OPINI脫N de Susana Finquelievich, Investigadora Principal del CONICET, Universidad de Buenos Aires
Las ciudades y los territorios son organismos vivientes que pueden ser modificados por las enfermedades. Alrededor del a帽o 5 500 a. e. c., los humanos abandonaron la caza y la recolecci贸n por la agricultura y el sedentarismo y comenzaron a construir aldeas. En ellas se incrementaron la parasitosis y la tuberculosis, transmitidas por el contacto estrecho entre personas o mediante el agua contaminada, entre otros factores.
Las tentativas de vencer a las epidemias y las tecnolog铆as empleadas para ello se plasman en las ciudades. Algunos de los desarrollos m谩s emblem谩ticos en planeamiento urbano, como los sistemas sanitarios en los pa铆ses europeos del siglo XIX, surgieron como respuesta a los brotes de enfermedades infecciosas: el c贸lera, la viruela y el tifus, entre otros.
A finales del siglo XVIII y a principios del XIX, las ciudades occidentales experimentaron un crecimiento de habitantes procedentes principalmente del 谩mbito rural relacionado, entre otros factores, con la nueva industrializaci贸n. Junto con la densificaci贸n, se acentu贸 el deterioro de la estructura f铆sica de las ciudades.
El hacinamiento, la pobreza, la carencia de servicios p煤blicos y la degradaci贸n de las condiciones higi茅nicas se convirtieron en un caldo de cultivo de epidemias. Surgi贸 entonces el higienismo, un movimiento europeo arquitect贸nico y urban铆stico, como resultado de las investigaciones de m茅dicos y pol铆ticos en el siglo XIX y principios del XX.
Gobiernos y empresarios acusaron la necesidad de mantener determinadas condiciones de salubridad en las urbes mediante la instalaci贸n de agua corriente, cloacas, iluminaci贸n en las calles y modificaci贸n del trazado urbano.
La ciudad de Barcelona es un caso ic贸nico. Ante los crecientes problemas de salubridad, se decidi贸 derribar los antiguos muros y dise帽ar el Ensanche en el terreno circundante. Ildefons Cerd脿 traz贸 una cuadr铆cula con calles anchas, chaflanes y diagonales. Concibi贸 parcelas abiertas a frente y contrafrente, y una baja densidad poblacional para garantizar condiciones de higiene y salubridad.
Las nuevas construcciones gozaban de ventilaci贸n y asoleamiento, y de los 煤ltimos progresos en alcantarillado y saneamiento. Pese a que la especulaci贸n inmobiliaria desnaturaliz贸 la idea original, el trazado perdura hasta hoy.
Parecidos criterios guiaron la creaci贸n de la ciudad de La Plata en Argentina, fundada en 1882. Se emplearon las t茅cnicas e infraestructuras m谩s modernas en aquel momento, elegidas por sus cualidades higi茅nicas. Se realizaron redes de provisi贸n de agua y de evacuaci贸n de desechos y se implement贸 un servicio de extracci贸n de basuras y barrido de las calles. La reacci贸n frente a las epidemias modificaba y generaba las urbes.
V铆ctor Coyote / TELOS
¿Y si pensamos m谩s lejos?
Generalmente se trata el problema de la salud p煤blica urbana focaliz谩ndose en las metr贸polis y megal贸polis. ¿Y si pensamos, como dice Saskia Sassen, en la ciudad m谩s all谩 de la ciudad?
La pandemia y el consecuente incremento del teletrabajo, la teleeducaci贸n, la telesalud y las fintech (que puede traducirse por tecnofinanzas o sector tecnofinanciero) estimulan y facilitan una migraci贸n desde regiones metropolitanas hacia ciudades peque帽as y pueblos. Ser铆a deseable alentar a las ciudades peque帽as a generar programas de atracci贸n de nueva poblaci贸n, que pueda enriquecer su econom铆a, su vida cultural, su diversidad. La tecnolog铆a juega aqu铆 un rol clave, dado que habilita la continuidad en l铆nea de varias actividades urbanas.
ES VICIS, una ONG que promueve el repoblamiento rural en Argentina, sostiene un programa basado en tres pilares: bienvenida para las familias en la sociedad de recepci贸n, trabajo asegurado e infraestructura adecuada. Esta incluye vivienda, pero tambi茅n la disponibilidad de escuelas, centros de salud, comercios, servicios, buen acceso f铆sico, transporte, caminos.
El acceso a una Internet eficiente y veloz es una de las demandas fundamentales de los nuevos habitantes. Sin embargo, estos migrantes no necesariamente dependen de empleos situados en sus pueblos de recepci贸n. Muchos de ellos son profesionales y t茅cnicos que pueden teletrabajar o combinar actividades en l铆nea y presenciales. Otros llevan consigo microempresas o a煤n peque帽as y medianas empresas que pueden contribuir a la econom铆a local.
