OPINI脫N de Pu帽o en Alto
La democracia es una forma de gobierno que parte del principio de que en una sociedad coexisten ideolog铆as, intereses, programas e incluso sensibilidades distintas, y que esa diversidad conforma la riqueza de una sociedad. Por lo cual, intentar homogeneizar el pensamiento o desterrar y combatir a quienes sostienen posiciones diferentes no solamente resulta nocivo, sino altamente perjudicial para la sociedad.
En Sanl煤car de Barrameda se observa una pol铆tica institucional desdibujada, sobre todo a una evidente renuncia del laicismo o aconfesionalidad de la instituci贸n municipal que “santifica” la propia Constituci贸n. En gran medida, el espacio que debiera ser p煤blico se encuentra secuestrado por unos cuantos a causa de la falta de respeto a la normatividad, intolerancia e imposici贸n, esta 煤ltima en algunos casos respaldada incluso en la amenaza de p茅rdida de cierta paz social.
No saben o no se dan cuenta o si son conscientes parece no importarles, que es muy probable que otras iniciativas importantes de gobierno y de un justo calado social pueden quedar absolutamente en un segundo o tercer plano en el conocimiento de esa mayor铆a social. Y es en esa doble trampa en la que est谩n cayendo estrepitosamente: renunciar a lo que hace poco tiempo se consideraba frontispicio ideol贸gico para presuntamente restar espacio pol铆tico a la derecha y con ello hacer oposici贸n al socio de gobierno. No habr谩 pocos dentro de ese espacio social al que se pretende ocupar que pensar谩n para qu茅 suced谩neos si ya tenemos los originales.
Para muchos y muchas una chirriante foto rodeados de la extrema derecha, derecha extrema y de quienes, sin ser nominalmente de derechas, hizo palmarias pol铆ticas de derechas y de una pretenciosa elite social, a los pies de un paso procesional, es una torpeza propia de quienes necesitan con estos gestos compensar su pret茅rita reivindicaci贸n del laicismo de la instituci贸n municipal y de aquello que se defend铆a con concentraciones y pancartas de que las im谩genes religiosas donde deben estar es en las iglesias.
El mantra de que hay que gobernar para todos con el que algunos y algunas pretenden justificar lo injustificable de la falta de coherencia personal y colectiva o cuando no, traici贸n a postulados hist贸ricos de la organizaci贸n pol铆tica que dicen representar, no se sustenta argumentalmente en absoluto con los hechos pret茅ritos y de ah铆 que sea recurrente que se rememore.
Durante los a帽os de oposici贸n, se criticaba con raz贸n el populismo claudicante en busca del r茅dito pol铆tico del gobierno local a las exigencias del “capillismo” local y se reivindicaba el laicismo de las instituciones p煤blicas. En esos momentos lo de gobernar para todos no se contemplaba ni se consideraba. Si desde la oposici贸n se criticaba iniciativas que ahora consideran como propias de un gobierno para todos, es que no se estaba haciendo una oposici贸n en defensa del inter茅s de una mayor铆a social. Lo que supone una may煤scula contradicci贸n e incoherencia, sin caer en descalificativos m谩s gruesos o mal sonantes. ¿Cu谩ndo se estaba defendiendo el inter茅s general, antes o ahora?¿Cu谩ndo se estaba gobernando para todos ahora porque se est谩 en el gobierno local o antes?
Algunos y algunas, constatada la deriva obscena de un posibilismo muy mal entendido y desde la resignaci贸n aderezada con gran dosis de sarcasmo, manifiestan que m谩s pronto que tarde veremos a un concejal de IU o a la propia alcaldesa leer un salmo de la biblia en una plaza p煤blica de la ciudad o presidir una corrida de toros, ya que en su concepto de gobernar para todos cabr铆a.
En definitiva y sin acritud, un proyecto pol铆tico presentado para cambiar modos, formas y contenidos en el que sin querer queriendo se est谩 blanqueando en gran medida todo lo que anteriormente se criticaba, est谩 quedando desdibujado y se puede decir que el desdibujador que se desdibuje, buen desdibujador ser谩. Y desdibujado est谩 quedando. No hay que remontarse muy lejos para saber como se paga ante el electorado cuando un proyecto pol铆tico, en lo personal y colectivo, queda desdibujado.
Pu帽o en Alto