuevo a escala local, regional y en los centros de trabajo.
En relaci贸n a este 煤ltimo punto, por ejemplo, el partido laborista defiende tanto la extensi贸n del sector cooperativo (se plantea duplicarlo), como el restablecimiento y la ampliaci贸n de los derechos de las organizaciones sindicales en una perspectiva expl铆citamente autogestionaria (como se escuch贸 en la intervenci贸n de John Mcdonnell en el congreso del partido, o en el de Corbyn en el congreso de la Confederaci贸n de sindicatos (TUC) que le precedi贸 unos d铆as antes).
La lucha contra la precariedad y la pobreza end茅mica en el trabajo pasa entre otras medidas por la abolici贸n de los contratos zero horas, el acceso a la totalidad de los derechos salariales desde el momento de firmar el contrato, la garant铆a de un salario vital (y no de un salario m铆nimo) y la reducci贸n del tiempo de trabajo a 32 horas semanales a lo largo de 10 a帽os (en un pa铆s que conoce las jornadas m谩s largas de Europa). Asimismo, plantea un amplio programa de construcci贸n de viviendas asequibles y el control de alquileres; y tambi茅n –que es crucial–, una pol铆tica de acogida y de solidaridad con las personas refugiadas.
Asimismo, habr铆a que hablar del proyecto de servicios b谩sicos universales: educaci贸n, sanidad, medioambiente, ocio, cultura, dignidad para las personas mayores, pol铆ticas de lucha contra la violencia dom茅stica, abolici贸n de la agencia de evaluaci贸n de las escuelas y creaci贸n de un sistema educativo nacional, supresi贸n de las escuelas privadas, abolici贸n de los gastos de inscripci贸n en la universidad y la supresi贸n de la c谩mara de los lores.
Salir de la trampa del Brexit
Tomado en su globalidad, sobra decir que semejante programa aporta una doble respuesta a la crisis del Brexit. En primer lugar, ofrece un contenido concreto al slogan central de la campa帽a a favor de la salida de la UE: Taking back control [Recuperar el control]. Una consigna de aspiraci贸n leg铆tima tras a帽os de privatizaciones, de erosi贸n de los bienes p煤blicos y de destrucci贸n de las instituciones obreras y de las organizaciones del mundo del trabajo. All铆 donde los nacionalistas reaccionarios, Johnson o Farage, no proponen otra cosa que una permanente desposesi贸n en beneficio de nuevos acuerdos comerciales con Trump o el r茅gimen saud铆, el partido laborista define un conjunto de posibilidades reales para la reapropiaci贸n social y democr谩tica, un tomar en nuestras manos socialista y democr谩tico.
En segundo lugar, el horizonte ecosocialista del programa laborista tiende a responder a otro peligro inminente. Las calamidades relacionados con el clima pueden ser la inspiraci贸n de un universalismo concreto y de un nuevo internacionalismo socialista del que depende la posibilidad de un futuro viable y deseable. Tambi茅n puede servir para poner fin al repliegue identitario angustiado sobre el que les gusta progresas a las extremas derechas. En un momento en el que la posible pesadilla de un Boris Johnson-el hombre-del-pueblo no escap贸 a nadie en el congreso laborista, esta segunda posibilidad ya ha tomado cierta ventaja.
En resumen, ¿c贸mo responder a la obligaci贸n de tener que posicionarse sobre el Brexit sin permitir que la polarizaci贸n que induce la misma invada y neutralice los retos contempor谩neos que son m谩s importantes desde hace tiempo? La orientaci贸n de Rebecca Long-Bailey, de Laura Pidcock, de Mark Serwotka (Sindicato PCS) o de Jeremy Corbyn se esfuerza por tomar nota de esta complejidad y evitar de ese modo el naufragio pol铆tico de tener una opci贸n que se le querr铆a imponer desde todos los lados: elegir entre una mitad u otra de un pueblo al borde del colapso.
Esta orientaci贸n ni es dif铆cil de comprender ni dif铆cil a defender. M谩s a煤n cuando cuenta con el apoyo amplio de los delegados y delegadas a pesar de las recriminaciones y cr铆ticas ulteriores por parte de la derecha del partido (que los media, invariablemente contrarios, han propagado cuidadosamente).
Ahora bien, esta orientaci贸n tiene que hacer frente a fuerzas hostiles –las medi谩ticas y las derechas– que terminar谩n hablando de forma un tanto previsible. Por ello, creo que aunque lo que digan sea previsible es necesario recordar de forma simple su argumentario.
La (previsible) campa帽a medi谩tica contra el laborismo
En primer lugar, existe un m煤sica ambiente medi谩tica que no para y no parar谩 de dar vueltas en torno a la posici贸n del laborismo: Corbyn "no es claro", no quiere asumir su rol de l铆der y mucho menos el de Primer ministro; su posici贸n ser谩 evasiva, atentista, complicada, confusa...