Adem谩s, si los pueblos cercanos trabajan conjuntamente para compartir programas de atracci贸n de poblaci贸n, recursos econ贸micos y tecnol贸gicos y servicios, se multiplican las oportunidades de atraer nueva poblaci贸n, evitar el despoblamiento y dinamizar la calidad de vida local. Se tratar铆a de una red de ciudades cercanas conectadas, abiertas y colaborativas, que a trav茅s de la interacci贸n continua, de la acci贸n colectiva y del uso inteligente de tecnolog铆as buscan respuestas a las nuevas necesidades y oportunidades a partir de los cambios producidos por la crisis mundial.
Grandes ciudades
En la actualidad, la covid-19 se integra en una larga lista de enfermedades infecciosas, predominantemente urbanas. Las metr贸polis y megal贸polis parecen ser medios ideales para la propagaci贸n de epidemias.
La problem谩tica de convertir las ciudades existentes en m谩s saludables y amigables reviste aspectos muy diferentes en Europa frente a Iberoam茅rica.
En la mayor铆a de los pa铆ses europeos existe una red m谩s o menos equilibrada de asentamientos urbanos en los que predominan las ciudades intermedias y peque帽as. En Iberoam茅rica, las metr贸polis y megal贸polis han crecido velozmente.
Am茅rica Latina y el Caribe (ALC) cuenta con 215 metr贸polis, de las cuales seis tienen m谩s de diez millones de habitantes. En 2020, 321,2 millones de personas viv铆an en las metr贸polis de ALC. Se prev茅 que entre 2020 y 2035 ese n煤mero aumente en 53 millones. Numerosas zonas oscuras de dichas metr贸polis, 谩reas pobres superpobladas, con insuficiencia o carencia de agua potable, saneamiento, electricidad y conectividad a Internet, ser谩n focos ineludibles de presentes y futuras pestes.
Las propuestas que se formulan actualmente –como las supermanzanas barcelonesas o la ciudad de los quince minutos propuesta en Par铆s– tienden a fraccionar las grandes ciudades en barrios supuestamente autocontenidos. Esto es viable en ambas ciudades, en la que los grandes equipamientos colectivos –universidades, hospitales de alta complejidad, equipamientos culturales, etc茅tera– est谩n distribuidos en la ciudad con relativo equilibrio. En las metr贸polis de ALC, se concentran en centros urbanos alejados de los barrios residenciales.
Otro problema importante es el acceso al trabajo, sobre todo en los sectores industrial y de servicios, no siempre presentes en las nuevas fracciones urbanas. Se aborda el problema del planeamiento del transporte p煤blico de modo que no implique contacto estrecho entre los pasajeros. Por otra parte, no todos en ALC pueden usar autom贸viles propios o pedalear un par de horas hasta sus trabajos. Es necesario hallar soluciones apropiadas a la realidad iberoamericana.
Las nuevas preguntas
Se plantean otros interrogantes: ¿C贸mo trasladar a las ciudades las ventajas del campo, en lo que se refiere a seguridad, tranquilidad, salubridad, medio ambiente y disminuci贸n de la densificaci贸n? ¿Y c贸mo llevar las ventajas de las metr贸polis –grandes equipamientos educativos, sanitarios y culturales– a los pueblos?
Tanto la ciudad de los 15 minutos como las supermanzanas plantean una forma de segmentaci贸n de las ciudades en barrios relativamente autosuficientes en su cotidianidad. Pero tanto en estos modelos como en el de la migraci贸n a pueblos, el condicionante fundamental es el econ贸mico. ¿Es posible descentralizar el sistema econ贸mico para no concentrarlo en los grandes centros urbanos? ¿Es posible desconcentrar los centros financieros y productivos?
Interviene aqu铆 la tecnolog铆a, no como panacea sino para suministrar soluciones parciales. Las autopistas inteligentes y el despliegue de tecnolog铆as 5G en las carreteras mejorar谩n la gesti贸n del tr谩nsito vehicular.
Los drones facilitar谩n las entregas de mercader铆a, ayudar谩n en emergencias y probablemente terminar谩n por transportar personas. Los veh铆culos el茅ctricos e h铆bridos contribuir谩n a mejorar el ambiente urbano. Un n煤mero significativo de ciudadanos teletrabajan y disminuyen sus viajes intra e interurbanos.
Las redes de sensores y los nuevos sistemas de recolecci贸n de datos pueden proporcionar abundante informaci贸n que ayudar谩 al planeamiento urbano y territorial, y a dar respuestas espec铆ficas para condiciones locales. Las soluciones tecnol贸gicas se multiplican a pesar, o a causa de, la crisis global.
