OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- El encarcelamiento de los Jordis primero y medio Govern despu茅s vino precedido de una profec铆a c铆nica del gobierno: habr谩 algo de jaleo callejero una o dos semanas y, luego, vuelta a la normalidad. Como en el Pa铆s Vasco. Vuelta a la normalidad en Catalu帽a es lo que anhelan las almas de bien, como Cebri谩n, que lo ans铆a fervientemente, pero duda de que sea posible, dado que todo el mundo se obstina en no hacerle caso. Normalidad no ha habido ni un solo d铆a en Catalu帽a ni en Espa帽a despu茅s del golpe unilateral del B155. Ni la habr谩. No dos semanas sino tres meses han pasado desde el encarcelamiento de los Jordis y la presi贸n de la calle ha ido en aumento. Hasta tal punto que se sentir铆a uno inclinado a dar la raz贸n a los jueces en su inaceptable argumento de que no se puede poner en libertad a estos presos politicos por el gran apoyo social de que gozan.

Es que, evidentemente, no es as铆. Los dirigentes lo son de un movimiento que no depende de ellos, cosa que el Tribunal no parece comprender, sino de una convicci贸n y voluntad sociales compartidas que impulsan a la acci贸n colectiva. No hay retorno a la normalidad en circunstancias excepcionales. Sostenerlo es puro farise铆smo. Habr谩 que seguir reprimiendo (eso s铆, con mucha "normalidad") y mandando gente a la c谩rcel. Cada vez m谩s gente; en las manifestaciones, en los ayuntamientos, por doquiera.
Seg煤n parece, los jueces han decidido reemplazar al poder pol铆tico y resolver ellos a su manera la cuesti贸n del independentismo catal谩n. Eso se ve铆a venir. Siempre que la derecha gobierna hay bronca y aquella echa mano de una instancia estatal, supuestamente al servicio de todos, para sus fines partidistas. Mientras pudo, lo hizo con el ej茅rcito; ahora, con los jueces. Tienen estos de ventaja, adem谩s que, siendo del Supremo, son 煤ltima instancia, a reserva de lo que se dilucide en la jurisdicci贸n constitucional, hoy sometida al 155. Y si esa 煤ltima instancia, en actividad de "justicia pol铆tica nacional" allana el camino para poder prohibir partidos pol铆ticos por su ideolog铆a contraria al r茅gimen por el motivo que sea, ya no quedar谩 nada del Estado de derecho.
Esa es la "normalidad" del B155. La perpetuaci贸n de la dictadura en Catalu帽a. Algo inviable.
Es que, evidentemente, no es as铆. Los dirigentes lo son de un movimiento que no depende de ellos, cosa que el Tribunal no parece comprender, sino de una convicci贸n y voluntad sociales compartidas que impulsan a la acci贸n colectiva. No hay retorno a la normalidad en circunstancias excepcionales. Sostenerlo es puro farise铆smo. Habr谩 que seguir reprimiendo (eso s铆, con mucha "normalidad") y mandando gente a la c谩rcel. Cada vez m谩s gente; en las manifestaciones, en los ayuntamientos, por doquiera.
Seg煤n parece, los jueces han decidido reemplazar al poder pol铆tico y resolver ellos a su manera la cuesti贸n del independentismo catal谩n. Eso se ve铆a venir. Siempre que la derecha gobierna hay bronca y aquella echa mano de una instancia estatal, supuestamente al servicio de todos, para sus fines partidistas. Mientras pudo, lo hizo con el ej茅rcito; ahora, con los jueces. Tienen estos de ventaja, adem谩s que, siendo del Supremo, son 煤ltima instancia, a reserva de lo que se dilucide en la jurisdicci贸n constitucional, hoy sometida al 155. Y si esa 煤ltima instancia, en actividad de "justicia pol铆tica nacional" allana el camino para poder prohibir partidos pol铆ticos por su ideolog铆a contraria al r茅gimen por el motivo que sea, ya no quedar谩 nada del Estado de derecho.
Esa es la "normalidad" del B155. La perpetuaci贸n de la dictadura en Catalu帽a. Algo inviable.