Como se habr谩 comprendido, la polarizaci贸n construida en torno al Brexit se ha transformado en un instrumento de saturaci贸n y de neutralizaci贸n cuasi-integral del debate p煤blico cada vez m谩s reducido a un ejercicio de anticipaci贸n despolitizada del estado de 谩nimo general. De ese modo, la ret贸rica estrategia de histerizaci贸n del debate por parte de Boris Johnson puede redirigir la atenci贸n hacia la civilidad de los debates parlamentarios cuando ser铆a totalmente necesario concentrarse en las prioridades program谩ticas y, tambi茅n, en el balance de diez a帽os de pol铆ticas conservadoras apoyadas, defendidas y puestas en pr谩ctica por nadie m谩s que por el propio Johnson.
Dicho de otro modo, la exigencia reductora y de clan de clarificaci贸n sobre el Brexit (optar por el s铆 o el no) tiene por funci贸n prioritaria postergar cualquier clarificaci贸n y debate sobre el programa ecosocialista del laborismo. Sin duda, porque con sus doscientas propuestas se corre el riesgo de o铆r hablar de respuestas estrat茅gicas transformadoras a largo plazo, las 煤nicas capaces de construir una respuesta democr谩tica de clase a la altura de las m煤ltiples urgencias y amenazas sociales, clim谩ticas y democr谩ticas del per铆odo. As铆 pues, prioridad n煤mero uno: frente a la clarificaci贸n de clan, defender y promover la clarificaci贸n program谩tica para el 99%.
El segundo punto es consecuencia directa del precedente. El laborismo dirigido por Corbyn ser铆a, en 煤ltima instancia, responsable del bloqueo y la confusi贸n general al mismo nivel, ni no peor, que el gobierno actual. Ante eso, parece 煤til recordar que los responsables de las circunstancias excepcionales creadas por el refer茅ndum de 2016 sobre la UE son los conservadores (en principio coaligados con los liberal-dem贸cratas) que decidieron celebrar el refer茅ndum, ponerlo en pr谩ctica y lo perdieron (incluso frente a sus propios electorado); que han sido incapaces de movilizar ninguna mayor铆a a favor de sus proyectos de acuerdo [para el Brexit] encerr谩ndose en una alianza t贸xica con el DUP norirland茅s; alianza que complica un poco m谩s a煤n la resoluci贸n de la frontera entre Irlanda del Norte y la rep煤blica de Irlanda; y que actualmente, sin legitimidad electoral y sin mayor铆a parlamentaria, se dedican a llevar una batalla a golpe de posiciones nacionalistas reaccionarias. No est谩 nada claro que este r茅cord ol铆mpico excepcional de incompetencia y de inconsecuencia pol铆tica tendr铆a que ser compartido con quien sea cuando se intentan mitigar las consecuencias m谩s deplorables.
Queda un tercer punto, en forma de constataci贸n, tan simple como los precedentes. La negaci贸n reaccionaria de la dominaci贸n de clase dispone de un repertorio rico y viejo de figuras que lo sustituyen: nacionales contra extranjeros, j贸venes contra viejos, asalariados del sector p煤blico contra los del sector privado, personas con trabajo contra quienes est谩n en paro, pobres que lo merecen contra quienes no lo merecen, huelguistas contra trabajadores honestos. Para una gran mayor铆a, la polarizaci贸n entre pro y anti Brexit, tal como se utiliza y se repite hasta el infinito en la mayor铆a de los media no hace otra cosa que alimentar una versi贸n nueva y eficaz de los buenos y viejos h谩bitos del m谩s brutal antagonismo social capitalista.
Por ello, toda la cuesti贸n se reduce a saber si a la salida del congreso del Partido laborista la fuerza potencialmente considerable que representan las 500.000 personas adheridas y las y los militantes de ese partido lograr谩n desbaratar las trampas que les tiende la escalada t贸xica de Boris Johnson y su gobierno as铆 como un medioambiente medi谩tica totalmente volcado a favor del orden actual.
Como bien claro lo dijo Rebecca Long-Bailey o Laura Pidcock, la 煤nica salida posible no es otra que la reafirmaci贸n de un programa socialista ambiciosa, para la mayor铆a, 煤nica v铆a cre铆ble para lograr que el saqueo social y la amenaza clim谩tica no lleguen a convertirse en energ铆as f贸siles para las din谩micas de extrema-derecha. Viendo el aumento de los brotes fascistas, guerreros y racistas actuales, una ocasi贸n perdida e incluso simplemente postergada en el Reino Unido ser铆a un rev茅s para todos y todas, all铆 donde nos encontremos.
Y tambi茅n tenemos que considerar una posibilidad a la imagen de esa advertencia lanzada por el secretario nacional del sindicado PCS, Mark Serwotka, en el Congreso laborista: "Si dejamos que el Brexit divida nuestro movimiento, si dejamos que Johnson [y Farage] hagan creer a los habitantes del antiguo valle de Rhonda [en el Pa铆s de Gales], de Sunderland, de Escocia y de las otras regiones de Inglaterra que 茅l es un anti-pol铆tico al lado de los trabajadores y trabajadoras, entonces, el desastre ser谩 monstruoso".
*Thierry Labica, es profesor de estudios brit谩nicos en la Universidad de Nanterre. Recientemente ha publicado L’hypoth猫se Jeremy Corbyn. Une histoire politique et sociale de la Grande Bretagne depuis Tony Blair. 脡ditions Demopolis, 2019 (France).