La versi贸n original de este art铆culo aparece en la Revista Telos, de Fundaci贸n Telef贸nica.
Las ciudades y los territorios son organismos vivientes que pueden ser modificados por las enfermedades. Alrededor del a帽o 5 500 a. e. c., los humanos abandonaron la caza y la recolecci贸n por la agricultura y el sedentarismo y comenzaron a construir aldeas. En ellas se incrementaron la parasitosis y la tuberculosis, transmitidas por el contacto estrecho entre personas o mediante el agua contaminada, entre otros factores.
Las tentativas de vencer a las epidemias y las tecnolog铆as empleadas para ello se plasman en las ciudades. Algunos de los desarrollos m谩s emblem谩ticos en planeamiento urbano, como los sistemas sanitarios en los pa铆ses europeos del siglo XIX, surgieron como respuesta a los brotes de enfermedades infecciosas: el c贸lera, la viruela y el tifus, entre otros.
A finales del siglo XVIII y a principios del XIX, las ciudades occidentales experimentaron un crecimiento de habitantes procedentes principalmente del 谩mbito rural relacionado, entre otros factores, con la nueva industrializaci贸n. Junto con la densificaci贸n, se acentu贸 el deterioro de la estructura f铆sica de las ciudades.
El hacinamiento, la pobreza, la carencia de servicios p煤blicos y la degradaci贸n de las condiciones higi茅nicas se convirtieron en un caldo de cultivo de epidemias. Surgi贸 entonces el higienismo, un movimiento europeo arquitect贸nico y urban铆stico, como resultado de las investigaciones de m茅dicos y pol铆ticos en el siglo XIX y principios del XX.
Gobiernos y empresarios acusaron la necesidad de mantener determinadas condiciones de salubridad en las urbes mediante la instalaci贸n de agua corriente, cloacas, iluminaci贸n en las calles y modificaci贸n del trazado urbano.
La ciudad de Barcelona es un caso ic贸nico. Ante los crecientes problemas de salubridad, se decidi贸 derribar los antiguos muros y dise帽ar el Ensanche en el terreno circundante. Ildefons Cerd脿 traz贸 una cuadr铆cula con calles anchas, chaflanes y diagonales. Concibi贸 parcelas abiertas a frente y contrafrente, y una baja densidad poblacional para garantizar condiciones de higiene y salubridad.
Las nuevas construcciones gozaban de ventilaci贸n y asoleamiento, y de los 煤ltimos progresos en alcantarillado y saneamiento. Pese a que la especulaci贸n inmobiliaria desnaturaliz贸 la idea original, el trazado perdura hasta hoy.
Parecidos criterios guiaron la creaci贸n de la ciudad de La Plata en Argentina, fundada en 1882. Se emplearon las t茅cnicas e infraestructuras m谩s modernas en aquel momento, elegidas por sus cualidades higi茅nicas. Se realizaron redes de provisi贸n de agua y de evacuaci贸n de desechos y se implement贸 un servicio de extracci贸n de basuras y barrido de las calles. La reacci贸n frente a las epidemias modificaba y generaba las urbes.
V铆ctor Coyote / TELOS
¿Y si pensamos m谩s lejos?
Generalmente se trata el problema de la salud p煤blica urbana focaliz谩ndose en las metr贸polis y megal贸polis. ¿Y si pensamos, como dice Saskia Sassen, en la ciudad m谩s all谩 de la ciudad?
La pandemia y el consecuente incremento del teletrabajo, la teleeducaci贸n, la telesalud y las fintech (que puede traducirse por tecnofinanzas o sector tecnofinanciero) estimulan y facilitan una migraci贸n desde regiones metropolitanas hacia ciudades peque帽as y pueblos. Ser铆a deseable alentar a las ciudades peque帽as a generar programas de atracci贸n de nueva poblaci贸n, que pueda enriquecer su econom铆a, su vida cultural, su diversidad. La tecnolog铆a juega aqu铆 un rol clave, dado que habilita la continuidad en l铆nea de varias actividades urbanas.
ES VICIS, una ONG que promueve el repoblamiento rural en Argentina, sostiene un programa basado en tres pilares: bienvenida para las familias en la sociedad de recepci贸n, trabajo asegurado e infraestructura adecuada. Esta incluye vivienda, pero tambi茅n la disponibilidad de escuelas, centros de salud, comercios, servicios, buen acceso f铆sico, transporte, caminos.
El acceso a una Internet eficiente y veloz es una de las demandas fundamentales de los nuevos habitantes. Sin embargo, estos migrantes no necesariamente dependen de empleos situados en sus pueblos de recepci贸n. Muchos de ellos son profesionales y t茅cnicos que pueden teletrabajar o combinar actividades en l铆nea y presenciales. Otros llevan consigo microempresas o a煤n peque帽as y medianas empresas que pueden contribuir a la econom铆a local.
