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Conflicto en Mosul: la ayuda humanitaria vista desde dentro

Trabajar en el conflicto de Mosul, una de las emergencias más peligrosas del mundo, es un sucesión de retos diarios. TAsí lo viven nuestros en UNICEF





Atheer se recuesta en la silla reflexivo. Estamos sentados en el comedor de la base de la ONU en Erbil (Irak). Como coordinador de la emergencia de Mosul para UNICEF, Atheer intenta aprovechar cada minuto de su jornada.

Es un hombre con muchas cosas en la cabeza. Ya han pasado más de 6 meses desde que se inició la ofensiva para recuperar Mosul y, con más de 600.000 personas desplazadas, las operaciones humanitarias de UNICEF están en pleno apogeo.

"En UNICEF estamos tratando de salvar muchas vidas. Incluso en las emergencias tenemos emergencias, por lo que nos estamos centrando en proporcionar comida, agua y sanidad", me cuenta.

"Cuando entras en la ciudad, ves destrucción. Pero, según te acercas a la parte antigua, puedes ver que no queda ningún edificio de más de un metro de alto".

En UNICEF trabajamos con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que llevan a cabo las actividades del día a día como la distribución de agua y comida, la coordinación de la atención sanitaria y el mantenimiento de los campamentos de desplazados. Lo hacen bajo circunstancias extraordinariamente difíciles para llevar la ayuda a quienes más lo necesitan.

"Como coordinador de emergencia, mis opciones para actuar son limitadas. Tengo suerte de tener aliados que están dispuestos a trabajar en zonas de alto riesgo. Si perdiera a estos aliados, ¿entonces qué pasaría?", reflexiona Atheer.

Atheer ha estado recientemente en la zona oeste de Mosul, que ha sido recuperada por las fuerzas iraquíes. Que el lugar esté "recuperado" no significa que la misión estuviera exenta de peligro. Mientras Atheer presenciaba una distribución de suministros de emergencia, se produjo una explosión a un kilómetro, lo que obligó a detener esta distribución. En la siguiente media hora hubo otras dos explosiones en la zona.


La misión de ese día consistía en visitar algunas de nuestras actividades en el oeste de Mosul y valorar la posibilidad de poner en marcha nuevos proyectos, como lograr que los mercados locales vuelvan a funcionar.

"Queríamos saber cuál es la capacidad de los mercados locales para proporcionar productos a los habitantes del oeste de Mosul. Y nos encontramos con muchas sorpresas", cuenta.

"La primera fue saber que los dos principales alimentos de la dieta iraquí, la harina y el arroz, son prácticamente inexistentes en la ciudad. La segunda fue que la situación dentro de Mosul se ha deteriorado rápidamente. La inseguridad limita la llegada de productos al interior de la ciudad. Además, hay poco dinero en efectivo para que circule por los mercados. La gente nos cuenta que se han gastado lo que les quedaba en los últimos meses".
1,8 millones de litros de agua en el oeste de Mosul

Además de la escasez de alimentos, mucha gente dentro de Mosul lucha por conseguir acceso a agua potable debido a que las infraestructuras de la ciudad están dañadas. Ahora mismo, en UNICEF estamos distribuyendo 1,8 millones de litros de agua cada día en la zona oeste de la ciudad.

"Al hablar con algunos de los conductores de los camiones cisterna, me contaron que tienen muy limitados los movimientos y no pueden ir a todos los barrios. Esto significa que mucha gente sigue teniendo que andar una hora para conseguir agua".

El agua es un problema general que afecta no solo a las personas, sino también a escuelas y hospitales. Atheer y su equipo visitaron varios hospitales en el oeste de Mosul durante su misión. "Conocí a un doctor que llevaba una bata con sangre hasta los codos. Parecía muy afectado. Le pregunté si podía traerle algo y me contestó que agua. Pensé que se refería a agua para beber y le di dos botellas que tenía en el coche pero me dijo: 'no, agua para el hospital'".

"Pedí a nuestro equipo de agua y saneamiento que proporcionase tanques de agua al hospital. Los centros de atención primaria están sobrecargados. Hay tres personas por cama y el número de heridos que están recibiendo es enorme. Imagina todas las familias que están afectadas".

Tras un momento de pausa, Atheer sacude su cabeza.

Mosul: ayuda para más de 1 millón de personas

Para aquellas personas que huyen de Mosul, en UNICEF trabajamos con otras organizaciones de la ONU para distribuir comida, agua y kits de higiene a través de los Mecanismos de Respuesta Rápida. Hasta ahora hemos llegado a más de un millón de personas.

Además, estamos analizando el estado nutricional de los niños que huyen de Mosul. En el pasado, Irak tenía tasas de nutrición infantil positivas, pero la escasez de alimentos dentro de Mosul podría aumentar los índices de desnutrición.

Por eso, en UNICEF estamos trabajando con las autoridades sanitarias de la zona para tratar los casos de desnutrición con comida suplementaria y, en los casos más graves, derivar a los niños a hospitales para un tratamiento más intensivo.

Gracias a todas las personas que nos apoyan, estamos consiguiendo que niños y familias en Irak vivan con salud y dignidad.

Jennifer Sparks. Consultora de Comunicación en UNICEF Irak




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