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En Primera Plana y una Iglesia c贸mplice

Jorge  Zavaleta  Alegre.- Am茅rica Latina, transcurre por  una suerte de confusi贸n entre el extremismo de la libertad del mercado y la pretensi贸n de instituciones como la Iglesia Cat贸lica de ocultar con subterfugios  el ejercicio de la fe, como un dogma, basado en la infalibilidad de “la autoridad  divina”.






Este panorama de “mente, sociedad y conducta”, como titula el Banco Mundial a un  informe sobre el desarrollo humano, refleja la idea de que si se presta atenci贸n al modo en que los seres humanos piensan (los procesos de la mente) y al modo en que la historia y el contexto configuran el pensamiento (la influencia de la sociedad), se puede mejorar las intervenciones y las pol铆ticas de desarrollo que se centran en la elecci贸n y la acci贸n (conducta).

Nos ofrece descubrimientos de numerosas disciplinas, como la neurociencia, la ciencia cognitiva, la psicolog铆a, la econom铆a del comportamiento, la sociolog铆a, la ciencia pol铆tica y la antropolog铆a. Estos descubrimientos ayudan a explicar las decisiones que toman los individuos en relaci贸n con numerosos aspectos del desarrollo, como el ahorro, las inversiones, el consumo de energ铆a, la salud y la crianza de los hijos.

Tambi茅n permiten comprender mejor el modo en que las conductas colectivas (como la confianza generalizada o la corrupci贸n generalizada) se desarrollan y se arraigan en una sociedad.

Por cierto encuentro esta perspectiva que se vincula con la  sigilosa actitud represiva de la Iglesia, a que el p煤blico tome contacto con el arte, con el cine, tratando de confundir la sociedad del espect谩culo que deforma la  realidad y el drama que nos ofrece “En Primera Plana”.

El filme dirigido por el director norteamericano Tom McCarthy, compite por seis estatuillas del Oscar 2016, basada en el extraordinario esfuerzo de los reportajes period铆sticos (2002), que develaron el encubrimiento de sacerdotes ped贸filos a trav茅s de d茅cadas, efectuado por la Arquidi贸cesis cat贸lica de Boston, en EEUU, y que consigui贸 un premio Pulitzer, al a帽o siguiente, pel铆cula en la que se subrayan la agilidad narrativa del relato, y la eficacia art铆stica de su elenco.

Volviendo al diario impreso The Boston Globe que comenzara a publicar en su portada una serie de art铆culos en los que revelaba la acci贸n displicente y permisiva del cardenal arzobispo Bernard Francis Law, en cuanto a sancionar y castigar los abusos deshonestos en contra de menores (sexuales y de orden psicol贸gico), cometidos por decenas de presb铆teros bajo su jurisdicci贸n, entre los cuales figuran sacerdotes de Am茅rica Latina y el mundo; en la capital cultural y econ贸mica de Nueva Inglaterra (noreste de los EEUU), ya nada ser铆a lo mismo para la Iglesia Cat贸lica Romana all铆, y en el mundo entero.

Despu茅s del impacto producido por esa noticia se generar铆a un efecto domin贸: nuevas denuncias en el resto de aquel pa铆s, luego en Irlanda y posteriormente en otras naciones de Europa.

Law debi贸 renunciar a su cargo, y la oleada de hechos similares que aparecieron en distintas localidades norteamericanas, obligaron a la Iglesia a cancelar millonarias indemnizaciones en dinero a las silenciadas v铆ctimas, y asimismo, el final del gobierno apost贸lico de Juan Pablo II (fallecido en 2005), se ver铆a ensombrecido y hasta cuestionado por algunas voces cr铆ticas.

El nacimiento, el transcurso y la culminaci贸n de esa investigaci贸n period铆stica, envuelta en los c贸digos y libertades propias de la ficci贸n, alimentan “En primera plana”, el quinto largometraje dram谩tico del realizador Tom McCarthy (Nueva Jersey, 1966), una cinta que compite por el Oscar.

Los espectadores deben entender sin asomo de dudas las pericias de un grupo de tres reporteros y su editor, alrededor de esa enmara帽ada, poderosa, e influyente red de protecci贸n, que en vez de castigar a los sacerdotes acusados de sistem谩ticos apremios sexuales y ped贸filos, los reubicaba en otras parroquias, o bien, los exculpaba envi谩ndolos a an贸nimas casas de acogida o de reposo, a la manera en que lo sugiere la obra “El club”, del cineasta chileno Pablo Larra铆n Matte, por ejemplo.

“En primera plana”, ser铆a mezquino restarle m茅rito y de esa manera guarecerse como los sacerdotes conservadores que la Ley divina no puede ser discutida.

Aquellos que develaron el encubrimiento de sacerdotes ped贸filos a trav茅s de d茅cadas, efectuado por la Arquidi贸cesis cat贸lica de Boston, en EEUU, en esta pel铆cula se subraya la agilidad narrativa del relato, y la eficacia art铆stica de su elenco.

El subdesarrollo en Am茅rica Latina no solo es mental, sino consecuencia del mal uso del poder, con anuencia de una iglesia, cuyos salarios proceden de la caja fiscal y antes que sancionar los sustractores del dinero p煤bico  en detrimento de los pobres, optan por censurar desde el p煤lpito de sus iglesias, la exhibici贸n en las salas de cine de obras como la extraordinaria pel铆cula “En Primera de Plana” The Boston Globe.

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“The Boston Globe” fue fundado en 1872 por seis hombres de negocios dirigidos por Eben Jordan, quien, inicialmente invirti贸 $150,000 d贸lares. La primera edici贸n se public贸 en el 4 de marzo de 1872, costando solo 4 centavos de d贸lar. A pesar de ser originalmente una edici贸n matutina, su publicaci贸n dominical comenz贸 en 1877.  En 1992, “The Boston Globe” forma parte “The New York Times”. Constantemente es clasificado entre los 10 mejores peri贸dicos digitales de EEUU.






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