Adem谩s, si los pueblos cercanos trabajan conjuntamente para compartir programas de atracci贸n de poblaci贸n, recursos econ贸micos y tecnol贸gicos y servicios, se multiplican las oportunidades de atraer nueva poblaci贸n, evitar el despoblamiento y dinamizar la calidad de vida local. Se tratar铆a de una red de ciudades cercanas conectadas, abiertas y colaborativas, que a trav茅s de la interacci贸n continua, de la acci贸n colectiva y del uso inteligente de tecnolog铆as buscan respuestas a las nuevas necesidades y oportunidades a partir de los cambios producidos por la crisis mundial.
Grandes ciudades
En la actualidad, la covid-19 se integra en una larga lista de enfermedades infecciosas, predominantemente urbanas. Las metr贸polis y megal贸polis parecen ser medios ideales para la propagaci贸n de epidemias.
La problem谩tica de convertir las ciudades existentes en m谩s saludables y amigables reviste aspectos muy diferentes en Europa frente a Iberoam茅rica.
En la mayor铆a de los pa铆ses europeos existe una red m谩s o menos equilibrada de asentamientos urbanos en los que predominan las ciudades intermedias y peque帽as. En Iberoam茅rica, las metr贸polis y megal贸polis han crecido velozmente.
Am茅rica Latina y el Caribe (ALC) cuenta con 215 metr贸polis, de las cuales seis tienen m谩s de diez millones de habitantes. En 2020, 321,2 millones de personas viv铆an en las metr贸polis de ALC. Se prev茅 que entre 2020 y 2035 ese n煤mero aumente en 53 millones. Numerosas zonas oscuras de dichas metr贸polis, 谩reas pobres superpobladas, con insuficiencia o carencia de agua potable, saneamiento, electricidad y conectividad a Internet, ser谩n focos ineludibles de presentes y futuras pestes.
Las propuestas que se formulan actualmente –como las supermanzanas barcelonesas o la ciudad de los quince minutos propuesta en Par铆s– tienden a fraccionar las grandes ciudades en barrios supuestamente autocontenidos. Esto es viable en ambas ciudades, en la que los grandes equipamientos colectivos –universidades, hospitales de alta complejidad, equipamientos culturales, etc茅tera– est谩n distribuidos en la ciudad con relativo equilibrio. En las metr贸polis de ALC, se concentran en centros urbanos alejados de los barrios residenciales.
Otro problema importante es el acceso al trabajo, sobre todo en los sectores industrial y de servicios, no siempre presentes en las nuevas fracciones urbanas. Se aborda el problema del planeamiento del transporte p煤blico de modo que no implique contacto estrecho entre los pasajeros. Por otra parte, no todos en ALC pueden usar autom贸viles propios o pedalear un par de horas hasta sus trabajos. Es necesario hallar soluciones apropiadas a la realidad iberoamericana.
Las nuevas preguntas
Se plantean otros interrogantes: ¿C贸mo trasladar a las ciudades las ventajas del campo, en lo que se refiere a seguridad, tranquilidad, salubridad, medio ambiente y disminuci贸n de la densificaci贸n? ¿Y c贸mo llevar las ventajas de las metr贸polis –grandes equipamientos educativos, sanitarios y culturales– a los pueblos?
Tanto la ciudad de los 15 minutos como las supermanzanas plantean una forma de segmentaci贸n de las ciudades en barrios relativamente autosuficientes en su cotidianidad. Pero tanto en estos modelos como en el de la migraci贸n a pueblos, el condicionante fundamental es el econ贸mico. ¿Es posible descentralizar el sistema econ贸mico para no concentrarlo en los grandes centros urbanos? ¿Es posible desconcentrar los centros financieros y productivos?
Interviene aqu铆 la tecnolog铆a, no como panacea sino para suministrar soluciones parciales. Las autopistas inteligentes y el despliegue de tecnolog铆as 5G en las carreteras mejorar谩n la gesti贸n del tr谩nsito vehicular.
Los drones facilitar谩n las entregas de mercader铆a, ayudar谩n en emergencias y probablemente terminar谩n por transportar personas. Los veh铆culos el茅ctricos e h铆bridos contribuir谩n a mejorar el ambiente urbano. Un n煤mero significativo de ciudadanos teletrabajan y disminuyen sus viajes intra e interurbanos.
Las redes de sensores y los nuevos sistemas de recolecci贸n de datos pueden proporcionar abundante informaci贸n que ayudar谩 al planeamiento urbano y territorial, y a dar respuestas espec铆ficas para condiciones locales. Las soluciones tecnol贸gicas se multiplican a pesar, o a causa de, la crisis global.
