La especie Micronecta scholtzi produce este canto frotando su pene contra el abdomen, en un proceso conocido como estridulación. Los especialistas aseguran que el sonido es parte de los rituales de cortejo para atraer hembras.
Los científicos grabaron al insecto con micrófonos sumergibles y registraron sonidos con un promedio de 78,9 decibeles, que es comparable al producido por un tren de carga desplazándose a gran velocidad. Si bien el 99% del ruido se pierde cuando las ondas viajan del agua a la atmósfera, el canto aún era perceptible para el oído humano.
“La grabación nos sorprendió mucho. Al principio pensamos que el sonido provenía de otras especies acuáticas de mayor tamaño”, dijo el ingeniero James Windmill, de la Universidad de Strathclyde, en Glasgow (Escocia).