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Populismo y manipulaci贸n social


OPINI脫N de Ra煤l Allain (*)

El populismo es definido por el Diccionario de la RAE como: “popularismo” y “Tendencia pol铆tica que pretende atraerse a las clases populares”, indicando que tiene un sentido despectivo.

Desde el punto de vista de la sociolog铆a, se tienen reportes de que el populismo aparece en ciertos movimientos en la Rusia de mediados del siglo XIX, y que luego fue tomando forma como una oposici贸n entre el pueblo y la 茅lite, y que se enarbol贸 en las revoluciones que trataron de involucrar a las masas populares.

Rodr铆guez S谩ez (2018) (https://tinyurl.com/23r35hcj) se帽ala que “El populismo es un concepto que se halla en los confines de la teor铆a social y pol铆tica. Habita en los m谩rgenes, es perif茅rico y retorna siempre. Es un concepto l铆mite para tiempos l铆mite”. Y a帽ade una idea interesante: “La experiencia de los populismos en el mundo contempor谩neo tiene sus ra铆ces hist贸ricas a partir de los primeros procesos de modernizaci贸n capitalista y la conformaci贸n de los Estados nacionales en el siglo XIX. El reciente ascenso de los populismos, a partir de la d茅cada de los a帽os 70 del pasado siglo, se produce a partir del giro hist贸rico que imprime la aceleraci贸n de la mundializaci贸n econ贸mica y de la ca铆da de los reg铆menes comunistas. Este giro ha producido y sigue produciendo fracturas sociales y tensiones institucionales en los sistemas democr谩ticos que se expresan bajo la forma de protestas, movimientos sociales y, finalmente, partidos pol铆ticos reactivos contra las limitaciones de los sistemas democr谩ticos para dar respuestas efectivas a complejas demandas sociales y pol铆ticas”.

Sin duda, el t茅rmino se ha complejizado y hoy se habla del populismo en el arte. El propio Vallejo dec铆a que “el arte viene del pueblo y va hacia 茅l”. Hoy en d铆a se han roto las barreras entre el arte popular y el arte culto. Es m谩s, lo popular impregna todo el arte.

M谩s all谩 de ello, mirando el tema con enfoque sociol贸gico, hay un tono demag贸gico en el populismo actual, siempre tratando de encandilar al “pueblo” con falsas promesas, para llevarlo a un espejismo de proyectos inmediatistas, sin fondo ni proyecci贸n. En el caso internacional, los reg铆menes de Hugo Ch谩vez (padre de Maduro) y de Evo Morales tienen altas dosis de populismo: la promesa de un para铆so de palabras, incluso apelando al control dictatorial, la violencia contra los opositores, en medio de una econom铆a que aparentemente beneficia a las “mayor铆as”. Lo de Chile es m谩s sintom谩tico: las masas, cuando explotan, generan caos social.

Lo cierto es que el populismo tiene muchos ropajes: el izquierdismo y el socialismo han sido los m谩s frecuentes. Y parad贸jicamente la izquierda se presenta como la alternativa ideal para buscar la equidad. Pero vemos que muchos de sus l铆deres est谩n tras las rejas por casos de corrupci贸n y enriquecimiento il铆cito. En la otra orilla, el discurso de “responsabilidad social” de muchas empresas tiene dosis de populismo de fachada. Los esc谩ndalos de corrupci贸n por la adjudicaci贸n de contratos a la empresa Heaven Petroleum Operators lo confirman.

En el Per煤 actual, la pol铆tica criolla est谩 impregnada hasta el tu茅tano de populismo y popularismo. Lo vemos en cada campa帽a electoral, donde los candidatos prometen incluso lo que el puesto al que postulan no les permite por la naturaleza de la funci贸n. Por ejemplo los postulantes al Congreso suelen enga帽ar a los electores prometiendo trabajo, vivienda y mejoras en la salud y la educaci贸n. Y los reg铆menes presidenciales m谩s recientes han funcionado como el aparato de fachada de organizaciones criminales que solamente buscan el poder para apoderarse del “bot铆n del Estado”.

El riesgo del populismo es anquilosarse con una estructura y una aparente organizaci贸n, de manera que resulta cre铆ble y, para muchos, necesario.

Rodr铆guez S谩ez a帽ade que “los discursos populistas ser铆an el instrumento de comunicaci贸n que enlaza, mejor o peor, la base social con los referentes simb贸licos y la ideolog铆a”. Yo dir铆a que m谩s bien el populismo es una forma de manipulaci贸n social a gran escala. Debemos estar atentos para criticar y erradicar los discursos populistas, porque no son 煤tiles para el aut茅ntico desarrollo.

El Per煤, que durante d茅cadas estuvo sumido en el subdesarrollo y la crisis econ贸mica, ha sido el pa铆s de las oportunidades, el pa铆s de la esperanza, el pa铆s que posee una de las econom铆as m谩s estables y progresistas del mundo, a tal punto de que los analistas internacionales han bautizado este fen贸meno como “El milagro peruano”.

Pero esto no es fruto del azar. El Per煤 se pudo levantar de los destrozos causados por el terrorismo y la crisis econ贸mica en base al esfuerzo, trabajo y sacrificio de todos los peruanos. No ha sido fruto del populismo de alg煤n partido pol铆tico ni menos. Todav铆a tenemos un reto pendiente hacer del Per煤 un pa铆s desarrollado, con igualdad de oportunidades para cada uno de los ciudadanos. Todo esto es posible con un cambio de actitud mental, con una visi贸n entusiasta y positiva de la realidad, enarbolando los valores humanos, haciendo todo lo posible para lograr la armon铆a familiar y social.

He all铆 la importancia de una aut茅ntica ciudadan铆a –que es lo opuesto a existencia de masas an贸nimas y manipulables–, para vivir con dignidad, creatividad, inteligencia, paz y buena voluntad.

(*) Escritor, soci贸logo y analista pol铆tico. Consultor Internacional en Derechos Humanos para la Asociaci贸n de V铆ctimas de Acoso Organizado y Tortura Electr贸nica (VIACTEC).

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