Las ciudades y los territorios son organismos vivientes que pueden ser modificados por las enfermedades. Alrededor del a帽o 5 500 a. e. c., los humanos abandonaron la caza y la recolecci贸n por la agricultura y el sedentarismo y comenzaron a construir aldeas. En ellas se incrementaron la parasitosis y la tuberculosis, transmitidas por el contacto estrecho entre personas o mediante el agua contaminada, entre otros factores.
Las tentativas de vencer a las epidemias y las tecnolog铆as empleadas para ello se plasman en las ciudades. Algunos de los desarrollos m谩s emblem谩ticos en planeamiento urbano, como los sistemas sanitarios en los pa铆ses europeos del siglo XIX, surgieron como respuesta a los brotes de enfermedades infecciosas: el c贸lera, la viruela y el tifus, entre otros.
A finales del siglo XVIII y a principios del XIX, las ciudades occidentales experimentaron un crecimiento de habitantes procedentes principalmente del 谩mbito rural relacionado, entre otros factores, con la nueva industrializaci贸n. Junto con la densificaci贸n, se acentu贸 el deterioro de la estructura f铆sica de las ciudades.
El hacinamiento, la pobreza, la carencia de servicios p煤blicos y la degradaci贸n de las condiciones higi茅nicas se convirtieron en un caldo de cultivo de epidemias. Surgi贸 entonces el higienismo, un movimiento europeo arquitect贸nico y urban铆stico, como resultado de las investigaciones de m茅dicos y pol铆ticos en el siglo XIX y principios del XX.
Gobiernos y empresarios acusaron la necesidad de mantener determinadas condiciones de salubridad en las urbes mediante la instalaci贸n de agua corriente, cloacas, iluminaci贸n en las calles y modificaci贸n del trazado urbano.
La ciudad de Barcelona es un caso ic贸nico. Ante los crecientes problemas de salubridad, se decidi贸 derribar los antiguos muros y dise帽ar el Ensanche en el terreno circundante. Ildefons Cerd脿 traz贸 una cuadr铆cula con calles anchas, chaflanes y diagonales. Concibi贸 parcelas abiertas a frente y contrafrente, y una baja densidad poblacional para garantizar condiciones de higiene y salubridad.
Las nuevas construcciones gozaban de ventilaci贸n y asoleamiento, y de los 煤ltimos progresos en alcantarillado y saneamiento. Pese a que la especulaci贸n inmobiliaria desnaturaliz贸 la idea original, el trazado perdura hasta hoy.
Parecidos criterios guiaron la creaci贸n de la ciudad de La Plata en Argentina, fundada en 1882. Se emplearon las t茅cnicas e infraestructuras m谩s modernas en aquel momento, elegidas por sus cualidades higi茅nicas. Se realizaron redes de provisi贸n de agua y de evacuaci贸n de desechos y se implement贸 un servicio de extracci贸n de basuras y barrido de las calles. La reacci贸n frente a las epidemias modificaba y generaba las urbes.

¿Y si pensamos m谩s lejos?
Generalmente se trata el problema de la salud p煤blica urbana focaliz谩ndose en las metr贸polis y megal贸polis. ¿Y si pensamos, como dice Saskia Sassen, en la ciudad m谩s all谩 de la ciudad?
La pandemia y el consecuente incremento del teletrabajo, la teleeducaci贸n, la telesalud y las fintech (que puede traducirse por tecnofinanzas o sector tecnofinanciero) estimulan y facilitan una migraci贸n desde regiones metropolitanas hacia ciudades peque帽as y pueblos. Ser铆a deseable alentar a las ciudades peque帽as a generar programas de atracci贸n de nueva poblaci贸n, que pueda enriquecer su econom铆a, su vida cultural, su diversidad. La tecnolog铆a juega aqu铆 un rol clave, dado que habilita la continuidad en l铆nea de varias actividades urbanas.
ES VICIS, una ONG que promueve el repoblamiento rural en Argentina, sostiene un programa basado en tres pilares: bienvenida para las familias en la sociedad de recepci贸n, trabajo asegurado e infraestructura adecuada. Esta incluye vivienda, pero tambi茅n la disponibilidad de escuelas, centros de salud, comercios, servicios, buen acceso f铆sico, transporte, caminos.
El acceso a una Internet eficiente y veloz es una de las demandas fundamentales de los nuevos habitantes. Sin embargo, estos migrantes no necesariamente dependen de empleos situados en sus pueblos de recepci贸n. Muchos de ellos son profesionales y t茅cnicos que pueden teletrabajar o combinar actividades en l铆nea y presenciales. Otros llevan consigo microempresas o a煤n peque帽as y medianas empresas que pueden contribuir a la econom铆a local.
