OPINIÓN
Carlos Luna Arvelo
El Ministro Héctor Rodríguez diserta nuevamente sobre la educación y muestra presuntos “resultados” de su gestión dejando claro en su discurso que sigue sin resolver el problema de la burocracia a la que no ha dejado de repetir que eliminará.
Insiste en los 200 días de clases, pero ni por asomo plantea el debate sobre los salarios de los docentes.
Dice que hay incremento de bachilleres que han solicitado estudiar educación este año (en comparación con el año pasado), pero la verdad es que tenemos razones creíbles para dudar, sobre todo considerando que como “buen político” que es, regularmente recurre a las promesas y ofrecimientos pero muy pocas veces, al menos como Ministro de educación ha cumplido lo prometido.
El ministro saca unas cuentas ligeras que le permiten concluir que no faltan docentes, que según estas cuentas más bien sobran. Pero lo que se puede deducir de estos cálculos teóricos del ministro es que desconoce las realidades de las instituciones educativas. Tanto las desconoce que en un ejemplo que el mismo expone habla de que la solución para que una maestra que atiende más de 40 estudiantes es que se cree en la institución otro turno. Definitivamente que el Sr. Ministro sabe poco sobre la educación.
En su perorata el Ministro llega a afirmar que hay que realzar a las maestras y osa afirmar que el descrédito del que goza en nuestros días la profesión docente tiene que ver con las críticas que las mismas maestras hacen de sus colegas. Ni por equivocación vincula el descredito de la profesión docente con la precariedad en que viven quienes ejercen actualmente dicha profesión. Pero el ministro la verdad es que no sabe nada de esto y su interpretación del asunto nos deja ver que no le interesa nada el asunto.
El ministro repite términos y conceptos que sin duda confundirán a cualquier lego sobre la materia, pero en los educadores y docentes lo único que les deja es la convicción de que sin saber nada de la educación se atreve a presentarse como un erudito en la materia.
Nos recuerda el ministro que el antes estuvo despachando desde Salas, por allá por el 2014, al mencionarlo viene a nuestra memoria la Consulta Educativa y como se dilapidaron recursos en dicho asunto, hay que ser honesto y reconocer al ministro eso que afirma que en su anterior paso por Salas manejó cuantiosos recursos, tanto fueron los recursos que manejo aquella gestión que muchos de ellos se dilapidaron, como ya se ha dicho.
Dice el ministro que hay que hacer homenajes a las maestras y docentes al momento de su jubilación, pretendiendo ignorar que el mayor homenaje que agradecerá cualquier docente que se jubile es hacer un cálculo de prestaciones sociales que le permita recibir una compensación justa por los mejores años de su vida laboral entregados a la noble tarea de educar. Los más de 8.000 docentes jubilados del 13 de agosto de 2025 recibieron prestaciones que apenas llegaban a $300 en la mayoría de los casos, esto el Ministro tiene que saberlo porque si lo ignora es un absoluto desconocedor de la verdadera realidad de los maestros que se jubilan.
Definitivamente Ministro usted a usted le sobra la vocación para presentar cifras, prometer y ofrecer soluciones mágicas, proponer debates estériles y fantasiosos, pero no la vocación de los docente comprometido con la educación de niños y jóvenes que le sobra a nuestras maestras y docentes. El gremio de maestras y docentes no merecen tener un Ministro como usted, renuncie que nadie en el gremio va a extrañarlo, de eso no tenga dudas.
Carlos Luna Arvelo