OPINIÓN
Carlos Luna Arvelo
Venezuela
El Ministro de Educación impuso como fecha de incorporación a las labores el 8 de septiembre, como era previsible los maestros y las maestras en su mayoría no atendieron al llamado, por ser ilegal al interrumpir el tiempo de duración estipulado para el periodo vacacional; sin embargo, el ministro logró garantizar el reinicio de labores escolares el 15 de septiembre. Fue una estrategia burda, es claro, pero a decir verdad logró lo que en condiciones normales sería difícil, que la mayoría de los trabajadores se incorporaran a sus labores, a pesar de las adversidades por las que atraviesan, considerando los bajos ingresos y la casi inexistencia de salarios.
En su empeño de seguir logrando su objetivo (que no es otro que desatender los problemas de fondo de la educación y eludir la discusión salarial de maestras y trabajadores del sector) el ministro declara ahora que las maestras no deben mandar tareas. Resultado, una vasta mayoría de gente imbuida en una discusión que desvía a todos de un asunto que debe ser principal, la discusión de las condiciones salariales en las que se desempeñan sus labores los docentes.
También el Ministro insiste en que aún mucho personal aparece en la nómina del Ministerio de Educación sin ejercer la docencia directa y que forma parte de una burocracia innecesaria, es posible que tenga algo de razón en ello, el asunto es porqué después de más de un año el Ministro no termina de sincerar la nómina en favor de que no falten docentes en escuelas y liceos, pero no, parece que el ministro recurre a esto como un mero discurso, mientras vemos que áreas esenciales en la formación de los jóvenes carecen de personal calificado para su formación.
Por allí corren comentarios que en Semana Santa apenas serán no laborables solo jueves y viernes y que los docentes perderán el asueto correspondiente a la Semana Santa, nada oficial aún, pero parece parte de la estrategia de mantener a la gente fuera de lo que debe ser el foco de la discusión, el salario de las maestras, docentes y trabajadores educacionales.
Mientras las maestras, maestros, docentes y personal se dejen distraer, siempre habrá temas a discutir y múltiples opiniones sobre ellos y el tema urgente como es el de las mejoras salariales seguirá siendo postergado, como si no fuera fundamental para las maestras de este país garantizar su calidad de vida y la de su familia en base al desempeño de su trabajo.
Ministro deje de poner como prioridad en la educación tópicos que tiene poca o ninguna relevancia y ocúpese del tema salario de los docentes o sencillamente renuncie al cargo que por lo que vemos le quedó grande.
Salarios dignos para maestras y trabajadores de la educación es una urgencia.
Carlos Luna Arvelo
El Ministro de Educación impuso como fecha de incorporación a las labores el 8 de septiembre, como era previsible los maestros y las maestras en su mayoría no atendieron al llamado, por ser ilegal al interrumpir el tiempo de duración estipulado para el periodo vacacional; sin embargo, el ministro logró garantizar el reinicio de labores escolares el 15 de septiembre. Fue una estrategia burda, es claro, pero a decir verdad logró lo que en condiciones normales sería difícil, que la mayoría de los trabajadores se incorporaran a sus labores, a pesar de las adversidades por las que atraviesan, considerando los bajos ingresos y la casi inexistencia de salarios.
En su empeño de seguir logrando su objetivo (que no es otro que desatender los problemas de fondo de la educación y eludir la discusión salarial de maestras y trabajadores del sector) el ministro declara ahora que las maestras no deben mandar tareas. Resultado, una vasta mayoría de gente imbuida en una discusión que desvía a todos de un asunto que debe ser principal, la discusión de las condiciones salariales en las que se desempeñan sus labores los docentes.
También el Ministro insiste en que aún mucho personal aparece en la nómina del Ministerio de Educación sin ejercer la docencia directa y que forma parte de una burocracia innecesaria, es posible que tenga algo de razón en ello, el asunto es porqué después de más de un año el Ministro no termina de sincerar la nómina en favor de que no falten docentes en escuelas y liceos, pero no, parece que el ministro recurre a esto como un mero discurso, mientras vemos que áreas esenciales en la formación de los jóvenes carecen de personal calificado para su formación.
Por allí corren comentarios que en Semana Santa apenas serán no laborables solo jueves y viernes y que los docentes perderán el asueto correspondiente a la Semana Santa, nada oficial aún, pero parece parte de la estrategia de mantener a la gente fuera de lo que debe ser el foco de la discusión, el salario de las maestras, docentes y trabajadores educacionales.
Mientras las maestras, maestros, docentes y personal se dejen distraer, siempre habrá temas a discutir y múltiples opiniones sobre ellos y el tema urgente como es el de las mejoras salariales seguirá siendo postergado, como si no fuera fundamental para las maestras de este país garantizar su calidad de vida y la de su familia en base al desempeño de su trabajo.
Ministro deje de poner como prioridad en la educación tópicos que tiene poca o ninguna relevancia y ocúpese del tema salario de los docentes o sencillamente renuncie al cargo que por lo que vemos le quedó grande.
Salarios dignos para maestras y trabajadores de la educación es una urgencia.
Carlos Luna Arvelo