Adem谩s, si los pueblos cercanos trabajan conjuntamente para compartir programas de atracci贸n de poblaci贸n, recursos econ贸micos y tecnol贸gicos y servicios, se multiplican las oportunidades de atraer nueva poblaci贸n, evitar el despoblamiento y dinamizar la calidad de vida local. Se tratar铆a de una red de ciudades cercanas conectadas, abiertas y colaborativas, que a trav茅s de la interacci贸n continua, de la acci贸n colectiva y del uso inteligente de tecnolog铆as buscan respuestas a las nuevas necesidades y oportunidades a partir de los cambios producidos por la crisis mundial.
Grandes ciudades
En la actualidad, la covid-19 se integra en una larga lista de enfermedades infecciosas, predominantemente urbanas. Las metr贸polis y megal贸polis parecen ser medios ideales para la propagaci贸n de epidemias.
La problem谩tica de convertir las ciudades existentes en m谩s saludables y amigables reviste aspectos muy diferentes en Europa frente a Iberoam茅rica.
En la mayor铆a de los pa铆ses europeos existe una red m谩s o menos equilibrada de asentamientos urbanos en los que predominan las ciudades intermedias y peque帽as. En Iberoam茅rica, las metr贸polis y megal贸polis han crecido velozmente.
Am茅rica Latina y el Caribe (ALC) cuenta con 215 metr贸polis, de las cuales seis tienen m谩s de diez millones de habitantes. En 2020, 321,2 millones de personas viv铆an en las metr贸polis de ALC. Se prev茅 que entre 2020 y 2035 ese n煤mero aumente en 53 millones. Numerosas zonas oscuras de dichas metr贸polis, 谩reas pobres superpobladas, con insuficiencia o carencia de agua potable, saneamiento, electricidad y conectividad a Internet, ser谩n focos ineludibles de presentes y futuras pestes.
Las propuestas que se formulan actualmente –como las supermanzanas barcelonesas o la ciudad de los quince minutos propuesta en Par铆s– tienden a fraccionar las grandes ciudades en barrios supuestamente autocontenidos. Esto es viable en ambas ciudades, en la que los grandes equipamientos colectivos –universidades, hospitales de alta complejidad, equipamientos culturales, etc茅tera– est谩n distribuidos en la ciudad con relativo equilibrio. En las metr贸polis de ALC, se concentran en centros urbanos alejados de los barrios residenciales.
Otro problema importante es el acceso al trabajo, sobre todo en los sectores industrial y de servicios, no siempre presentes en las nuevas fracciones urbanas. Se aborda el problema del planeamiento del transporte p煤blico de modo que no implique contacto estrecho entre los pasajeros. Por otra parte, no todos en ALC pueden usar autom贸viles propios o pedalear un par de horas hasta sus trabajos. Es necesario hallar soluciones apropiadas a la realidad iberoamericana.
Las nuevas preguntas
Se plantean otros interrogantes: ¿C贸mo trasladar a las ciudades las ventajas del campo, en lo que se refiere a seguridad, tranquilidad, salubridad, medio ambiente y disminuci贸n de la densificaci贸n? ¿Y c贸mo llevar las ventajas de las metr贸polis –grandes equipamientos educativos, sanitarios y culturales– a los pueblos?
Tanto la ciudad de los 15 minutos como las supermanzanas plantean una forma de segmentaci贸n de las ciudades en barrios relativamente autosuficientes en su cotidianidad. Pero tanto en estos modelos como en el de la migraci贸n a pueblos, el condicionante fundamental es el econ贸mico. ¿Es posible descentralizar el sistema econ贸mico para no concentrarlo en los grandes centros urbanos? ¿Es posible desconcentrar los centros financieros y productivos?
Interviene aqu铆 la tecnolog铆a, no como panacea sino para suministrar soluciones parciales. Las autopistas inteligentes y el despliegue de tecnolog铆as 5G en las carreteras mejorar谩n la gesti贸n del tr谩nsito vehicular.
Los drones facilitar谩n las entregas de mercader铆a, ayudar谩n en emergencias y probablemente terminar谩n por transportar personas. Los veh铆culos el茅ctricos e h铆bridos contribuir谩n a mejorar el ambiente urbano. Un n煤mero significativo de ciudadanos teletrabajan y disminuyen sus viajes intra e interurbanos.
Las redes de sensores y los nuevos sistemas de recolecci贸n de datos pueden proporcionar abundante informaci贸n que ayudar谩 al planeamiento urbano y territorial, y a dar respuestas espec铆ficas para condiciones locales. Las soluciones tecnol贸gicas se multiplican a pesar, o a causa de, la crisis global.
La versi贸n original de este art铆culo aparece en la Revista Telos, de Fundaci贸n Telef贸nica.
