OPINI脫N de Rafael Fernando Navarro.- Jaume Matas ingres贸 no hace mucho en la c谩rcel de Segovia. Fabra est谩 condenado a ingresar. En Castell贸n los miembros de Partido Popular anduvieron recogiendo firmas para que se le concediera el indulto. Daba pena que un hombre tan mayor tuviera que ir a la c谩rcel Pujalte y otros muchos pol铆ticos dec铆an sentir pena ante un exministro y expresidente como Matas.
Un m茅dico de 25 a帽os y una luchadora por los derechos de los trabajadores fueron identificados como posibles autores de un derramamiento de pintura en una piscina porque integraban un piquete en la 煤ltima huelga general. Nadie descubri贸 a ning煤n miembro del partido gobernante pidiendo un indulto para esos dos trabajadores malvados. No dieron pena a nadie. Las leyes est谩n para ser cumplidas y su infracci贸n lleva acarreada una pena que hay que cumplir. El joven, Carlos Cano, con nombre cantante, con una Mar铆a la Portuguesa en el pecho, permaneci贸 unos d铆as en prisi贸n. Esperan ahora que Gallard贸n, el moderado prehist贸rico, les conceda el indulto, aunque la verdadera preocupaci贸n del ministro sea la ocupaci贸n, la apropiaci贸n de 煤teros y vaginas para que el nasciturus venga al mundo y se entere de los que es pasar hambre o emigrar a Alemania con dos carreras y dos master a servir copas y salchichas de Frankfurt.
Artur Mas siente un dolor infinito, una pena inmensa, ante su padre pol铆tico, padre que anduvo de parranda con Suiza y otras muchas amantes que le sacaban el dinero y le echaban una p贸cima en la copa para que siguiera teniendo tranquila su conciencia, limpia su oficina de cuatrocientos metros, dispuesto el coche oficial y tres secretarias para seguir dando lecciones de patriotismo desde la Avda. de Gracia y le recordaran que ten铆a que cobrar una pensi贸n sustanciosa para regalarle chuches a los nietos.
Un art铆culo que debe ser necesariamente corto no puede seguir enumerando penas, penitas, penas porque se alargar铆a hasta el infinito. Espa帽a est谩 triste. ¿Qu茅 tendr谩 Espa帽a? Y los espa帽olitos andamos por esta democracia nuestra como en viernes santo sevillano. Doloridos, llagados, desangrados de hambre, miseria, de sanidad colapsada, ense帽anza recortada, dependencia machacada. De rodillas vamos en penitencia porque nos pesa la crisis en los hombros y se nos desangra el alma crucificada y no llega la Macarena guapa y la Triana morena de la recuperaci贸n, aunque dice Mariano que asoman por Sierpes y que todo va camino de la resurrecci贸n. Pero es mentira. Algunos se han escapado del dolor de la crisis-estafa y han aterrizado en para铆sos fiscales donde el dinero tiene el valor supremo que corresponde a dioses vivos y no a esos que llenan las calles de cera resbaladiza donde se resbala f谩cilmente y se rompen tibias y peron茅s y tienen sillas de rueda para rato.
¿Vivimos en un pa铆s de ladrones? Ni mucho menos. Vivimos en un pa铆s de gente sobradamente preparada que consigue guardar en secreto durante muchos a帽os lo que muestran como triunfo de su trabajo o de su empresa como orgullo de lo conseguido. Y encima consiguen lo que no logra un ladr贸n de gallinas. La ley est谩 para ser cumplida e inexorablemente el tironero debe estar encerrado por delincuente. Si al pa铆s le debes cien euros tienes un problema. Si le debes quinientos millones el problema lo tiene el pa铆s. Eso dicen de la banca. Y eso lo saben estos ladrones dignos de toda alabanza, respetables, con t铆tulos nobiliarios o patri贸ticos. Pujol, Matas, Fabra, Infanta-Urdangar铆n dan pena. Son bienhechores y padres de la patria. Es tan guapo 茅l, tan rubia ella... Montoro llora por los rincones y concede amnist铆as fiscales para que legalicen su dinero y puedan presumir de un robo elegante con perfume chanel. Otra cosa es el fontanero que no cobr贸 el IVA por un grifo que perd铆a o un retrete que dejaba la mierda a la vista de las visitas. Ese debe pagar porque Hacienda somos todos.
Espa帽a est谩 triste. He visto las aceras llenas de sillas de ruedas, de maletas que se fugan (como el dinero) a Suiza a servir cerveza fr铆a, a ni帽os con hambre, a j贸venes sin ma帽ana, a parados sin esperanza, a estudiantes sin universidad, a viejos con cuatrocientos euros para un mont贸n de bocas, a cad谩veres rematados por hipotecas asesinas. Llorando todos. Porque da Pena Fabra, constructor de aeropuertos como regalo de Reyes para los nietos, y Matas condenado por una simpleza, por n谩 de n谩 (que dir铆a Pujalte) Y Pujol que estuvo tan ocupado en hacer patria que no tuvo tiempo de traerse el dinero a la Espa帽a que roba a los catalanes.
Espa帽a est谩 triste. No hay m谩s que pena, penita, pena.