OPINI脫N de Ana Cuevas Pascual.- Ser mujer no es una tarea f谩cil en casi ning煤n lugar de este planeta. En lo que denominamos el primer mundo, aunque a nivel jur铆dico y constitucional exista una virtual igualdad, tampoco resulta sencillo. Cierto es que aqu铆 no se nos lapida o se nos encierra bajo un burka, me replicar谩n muchos. Es verdad. La quema de brujas, o sea de mujeres, son deportes que han quedado en la trastienda de nuestra historia negra. Pero, de alguna manera subsisten en el inconsciente colectivo y, cuando una f茅mina saca los pies del tiesto patriarcal, a m谩s de uno le entran ganas de volver a apilar madera.
Lo que sucede es que las brujas actuales nos hemos vuelto ign铆fugas. Pero sobre todo impermeables a los insultos y descalificaciones de las manadas de machos mamarrachos que ven cuestionada su hombr铆a cuando se enfrentan a una mujer de igual a igual. Como supongo que ya sabr谩n, la inteligencia no est谩 en los genitales. Sin embargo esta cuesti贸n plantea dudas cuando observamos el aberrante comportamiento de grupos que hacen ostentaci贸n de su machirulismo sin pudor alguno. Durante las fiestas de Pamplona hemos asistido a una especie de celebraci贸n del orgullo cafre-machista. Despu茅s de los condenables sucesos en los que un grupo de hombres que se autodenominaban "la manada" drogaron y abusaron de una chica de dieciocho a帽os el pasado a帽o, estos sanfermines se han visto impregnados por un hedor a solidaridad con los agresores. Chapas y camisetas con bonitas leyendas como: "Chupa y calla". "Tu culo es m铆o·, etc... se han vendido como churros entre tipos acomplejados y mediocres que quieren llamar la atenci贸n alardeando de lo 煤nico que pueden, su cutrer铆o intelectual. Yo me los imagino en sus casas, amargados por traumas sexuales y emocionales, visionando porno como 煤nica alternativa a un simulacro de relaci贸n. Tiene que ser algo as铆 para que rezumen tanto odio, tanta falta de respeto por sus madres, sus hermanas, sus hijas... las nuestras. ¿Acaso cuando su mam谩 les da los buenos d铆as y les pone el colacao , ellos le contestan chupa y calla?
Pero tengo serias dudas acerca de prohibirlo. Me explico. Si un individuo quiere llevar impresa en el pecho su declaraci贸n de principios, ¿qui茅n soy yo para neg谩rselo?. As铆 es m谩s f谩cil identificarlos. El que guste de exhibir esta parafernalia est谩 gritando a los cuatro vientos:¡Soy un cerdo gilipuertas! Y perd贸n por la analog铆a con el pobre marrano. Que ya dijo Hern谩ndez que existen cerdos con peor origen que los cerdos.
Hablando de analog铆as con animales, yo me pido ser loba. Frente a esas piaras de cerdos babeantes me nace un impulso lic谩ntropo, una ancestral ferocidad de loba protectora que acecha las gargantas de las alima帽as que rondan a su prole. Loba feroz que no teme a los caperucitos que juegan a ser hombres denigrando a las hembras. Loba desnuda de yugos y correas que sobrevive a dentelladas a la conjura de los cerdos.
Son cosas de animalicos. De tanto soportar guarradas, nos est谩n creciendo los colmillos.
Lo que sucede es que las brujas actuales nos hemos vuelto ign铆fugas. Pero sobre todo impermeables a los insultos y descalificaciones de las manadas de machos mamarrachos que ven cuestionada su hombr铆a cuando se enfrentan a una mujer de igual a igual. Como supongo que ya sabr谩n, la inteligencia no est谩 en los genitales. Sin embargo esta cuesti贸n plantea dudas cuando observamos el aberrante comportamiento de grupos que hacen ostentaci贸n de su machirulismo sin pudor alguno. Durante las fiestas de Pamplona hemos asistido a una especie de celebraci贸n del orgullo cafre-machista. Despu茅s de los condenables sucesos en los que un grupo de hombres que se autodenominaban "la manada" drogaron y abusaron de una chica de dieciocho a帽os el pasado a帽o, estos sanfermines se han visto impregnados por un hedor a solidaridad con los agresores. Chapas y camisetas con bonitas leyendas como: "Chupa y calla". "Tu culo es m铆o·, etc... se han vendido como churros entre tipos acomplejados y mediocres que quieren llamar la atenci贸n alardeando de lo 煤nico que pueden, su cutrer铆o intelectual. Yo me los imagino en sus casas, amargados por traumas sexuales y emocionales, visionando porno como 煤nica alternativa a un simulacro de relaci贸n. Tiene que ser algo as铆 para que rezumen tanto odio, tanta falta de respeto por sus madres, sus hermanas, sus hijas... las nuestras. ¿Acaso cuando su mam谩 les da los buenos d铆as y les pone el colacao , ellos le contestan chupa y calla?
Hay pol茅mica con este asunto. Aunque se ha hecho una campa帽a intensiva de concienciaci贸n se han vuelto a dar casos de agresiones y tocamientos. No parece adecuado jalear estos comportamientos con complementos que animan a cometerlos. Que trivializan la libertad sexual de la mujer cosific谩ndola como un objeto de disfrute.
Pero tengo serias dudas acerca de prohibirlo. Me explico. Si un individuo quiere llevar impresa en el pecho su declaraci贸n de principios, ¿qui茅n soy yo para neg谩rselo?. As铆 es m谩s f谩cil identificarlos. El que guste de exhibir esta parafernalia est谩 gritando a los cuatro vientos:¡Soy un cerdo gilipuertas! Y perd贸n por la analog铆a con el pobre marrano. Que ya dijo Hern谩ndez que existen cerdos con peor origen que los cerdos.
Hablando de analog铆as con animales, yo me pido ser loba. Frente a esas piaras de cerdos babeantes me nace un impulso lic谩ntropo, una ancestral ferocidad de loba protectora que acecha las gargantas de las alima帽as que rondan a su prole. Loba feroz que no teme a los caperucitos que juegan a ser hombres denigrando a las hembras. Loba desnuda de yugos y correas que sobrevive a dentelladas a la conjura de los cerdos.
Son cosas de animalicos. De tanto soportar guarradas, nos est谩n creciendo los colmillos.