OPINI脫N de Pura Mar铆a Garc铆a.- El inicio del llanto, un dedo peque帽o se帽alando cajas de pl谩stico de colores, la amenaza de una tarea que intenta ganarle el tiempo a nuestro tiempo, la recompensa autom谩tica por la realizaci贸n de un acto impuesto a un ni帽o…cualquiera de estas razones y todas las dem谩s que podamos pensar son suficientes para que el adulto, con mayor o menos consciencia, compre, el arma m谩s dulce con el que chantajeamos, premiamos o acallamos, al menos por unos minutos, a los ni帽os: las golosinas.
(Clic sobre el v铆deo para acceder al visionado en VIMEO)
Fresas gigantes junto a nubes que han perdido su azul real y se ti帽en de rosa; serpientes que no cambian jam谩s su piel, hecha con escamas de az煤car verde; calaveras que al ser chupadas liberan una especie de polvillo que excita los paladares de los peque帽os y les provoca pun picor travieso; chicles que duran horas en la boca, de sabores estramb贸ticos; piruletas que ti帽en las peque帽as lenguas con el color de la cara de zombies terror铆ficos…
Estas son algunas de las tentaciones venenosas con las que envenenamos, cada d铆a, a nuestros hijos. No nos importa saber que la base de estos dulces es el az煤car refinado, un ingrediente del que actualmente conocemos muchos efectos secundarios probadamente perniciosos a corto y largo plazo.
No nos importa conocer el grav铆simo e imparable aumento de la obesidad en los peque帽os y peque帽as a quienes saturamos de alimentos para sentirnos parte de un sistema que nos empuja a medir el amor por el n煤mero de objetos que compramos a los hijos.
Tampoco nos inquieta sospechar que, al igual que en la mayor铆a de alimentos procesados que consumimos los adultos, en las chucher铆as flotancolorantes cancer铆genos y extremadamente peligrosos que suponen una amenaza mayor en los ni帽os, ya que 茅stos consumen los aditivos y colorantes de los alimentos propios de los adultos y los que contienen las golosinas que literalmente devoran, muchos de ellos ni siquiera aparecen en las cajas de golosinas, carente de cualquier tipo de etiquetado: E-102 (que proporciona color amarillo-naranja y puede producir asmas, alergias y eczemas. No se debe mezclar con analg茅sicos como la aspirina.), E-110 (colorante naranja, probadamente peligroso, que provoca alergias si se mezcla con analg茅sicos y causa urticaria y asma), E-120 (rojo carm铆n, muy peligroso, en especial para los ni帽os si se mezcla con analg茅sicos. Se han detectado en experimentos hechos en ratas, una disminuci贸n del crecimiento y proliferaci贸n del tejido del bazo en los conejos. Produce hiperactividad en los ni帽os) y E-129 (rojo oscuro), causante de alergia y procesos asm谩ticos de origen alerg茅nico. Otros colorantes sint茅ticos, altamente peligrosos, son el E-133 (azul brillante) que se ha demostrado residual y se acumula en ri帽ones y vasos linf谩ticos, y el E-131 (azul), que produce urticaria en algunos ni帽os…
De poco sirve conocer el dato alarmante sobre el n煤mero de ni帽os menores de 5 a帽os que padecen obesidad, INDUCIDA DE MANERA INCONSCIENTE POR LOS ADULTOS QUE LE RODEAN, m谩s de 41 millones de ni帽os y ni帽as, contabilizados en enero de este a帽o 2016, o el aumento del n煤mero de ni帽os y ni帽as con problemas de diabetes.
Nos da igual. Al menor contratiempo, al menor logro de los peque帽os (y envenenados) de la casa, echamos irresponsablemente mano de una de las m谩s efectivas drogas, que junto con la droga de los dispositivos electr贸nicos y la anticuada televisi贸n, ayuda a que en el ni帽o (y en su salud) se produzca un par茅ntesis en el que nos quitamos de encima la responsabilidad de ser padres: las chuches.
