Josephine Baker, símbolo de la liberación femenina, de la lucha contra el racismo y miembro de la Resistencia durante la ocupación nazi, ha dejado su huella en la historia de su país de adopción, Francia, que este martes le abre las puertas del Panteón. De Broadway a los Campos Elíseos Nacida en 1906 en Estados Unidos en el seno de una familia pobre de Missouri, Josephine Baker tuvo que enfrentarse a la segregación racial desde muy joven. La obligaron a casarse a los 13 años y dejó a su marido para probar suerte como bailarina en los cabarets de Broadway antes de cruzar el Atlántico, hasta París, donde se convirtió en una estrella. Plátanos de goma como burla del símbolo colonialista Josephine se incorporó a "La Revue nègre", un musical del Théâtre de Champs-Élysées. Su vitalidad y excentricidad, al ritmo del jazz, la hicieron famosa e imprescindible en el París de los locos años veinte, donde no dudó en utilizar tópicos coloniales. En 1927, en el Teatro Folies Bergères, apar...