OPINI脫N de Samuel Schmidt
Un ex presidente venezolano dec铆a que hab铆a la verdad y la verdad verdadera, por supuesto que la verdadera era la de 茅l, porque una de las atribuciones de las que se apoder贸 el poder pol铆tico, es establecer la verdad. Algunos se refieren a esto como la verdad oficial y se sustenta en el supuesto de que la historia la escriben los vencedores, hasta que los vencidos pueden abrir la boca.
La verdad, por mucha falsedad que contenga siempre tiene algo cierto.
Ahora discutimos sobre la verdad hist贸rica de Iguala d贸nde hay muchas v铆ctimas, en primer lugar los 43 j贸venes desaparecidos, siguiendo por sus familiares y en 煤ltima instancia la naci贸n completa, porque en el mundo se enteran que la barbarie campea sobre M茅xico con la bendici贸n y protecci贸n del Estado. Que nadie se llame a enga帽o, el ej茅rcito es el Estado y en efecto, es un crimen de Estado si un coronel orden贸 el asesinato y desaparici贸n de varios j贸venes, porque es posible que sean m谩s que los que ha descubierto el gobierno, y ya entrados en gastos convendr铆a investigar sobre las acciones en contra de la sociedad en esas zona de Guerrero o por d贸nde haya andado el militar criminal.
Muchas verdades hist贸ricas ensucian la historia de la humanidad y con mucho esfuerzo y tes贸n los agraviados tienen que ir desenterrando lo que se oculta tras esa imposici贸n del poder.
Ah铆 est谩n los esfuerzos en Espa帽a para conocer a detalle los cr铆menes del franquismo, empezando por los asesinados y donde fueron enterrados, aunque ahora vemos que hay cierta predilecci贸n por desaparecer los cuerpos para eliminar las evidencias.
Se descubre en Estados Unidos que protegieron a Franco porque era su trinchera contra los comunistas, pero de paso Franco facilit贸 la importaci贸n de una buena cantidad de nazis para que apoyaran sus esfuerzos b茅licos, la operaci贸n Paper clip se dise帽贸 para ocultar a esos nazis; tal vez no deba sorprender la furia de la ultra derecha neo nazi estadounidense cuya ra铆z puede estar ah铆. La broma de que los estadounidenses le dec铆an a los rusos, los dos tenemos nazis, pero los nuestros son mejores que los suyos, rebela como la verdad de haber derrotado a un r茅gimen racista y exterminador era falsa, fue derrotado militar y pol铆ticamente pero se dej贸 vivo el componente ideol贸gico m谩s nefasto de la historia como excusa en la batida contra el comunismo y bien dice X贸chitl Patricia Campos, para emprender un anti-comunismo sin comunistas.
Hablando de verdades hist贸ricas no debemos dejar de lado el genocidio estadunidense contra los pueblos naturales u originarios para despojarlos de su mundo, sus tierras, sus recursos, y lo justifican celebrando un d铆a de acci贸n de gracias, ni hablar el dios del d贸lar tambi茅n es sanguinario.
El gobierno mexicano no ha bloqueado el poder a un segmento de la sociedad para que indague sobre la guerra sucia y el asesinato de los 43, y el primer resultado es desmontar la verdad hist贸rica y poner frente a la ley a los que la urdieron. El crimen autorizado se vio en pleno con los militares funcionando con los criminales, pero queda por responderse la cuesti贸n central: ¿por qu茅 los mataron?, ¿qui茅n los mand贸 matar? Y ¿por qu茅 el Estado se dio a la tarea de ocultar esa infamia?
Hay que aplaudir la investigaci贸n y la maniobra para desnudar a las huestes que han pasado de culpar a los familiares, a acusar al gobierno de linchar a los culpables y casi dir铆amos de censurarlo por investigar lo que la Raz贸n de Estado hab铆a enterrado. Solo falta que al estilo de las autoridades de Jalisco que culpan a una v铆ctima de ser el m贸vil de su asesinato, a que sostengan que los 43 son culpables de su asesinato y desaparici贸n.
Poco se puede agregar a la condici贸n de la derecha mexicana, sus voceros e intelectuales org谩nicos que bien dice Monero Hern谩ndez son biodegradables, su infamia es enorme y su odio lo es todav铆a m谩s.
Limpiar las verdades hist贸ricas es tarea de los historiadores y los analistas, pero mientras que dilucidar las del pasado sirve para resta帽ar heridas, las del presente como la de Iguala deben ser descartadas como una necesidad pol铆tica fundamental para tratar de corregir esos rumbos echados a perder, lo que sirve para reparar aunque sea un poco el da帽o causado, y asegurar como lo establece la ley de v铆ctimas que ese tipo de hecho no vuelva a suceder.