Las ciudades y los territorios son organismos vivientes que pueden ser modificados por las enfermedades. Alrededor del a帽o 5 500 a. e. c., los humanos abandonaron la caza y la recolecci贸n por la agricultura y el sedentarismo y comenzaron a construir aldeas. En ellas se incrementaron la parasitosis y la tuberculosis, transmitidas por el contacto estrecho entre personas o mediante el agua contaminada, entre otros factores.
Las tentativas de vencer a las epidemias y las tecnolog铆as empleadas para ello se plasman en las ciudades. Algunos de los desarrollos m谩s emblem谩ticos en planeamiento urbano, como los sistemas sanitarios en los pa铆ses europeos del siglo XIX, surgieron como respuesta a los brotes de enfermedades infecciosas: el c贸lera, la viruela y el tifus, entre otros.
A finales del siglo XVIII y a principios del XIX, las ciudades occidentales experimentaron un crecimiento de habitantes procedentes principalmente del 谩mbito rural relacionado, entre otros factores, con la nueva industrializaci贸n. Junto con la densificaci贸n, se acentu贸 el deterioro de la estructura f铆sica de las ciudades.
El hacinamiento, la pobreza, la carencia de servicios p煤blicos y la degradaci贸n de las condiciones higi茅nicas se convirtieron en un caldo de cultivo de epidemias. Surgi贸 entonces el higienismo, un movimiento europeo arquitect贸nico y urban铆stico, como resultado de las investigaciones de m茅dicos y pol铆ticos en el siglo XIX y principios del XX.
Gobiernos y empresarios acusaron la necesidad de mantener determinadas condiciones de salubridad en las urbes mediante la instalaci贸n de agua corriente, cloacas, iluminaci贸n en las calles y modificaci贸n del trazado urbano.
La ciudad de Barcelona es un caso ic贸nico. Ante los crecientes problemas de salubridad, se decidi贸 derribar los antiguos muros y dise帽ar el Ensanche en el terreno circundante. Ildefons Cerd脿 traz贸 una cuadr铆cula con calles anchas, chaflanes y diagonales. Concibi贸 parcelas abiertas a frente y contrafrente, y una baja densidad poblacional para garantizar condiciones de higiene y salubridad.
Las nuevas construcciones gozaban de ventilaci贸n y asoleamiento, y de los 煤ltimos progresos en alcantarillado y saneamiento. Pese a que la especulaci贸n inmobiliaria desnaturaliz贸 la idea original, el trazado perdura hasta hoy.
Parecidos criterios guiaron la creaci贸n de la ciudad de La Plata en Argentina, fundada en 1882. Se emplearon las t茅cnicas e infraestructuras m谩s modernas en aquel momento, elegidas por sus cualidades higi茅nicas. Se realizaron redes de provisi贸n de agua y de evacuaci贸n de desechos y se implement贸 un servicio de extracci贸n de basuras y barrido de las calles. La reacci贸n frente a las epidemias modificaba y generaba las urbes.

¿Y si pensamos m谩s lejos?
Generalmente se trata el problema de la salud p煤blica urbana focaliz谩ndose en las metr贸polis y megal贸polis. ¿Y si pensamos, como dice Saskia Sassen, en la ciudad m谩s all谩 de la ciudad?
La pandemia y el consecuente incremento del teletrabajo, la teleeducaci贸n, la telesalud y las fintech (que puede traducirse por tecnofinanzas o sector tecnofinanciero) estimulan y facilitan una migraci贸n desde regiones metropolitanas hacia ciudades peque帽as y pueblos. Ser铆a deseable alentar a las ciudades peque帽as a generar programas de atracci贸n de nueva poblaci贸n, que pueda enriquecer su econom铆a, su vida cultural, su diversidad. La tecnolog铆a juega aqu铆 un rol clave, dado que habilita la continuidad en l铆nea de varias actividades urbanas.
ES VICIS, una ONG que promueve el repoblamiento rural en Argentina, sostiene un programa basado en tres pilares: bienvenida para las familias en la sociedad de recepci贸n, trabajo asegurado e infraestructura adecuada. Esta incluye vivienda, pero tambi茅n la disponibilidad de escuelas, centros de salud, comercios, servicios, buen acceso f铆sico, transporte, caminos.
El acceso a una Internet eficiente y veloz es una de las demandas fundamentales de los nuevos habitantes. Sin embargo, estos migrantes no necesariamente dependen de empleos situados en sus pueblos de recepci贸n. Muchos de ellos son profesionales y t茅cnicos que pueden teletrabajar o combinar actividades en l铆nea y presenciales. Otros llevan consigo microempresas o a煤n peque帽as y medianas empresas que pueden contribuir a la econom铆a local.
