Ir al contenido principal

"Los derechos de las personas trans no se plebiscitan"

"Todos somos seres de este universo. Lo 煤nico que necesitamos es comenzar a conocernos y saber c贸mo vivir juntos, respetarnos (…) y para eso trabajo todo el a帽o, d铆a tras d铆a".

Durante 30 a帽os, la activista transg茅nero Karina Pankievich ha luchado por la igualdad y el reconocimiento de la comunidad LGBTI en Uruguay



La noche del domingo 4 de agosto de 2019, Karina Pankievich dio un suspiro de alivio: la tolerancia hab铆a ganado.
Una facci贸n conservadora del Parlamento Uruguayo inici贸 un refer茅ndum para derogar la "Ley Trans" de 2018, que garantiza los derechos de las personas transg茅nero. Se necesitaba la participaci贸n de 25 por ciento de los votantes elegibles para iniciar la anulaci贸n de la ley; ese domingo, menos de 10 por ciento de los votantes acudieron a las urnas.

Seg煤n Pankievich, presidenta de la Asociaci贸n Trans de Uruguay (ATRU), la noticia ayud贸 a salvaguardar uno de los mayores logros de su activismo. Tambi茅n le record贸 una vez m谩s el apoyo que ella y otros activistas ten铆an de otras organizaciones, de la comunidad y de las Naciones Unidas.

“Los logros los conseguimos y los vamos a defender. Nuestros derechos no se plebiscitan", asegur贸 Pankievich.

Para Mireia Villar-Forner, Coordinadora Residente de la ONU en Uruguay, el rechazo a la derogaci贸n de la ley fue una victoria. La Oficina de Naciones Unidas en Uruguay hab铆a trabajado en estrecha colaboraci贸n con la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para Am茅rica del Sur sobre las implicancias legales de dicha anulaci贸n, y expres贸 p煤blicamente su preocupaci贸n en la prensa local.

"Nos interesaba que esta ley, que se hab铆a logrado con tanto esfuerzo, fuera valorada", dijo. “Es una ley que busca la equidad y la igualdad para todos los ciudadanos en Uruguay y nos pareci贸 relevante (…) informar a todos sobre la importancia de no retroceder".

30 a帽os como activista

Pankievich se mud贸 a Montevideo desde una ciudad del interior a los 13 a帽os, y desde los 15 a帽os fue trabajadora sexual, coincidiendo con los a帽os de la dictadura en Uruguay. La violencia, tanto piscol贸gica como f铆sica, y la represi贸n que enfrent贸 la llevaron a abandonar el pa铆s por muchos a帽os, viviendo en Argentina y Brasil.

Sin embargo, Pankievich sab铆a que ten铆a que volver a casa, dejar de lado el dolor y las heridas, si quer铆a marcar la diferencia en su vida y en la de los dem谩s.

"Despu茅s de un tiempo, me di cuenta de que guardar rencor me iba a hacer da帽o", afirm贸. "Recuerdo todas las cosas que sucedieron, pero trato lo m谩s posible de dejarlas en el pasado, porque creo que el resentimiento no te lleva a ninguna parte".



Regres贸 a Uruguay en 1985 y descubri贸 que m谩s integrantes de la comunidad LGBTI quer铆an defender sus derechos humanos, pero ten铆an miedo. Pankievich trabaj贸 con otras personas en la comunidad trans y ayud贸 a fundar ATRU ese mismo a帽o, enfoc谩ndose en capacitar, apoyar y movilizar activistas para promover y defender sus derechos. Hoy, ATRU es una red de grupos de derechos trans en todo el pa铆s y se extiende a otros pa铆ses de Am茅rica del Sur.

Uno de los mayores 茅xitos de la organizaci贸n ha sido la Marcha de la Diversidad, que celebra anualmente la comunidad LGBTI del pa铆s. Cuando comenz贸 la marcha en 1992, Pankievich se帽al贸 que "solo 茅ramos tres o cuatro activistas asustados con las caras tapadas". La marcha de este a帽o en septiembre reuni贸 a 130 mil personas celebrando y caminando por las calles de Montevideo, coreando ‘el amor es amor’".

Todos son libres e iguales

Y las conquistas continuaron para la poblaci贸n transg茅nero de Uruguay. En 2016, el pa铆s realiz贸 su primer censo de personas trans donde se reconoci贸 a unas 900 personas trans autoidentificadas en el pa铆s. El censo tambi茅n puso de manifiesto una
terrible realidad: si bien la esperanza de vida del pa铆s es de 77 a帽os, para las poblaciones trans era de 35.

En 2018, la comunidad trans en Uruguay recibi贸 un impulso a煤n mayor, una ley que garantizaba sus derechos. La "Ley Trans" reconoce los derechos de las personas transg茅nero a acceder al cambio de identidad y de g茅nero, que pagar铆a el Estado junto con los tratamientos hormonales. La ley tambi茅n garantiza a una cuota m铆nima de personas transg茅nero se les d茅 trabajo p煤blico en los pr贸ximos 15 a帽os.

La asesora de derechos humanos de la ONU, Graciela Dede, que trabaja en la oficina de la Coordinadora Residente en Uruguay, manifest贸 que es esencial encontrar la mejor manera de apoyar a la comunidad LGBTI para acceder a recursos y reparaci贸n en t茅rminos de derechos humanos. Para hacer esto, ha sido fundamental trabajar con activistas como Pankievich.

"Para nosotros es esencial realizar un an谩lisis de los derechos con este grupo en particular, que es un colectivo no homog茅neo (…) que es diferente y diverso", coment贸.

Por su continuo trabajo en nombre de la comunidad LGBTI en Uruguay, Pankievich fue reconocida en diciembre como Ciudadana Ilustre de Montevideo, la primera persona trans en recibir tal honor. La distinci贸n reconoce su compromiso en nombre de la comunidad y su contribuci贸n para ayudar a todos los ciudadanos a ver la belleza en la diversidad.

"Todos somos seres de este universo", dijo Pankievich. "Lo 煤nico que necesitamos es comenzar a conocernos y saber c贸mo vivir juntos, respetarnos (…) y para eso trabajo todo el a帽o, d铆a tras d铆a".

ARCHIVOS

Mostrar m谩s


OTRA INFORMACI脫N ES POSIBLE

Informaci贸n internacional, derechos humanos, cultura, minor铆as, mujer, infancia, ecolog铆a, ciencia y comunicaci贸n

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de Espa帽a bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra informaci贸n es posible