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Salid a matar gatos

Los consejos de un cazador en un foro cineg茅tico

OPINI脫N de Julio Ortega Fraile.- “Id a cazar y gato que veais, gato que pelais. y en vez de ir de caza de perdices , pues a por los gatos, no te puedo decir nada mas porque no estoy familiarizado con este problema. PD: (tambien puedes ir por la noche y con la caravina del22. bajo el asiento del coche”. (M. L贸pez)

Esta es la transcripci贸n literal, faltas incluidas, del mensaje dejado por un cazador en el foro de una conocida p谩gina cineg茅tica espa艌ola.

Su propuesta, su indecente y repugnante propuesta no puede ser m谩s clara, carente de rodeos y de eufemismos, total ¿para qu茅 disimular entre pares? Tampoco me imagino a los que una noche apalean a un indigente en un cajero andarse con remilgos ni met谩foras en su conversaci贸n antes de entrar y dejar sangre, dientes y un cuerpo agonizante sobre los cartones.

—¡Salid a matar gatos, compa艌eros! Si vais de jornada de caza y aparece alguno ¡pegadle un tiro! Y como la ocasi贸n la pintan calva tened la previsi贸n de llevar siempre un arma escondida en el coche, porque si regres谩is del trabajo, como buenos ciudadanos, o de visitar a vuestra anciana madre, como hijos ejemplares, nunca se sabe, y gato que se cruza puede y debe ser un gato muerto—.

Un poco m谩s resumido en su mensaje pero eso viene a ser lo dice este ....... (Rellenad los puntos suspensivos con lo que quer谩is. Puede que no sea pol铆ticamente correcto, puede incluso que el despacho de abogados de Cremades & Sotelo os interponga una demanda a instancia de la Fundaci贸n Toro de Lidia, que son muy corporativos ellos con los cazadores, pero os aseguro que cualquier juez que reuniese las cuatro caracter铆sticas descritas ya por S贸crates os absolver铆a de inmediato y, en cualquier caso, vamos a dejarnos de pa帽os calientes y de llamar al derrame brutal del Prestige “hilillos de plastilina”: ese M. L贸pez es justamente eso que hab茅is “escrito” sobre los puntos).

Cada d铆a me asombran menos las rese艌as en las noticias sobre cazadores que mataron a alguien (humano) por un qu铆tame all谩 esos metros de una linde, o l铆brame de esos celos de pareja (o de ex), o aparta de m铆 ese terror a volver a casa un domingo sin alg煤n cad谩ver en el maletero. Y cada vez lo hace m谩s, en un desconcierto aderezado con un asco infinito, que la Administraci贸n siga otorgando (y manteniendo) permisos de armas a quienes se dedican a matar a seres vivos con capacidad para sentir por placer (todos), o los dejan heridos para que las hemorragias, las infecciones u otros animales acaben con su vida, despacito, horas o d铆as m谩s tarde (todos tambi茅n), o a los que como este forero montero y se descojonan p煤blicamente hasta de las normas que regulan su criminalmente legal deporte (muchos), o a esos que en lo que luego se clasifica como "accidente" le esparcen los sesos a un compa艌ero de batida o a un paseante (tambi茅n muchos), y a los que directamente tiran de su arma, de su licencia y de ese car谩cter violento y carente de empat铆a inherente a su condici贸n de cazador para asesinar por un repentino (o premeditado) cruce de cables, enfado, envidia o deseo de venganza.

Podr铆a colgar m谩s mensajes similares, guardo unos cuantos, alguno de ellos incluso indica que es absurdo desperdiciar cartuchos, y que resulta m谩s econ贸mico capturar al gato con una trampa y golpearle con un palo en la cabeza hasta que le salga una pasta blanca por las orejas, otro dice que hay que sumergirlos dentro de una jaula en agua. En fin, que numerosos escopeteros son tan chulos, e idiotas, como para escribir esas cosas en sus c铆rculos, y tan cobardes, y nos creen tan imb茅ciles, como para negarlas despu茅s cuando asoman esas miradas crueles, esas bocas hip贸critas y esas manos manchadas de sangre ajena fuera de ellos. En ese momento, rozando ya la depravaci贸n moral m谩s absoluta, nos regalan discursitos que hablan de legalidad, conservacionismo, ecolog铆a, equilibrio, contacto respetuoso con la naturaleza y un amor pleno y ejemplar a todas las especies. Y citan a Delibes igual que los taurinos a Hemingway o Hitler el tratado antisemita "El jud铆o internacional", de Henry Ford.

Ni idea de cu谩ntos animales habr谩 matado el cazador M. L贸pez, desconozco el n煤mero de gatos que ha reventado el furtivo M L贸pez, y tampoco s茅 lo que M. L贸pez puede tardar en llevarse por delante a una persona en un posible homicidio por imprudencia cazando (deleznable eximente), o en hacerlo, ya sin imprudencia, un hipot茅tico asesino M. L贸pez, pero de lo que estoy seguro es de que un sujeto violento -porque la pinten como la pinten la caza culmina con un acto de violencia-, un individuo despiadado que no titubea a la hora de disparar a un animal desprevenido o acuchillar a uno herido porque le divierte, que muestra tendencias delictivas y aconseja su pr谩ctica, un cazador, quiero decir, sigue habilitado para poseer armas que no obedecen a la raz贸n, ni a la ley, tampoco a la compasi贸n, s贸lo lo hacen a la orden del dedo de tantos M. L贸pez como hay por nuestros montes, por nuestros caminos, por nuestros pueblos y ciudades.

Ten cuidado con tu gato si se te escapa aunque no sea especie cineg茅tica ni deambule por un coto. Ten mucho cuidado t煤 si decides salir un fin de semana al monte a buscar setas. Hay por ah铆 cazadores sueltos y armados.

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