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Invertir en el talento africano es bueno para la salud global

Gonzalo Fanjul*

Los pa铆ses m谩s ricos compiten por el talento de los profesionales sanitarios de 脕frica y otras regiones. Una buena pol铆tica migratoria puede hacer que este proceso beneficie a todos.

La movilidad de capacidades y talento impulsa el crecimiento de las econom铆as y la generaci贸n de empleo © Fundaci贸n Anesvad / Elssie Ansareo
 

A principios de 2022, Pamela Cipriano, presidenta de Consejo Internacional de Enfermeras, expresaba en un foro de debate una preocupaci贸n rayana en la angustia: “Como profesi贸n, globalmente, estamos pidiendo ayuda. Porque las enfermeras no se sienten valoradas, no se sienten apoyadas, y porque sabemos que en el curso del tiempo necesitamos incrementar la oferta de mano de obra y retener esa oferta. Esto se est谩 convirtiendo en un desaf铆o cr铆tico cuando observamos las condiciones que nos afectan”.

La Dra. Cipriano representa a un colectivo del que depende el bienestar, la econom铆a y la estabilidad de nuestras sociedades. Los dos 煤ltimos a帽os han llegado a convencernos de que quienes sostienen los sistemas de salud desde la medicina, la enfermer铆a y los cuidados se han convertido en un bien p煤blico escaso y cada vez m谩s codiciado por gobiernos de todo el mundo. La consolidaci贸n de los modelos de cobertura sanitaria universal se ha fundamentado en la existencia de sistemas adecuadamente dotados de recursos humanos y materiales. Cuando estos faltan –por incapacidad o negligencia de las autoridades– los ciudadanos solo tienen la alternativa de sus propios recursos o del abandono sanitario.

脕frica subsahariana y las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) constituyen un ep铆tome de esta realidad. Fundaci贸n Anesvad es testigo directo del modo en que los pacientes de patolog铆as como el dengue, la lepra o la enfermedad del sue帽o sufren un doble abandono: por el lugar en el que han nacido y por las enfermedades a las que deben hacer frente. Millones de personas se convierten cada a帽o en v铆ctimas invisibles de una realidad que necesita todo el apoyo que los profesionales de la medicina y la enfermer铆a pueden ofrecer.

Existe un objetivo prioritario frente a este desaf铆o, y no es exclusivo de ninguna regi贸n o nivel de ingreso: dotar al conjunto de los sistemas sanitarios del planeta del personal que precisan para hacer frente a todas las enfermedades y determinantes de la salud. La buena noticia es que este no tiene por qu茅 ser un juego de suma cero, en el que un pa铆s solo puede ganar trabajadores a costa de otro. Es posible invertir m谩s y gestionar mejor para dotar al sistema de salud global del personal que necesita. Y, en este esfuerzo, la movilidad internacional de trabajadores y trabajadoras puede jugar un papel muy positivo.

La Organizaci贸n Mundial de la Salud (OMS) estableci贸 en 2006 el concepto de escasez cr铆tica de trabajadores sanitarios, un concepto que luego fue utilizado como base para su c贸digo de recomendaciones sobre el reclutamiento internacional de estos profesionales. De acuerdo con este criterio combinado, 47 pa铆ses se encuentran en una situaci贸n de escasez cr铆tica de profesionales, y por lo tanto deben estar sujetos a las salvaguardas contempladas en el c贸digo de la OMS. Siete de cada diez pa铆ses de esta lista (32 en total) corresponden a 脕frica subsahariana y el Sahel.

Mientras que la Uni贸n Europea cuenta con 43 doctores y 99 enfermeros por cada 10.000 habitantes, esta ratio es de tan solo 3 y 18 para 脕frica subsahariana. Los n煤meros de esta regi贸n son alarmantes incluso cuando se comparan con los de 脕frica del Norte. El valor de la ratio de doctoras y enfermeras de la regi贸n se mantiene estancado por m谩s de una d茅cada. Mientras tanto, en Australia, Noruega, Suecia, Reino Unido o EEUU m谩s de un 25% de los m茅dicos han sido formados en el extranjero. En la especialidad de enfermer铆a, el porcentaje es m谩s bajo, aunque relevante en pa铆ses como Alemania (8%), Reino Unido (15%) o Australia (17%).

El principal continente de origen es la propia Europa, tanto para la medicina como para la enfermer铆a (30% y 60%, respectivamente). Para la especialidad de medicina, le sigue Am茅rica Latina (28%) y los pa铆ses del Mediterr谩neo oriental (16%). De 脕frica subsahariana proceden en torno al 6% de los flujos migratorios de m茅dicos. La presencia del continente es a煤n menor en el caso de la enfermer铆a, pero la importancia de ambos crece cuando se considera la escasez de personal en origen.

Nada sugiere que esta tendencia vaya remitir. De acuerdo con la OMS, un tercio de todos los doctores y doctoras que ejercen en los pa铆ses de la OCDE ten铆an en 2014 m谩s de 55 a帽os. Las mismas proyecciones de la OMS estiman que para 2030 Espa帽a tendr谩 un d茅ficit de m谩s de 85.000 profesionales de la enfermer铆a y casi 30.000 de la medicina. Porque Espa帽a exporta trabajadores, adem谩s de acogerlos. En el a帽o 2019, 362 doctores y doctoras formadas en Espa帽a entraron en alguno de los pa铆ses de la OCDE de los que se dispone de informaci贸n. En el caso de la enfermer铆a este n煤mero fue de 2.578.

La regulaci贸n de estos movimientos en beneficio de todas las partes involucradas se encuentra a煤n en fase de construcci贸n dentro de la UE. La llamada Tarjeta Azul –destinada al personal m谩s formado y especializado, como los de la medicina y la enfermer铆a– establece criterios de admisi贸n m谩s flexibles e inclusivos. Medidas similares se aplican desde hace tiempo en destinos migratorios tan importantes como Estados Unidos o Canad谩. Pero, incluso bajo estas circunstancias, el desplazamiento de profesionales sanitarios de regiones de menos ingresos a regiones m谩s pr贸speras plantea importantes dilemas 茅ticos: por la exclusi贸n de otros trabajadores y por la posibilidad de que se produzca un fen贸meno de “fuga de cerebros” que descapitalice sectores fundamentales para el desarrollo.

Por eso es fundamental que la regulaci贸n de estos movimientos optimice el equilibrio de riesgos y beneficios asociados a la emigraci贸n de profesionales de alta cualificaci贸n. Eso no se consigue cort谩ndola por completo, sino aprovechando las ventajas que ofrece y atajando sus problemas con medidas espec铆ficas como las que detallamos en el informe las fundaciones Anesvad y porCausa. Estas pasan por invertir en los sistemas de salud en origen, formando a personal especializado; y por dise帽ar programas de migraci贸n legal, ordenada y segura que faciliten la circularidad del talento y optimicen el impacto en origen. En ambas prioridades puede jugar un papel fundamental la cooperaci贸n internacional.

(*) Este texto es una adaptaci贸n de los contenidos del informe La movilidad laboral como oportunidad para la salud global: Una perspectiva africana, elaborado por las fundaciones Anesvad y porCausa.
El pr贸ximo viernes d铆a 2 de diciembre, a las 11.00h., se presentar谩 este informe en la sala BBK Kuna (Bilbao), y contar谩 con la participaci贸n de Garbi帽e Biurrun Mancisidor, presidenta de Fundaci贸n Anesvad y *Gonzalo Fanjul, director del 谩rea de investigaci贸n en Fundaci贸n porCausa.

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