Edith Elgueta se dio cuenta de que, cuando desaparecieron las abejas, el desierto de Atacama, en el norte de Chile, se volvi贸 a煤n m谩s seco y, despu茅s de toda una vida como funcionaria municipal, se propuso recuperar esos insectos y producir una miel 煤nica en una de las zonas m谩s 谩ridas del mundo.
“Viene de una necesidad de tener que buscar calidad de vida. Nosotros en el desierto siempre hab铆amos tenido abejas, pero por una persecuci贸n de la mosca de la fruta hicieron fumigaciones, ah铆 se perdieron las abejas y eso no provoc贸 m谩s sequ铆a todav铆a en pleno desierto”, explica en una entrevista con Noticias ONU.
Edith dej贸 su trabajo como archivera municipal y se fue a la Universidad Nacional de Cuyo, en Medonza, Argentina, a formarse como apicultora. Pero las clases no le bastaron. Edith quer铆a hacer una apicultura distinta.
“Llegu茅 a hacer un cambio de metodolog铆a, ver a la abeja en otro sentido, a tratarla bien”.
Edith ten铆a buenas relaciones con las comunidades de ind铆genas aimaras de la regi贸n de Arica y Parinacota por su trabajo en la municipalidad y busc贸 sus conocimientos.
“Empec茅 a aplicar los conocimientos de la apicultura biodin谩mica, a trabajar con las constelaciones lunares y tambi茅n, como ya ten铆a conocimiento de la parte ind铆gena, fui haciendo un complemento y eso lo fui aplicando”, explica.
Asegura que, al principio, nadie cre铆a en su proyecto y le dec铆an que sacar miel en el desierto era una idea “de locos”.
Edith busca las vetas de agua con un p茅ndulo. “Logr茅 ubicar el reservorio de agua subterr谩nea donde crece mucha planta nativa y ah铆 puse la colmena y la abeja. Empezaron a polinizar esas flores, a sacar la mejor miel y libre de metales pesados”, cuenta sobre el origen de Colmenares Piomartin. “Las zonas des茅rticas son zonas de muchos minerales, pero las ra铆ces de estas plantas purifican el agua. Por eso es tan importante cuando hay agua, poner plantas, porque ellas van limpiando el agua”.
Clima extremo
Todo el proceso es completamente natural y sostenible. Abre las colmenas en funci贸n de las condiciones del clima y de los ciclos lunares.
“Uno abre la colmena sin usar humo, sin usar nada qu铆mico. La abeja siente cuando uno tiene que sacar miel y no ataca, deja el marco libre y se puede llevar a sala de cosecha”, explica.
Asegura que, durante la fase lunar creciente, la miel es m谩s 谩cida y 谩spera y en cuarto menguante resulta m谩s suave, cremosa y dulce.
El clima en Arica es extremo, con temperaturas de hasta 45 grados por el d铆a que bajan a 5 durante la noche.
“La abeja se adapta. Es el 煤nico ser vivo que ha pasado todos los cambios de la tierra, todos los desastres que ha tenido la Tierra. Ella lo ha ido superando. Teniendo agua y teniendo flores, la abeja es feliz”, explica Edith.
Sin embargo, s铆 notan que con las temperaturas cada vez m谩s extremas la radicaci贸n solar es “muy alta” y “la floraci贸n dura muy poco”.
Conocimientos ancestrales y tecnolog铆a del siglo XXI
La tecnolog铆a juega tambi茅n un papel esencial en un negocio artesanal. “Uno tiene que respetar a sus ancestros, pero tambi茅n tiene que evolucionar y aplicar nuevas tecnolog铆as, porque uno no puede quedarse en el pasado”, sostuvo.
Tiene una central satelital que mide “las gotas que caen de agua, el viento…” y una antena para poder conectarse “hacia el mundo”.
Gracias a la conexi贸n a internet ha podido hacer cursos de formaci贸n en l铆nea para mejorar su negocio, como los que ofrece Fondo Esperanza, la entidad chilena de la Fundaci贸n Microfinanzas BBVA, que colabora con la ONU. A trav茅s de ellos tambi茅n obtiene financiamiento para su negocio y conexiones con otras mujeres emprendedoras.
“Son equipos de mujeres que van formando, en donde cada uno rentabiliza su negocio. Pero si hay alg煤n problema de deuda, todos nos agrupamos. Es como el trabajo de la abeja. La 煤nica manera de sobresalir es trabajando en equipo, apoy谩ndonos unos a otros”, dice.
Edith particip贸 en un evento organizado por la Fundaci贸n, Trust For The Americas, el Gobierno de Colombia y el de Panam谩, en el marco de la Comisi贸n del Estatus de la Mujer de la ONU en Nueva York.
Tras el evento, todav铆a sent铆a incredulidad de haber “volado tanto”. “Me siento como una abeja en el pa铆s de las maravillas”, dec铆a sobre su paso por Nueva York y la ONU. “Lo m铆o es una microempresa familiar tan peque帽ita. Mi producci贸n es peque帽ita tambi茅n, pero el valor agregado que tiene es que es 煤nica”.
“Es un trabajo de equilibrio y de respeto hacia la abeja”, detalla. “Trabajamos en equipo, yo las cuido, las protejo, pero tambi茅n tengo que comer, alimentarme. As铆 que una mitad del trabajo de ellas tambi茅n es m铆o”.
El mensaje que transmiti贸 a las mujeres presentes en la conferencia, que se levantaron a aplaudir tras su intervenci贸n, es que deben creer en s铆 mismas. “Mi lema es ‘creer para poder ver’. Yo creo en lo que hago, me tengo confianza, me tengo fe y las cosas resultan”.
Planes de futuro
Con sus 15 colmenas, Edith produce una miel que, asegura, es 煤nica en el mundo por sus propiedades bacteriol贸gicas, y prop贸leo, que vende en Chile, Per煤 y Bolivia. Est谩 investigando y obteniendo las certificaciones para vender miel encapsulada.
“Estamos haciendo los estudios biom茅dicos a los productos que tienen que ingresar. Como son producto nuevo, tienen que pasar por toda una reglamentaci贸n y tambi茅n tenemos que comprar una m谩quina de encapsulado para poder integrar a mercados comerciales m谩s altos”, explica con brillo en los ojos.
A sus 68 a帽os no tiene intenci贸n de retirarse. “A m铆 me ha tocado ser mam谩, due帽a de casa, trabajadora, criar mis hijos y ahora en mi empresa me siento activa. A m铆 el trabajo me motiva y eso me da est铆mulo de vida”, dice. Se siente afortunada y “libre como una abeja”