Adem谩s, si los pueblos cercanos trabajan conjuntamente para compartir programas de atracci贸n de poblaci贸n, recursos econ贸micos y tecnol贸gicos y servicios, se multiplican las oportunidades de atraer nueva poblaci贸n, evitar el despoblamiento y dinamizar la calidad de vida local. Se tratar铆a de una red de ciudades cercanas conectadas, abiertas y colaborativas, que a trav茅s de la interacci贸n continua, de la acci贸n colectiva y del uso inteligente de tecnolog铆as buscan respuestas a las nuevas necesidades y oportunidades a partir de los cambios producidos por la crisis mundial.
Grandes ciudades
En la actualidad, la covid-19 se integra en una larga lista de enfermedades infecciosas, predominantemente urbanas. Las metr贸polis y megal贸polis parecen ser medios ideales para la propagaci贸n de epidemias.
La problem谩tica de convertir las ciudades existentes en m谩s saludables y amigables reviste aspectos muy diferentes en Europa frente a Iberoam茅rica.
En la mayor铆a de los pa铆ses europeos existe una red m谩s o menos equilibrada de asentamientos urbanos en los que predominan las ciudades intermedias y peque帽as. En Iberoam茅rica, las metr贸polis y megal贸polis han crecido velozmente.
Am茅rica Latina y el Caribe (ALC) cuenta con 215 metr贸polis, de las cuales seis tienen m谩s de diez millones de habitantes. En 2020, 321,2 millones de personas viv铆an en las metr贸polis de ALC. Se prev茅 que entre 2020 y 2035 ese n煤mero aumente en 53 millones. Numerosas zonas oscuras de dichas metr贸polis, 谩reas pobres superpobladas, con insuficiencia o carencia de agua potable, saneamiento, electricidad y conectividad a Internet, ser谩n focos ineludibles de presentes y futuras pestes.
Las propuestas que se formulan actualmente –como las supermanzanas barcelonesas o la ciudad de los quince minutos propuesta en Par铆s– tienden a fraccionar las grandes ciudades en barrios supuestamente autocontenidos. Esto es viable en ambas ciudades, en la que los grandes equipamientos colectivos –universidades, hospitales de alta complejidad, equipamientos culturales, etc茅tera– est谩n distribuidos en la ciudad con relativo equilibrio. En las metr贸polis de ALC, se concentran en centros urbanos alejados de los barrios residenciales.
Otro problema importante es el acceso al trabajo, sobre todo en los sectores industrial y de servicios, no siempre presentes en las nuevas fracciones urbanas. Se aborda el problema del planeamiento del transporte p煤blico de modo que no implique contacto estrecho entre los pasajeros. Por otra parte, no todos en ALC pueden usar autom贸viles propios o pedalear un par de horas hasta sus trabajos. Es necesario hallar soluciones apropiadas a la realidad iberoamericana.
Las nuevas preguntas
Se plantean otros interrogantes: ¿C贸mo trasladar a las ciudades las ventajas del campo, en lo que se refiere a seguridad, tranquilidad, salubridad, medio ambiente y disminuci贸n de la densificaci贸n? ¿Y c贸mo llevar las ventajas de las metr贸polis –grandes equipamientos educativos, sanitarios y culturales– a los pueblos?
Tanto la ciudad de los 15 minutos como las supermanzanas plantean una forma de segmentaci贸n de las ciudades en barrios relativamente autosuficientes en su cotidianidad. Pero tanto en estos modelos como en el de la migraci贸n a pueblos, el condicionante fundamental es el econ贸mico. ¿Es posible descentralizar el sistema econ贸mico para no concentrarlo en los grandes centros urbanos? ¿Es posible desconcentrar los centros financieros y productivos?
Interviene aqu铆 la tecnolog铆a, no como panacea sino para suministrar soluciones parciales. Las autopistas inteligentes y el despliegue de tecnolog铆as 5G en las carreteras mejorar谩n la gesti贸n del tr谩nsito vehicular.
Los drones facilitar谩n las entregas de mercader铆a, ayudar谩n en emergencias y probablemente terminar谩n por transportar personas. Los veh铆culos el茅ctricos e h铆bridos contribuir谩n a mejorar el ambiente urbano. Un n煤mero significativo de ciudadanos teletrabajan y disminuyen sus viajes intra e interurbanos.
Las redes de sensores y los nuevos sistemas de recolecci贸n de datos pueden proporcionar abundante informaci贸n que ayudar谩 al planeamiento urbano y territorial, y a dar respuestas espec铆ficas para condiciones locales. Las soluciones tecnol贸gicas se multiplican a pesar, o a causa de, la crisis global.
Susana Finquelievich, Investigadora Principal del CONICET, Universidad de Buenos Aires
Revista Telos, de Fundaci贸n Telef贸nica
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