Aunque quiz谩s, si conoci茅semos el proceso de fabricaci贸n de las chuches, expuesto en el v铆deo, nos guardar铆amos mucho de d谩rselas a nuestros peque帽os…
(Clic sobre el v铆deo para acceder al visionado en VIMEO)
Fresas gigantes junto a nubes que han perdido su azul real y se ti帽en de rosa; serpientes que no cambian jam谩s su piel, hecha con escamas de az煤car verde; calaveras que al ser chupadas liberan una especie de polvillo que excita los paladares de los peque帽os y les provoca pun picor travieso; chicles que duran horas en la boca, de sabores estramb贸ticos; piruletas que ti帽en las peque帽as lenguas con el color de la cara de zombies terror铆ficos…
Estas son algunas de las tentaciones venenosas con las que envenenamos, cada d铆a, a nuestros hijos. No nos importa saber que la base de estos dulces es el az煤car refinado, un ingrediente del que actualmente conocemos muchos efectos secundarios probadamente perniciosos a corto y largo plazo.
No nos importa conocer el grav铆simo e imparable aumento de la obesidad en los peque帽os y peque帽as a quienes saturamos de alimentos para sentirnos parte de un sistema que nos empuja a medir el amor por el n煤mero de objetos que compramos a los hijos.
Tampoco nos inquieta sospechar que, al igual que en la mayor铆a de alimentos procesados que consumimos los adultos, en las chucher铆as flotancolorantes cancer铆genos y extremadamente peligrosos que suponen una amenaza mayor en los ni帽os, ya que 茅stos consumen los aditivos y colorantes de los alimentos propios de los adultos y los que contienen las golosinas que literalmente devoran, muchos de ellos ni siquiera aparecen en las cajas de golosinas, carente de cualquier tipo de etiquetado: E-102 (que proporciona color amarillo-naranja y puede producir asmas, alergias y eczemas. No se debe mezclar con analg茅sicos como la aspirina.), E-110 (colorante naranja, probadamente peligroso, que provoca alergias si se mezcla con analg茅sicos y causa urticaria y asma), E-120 (rojo carm铆n, muy peligroso, en especial para los ni帽os si se mezcla con analg茅sicos. Se han detectado en experimentos hechos en ratas, una disminuci贸n del crecimiento y proliferaci贸n del tejido del bazo en los conejos. Produce hiperactividad en los ni帽os) y E-129 (rojo oscuro), causante de alergia y procesos asm谩ticos de origen alerg茅nico. Otros colorantes sint茅ticos, altamente peligrosos, son el E-133 (azul brillante) que se ha demostrado residual y se acumula en ri帽ones y vasos linf谩ticos, y el E-131 (azul), que produce urticaria en algunos ni帽os…
De poco sirve conocer el dato alarmante sobre el n煤mero de ni帽os menores de 5 a帽os que padecen obesidad, INDUCIDA DE MANERA INCONSCIENTE POR LOS ADULTOS QUE LE RODEAN, m谩s de 41 millones de ni帽os y ni帽as, contabilizados en enero de este a帽o 2016, o el aumento del n煤mero de ni帽os y ni帽as con problemas de diabetes.
Nos da igual. Al menor contratiempo, al menor logro de los peque帽os (y envenenados) de la casa, echamos irresponsablemente mano de una de las m谩s efectivas drogas, que junto con la droga de los dispositivos electr贸nicos y la anticuada televisi贸n, ayuda a que en el ni帽o (y en su salud) se produzca un par茅ntesis en el que nos quitamos de encima la responsabilidad de ser padres: las chuches.
Aunque quiz谩s, si conoci茅semos el proceso de fabricaci贸n de las chuches, expuesto en el v铆deo, nos guardar铆amos mucho de d谩rselas a nuestros peque帽os…