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Autopsia aclarará más preguntas sobre muerte de Santiago

OPINIÓN de Emilio Marín, Argentina.- Al momento de escribir estas líneas no hay confirmación oficial sobre si el cuerpo encontrado en el río Chubut es o no es de Santiago Maldonado. Por varios indicios el cronista cree que sí lo es. De todos modos, pide leerse su nota en potencial.


Foto: Prensa Latina


Los indicios para suponer que el cuerpo hallado pertenece al joven artesano visto por última vez en la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia Cushamen, Chubut, son varios. Algunos son directos y otros indirectos, en ningún caso oficiales. Podría ser Maldonado. Potencial.

Un indicio directo es que el cadáver flotaba sobre el río Chubut a 300 metros de donde fue la represión de Gendarmería ese 1 de agosto pasado. No es un detalle menor que el hallazgo se produjera río arriba de ese lugar porque la lógica y la ley de gravedad dicen que debió ser aguas abajo adonde debía llevarlo la corriente.

Esa contradicción o incongruencia puede explicarse si alguien llevó el cuerpo y lo dejó allí, pero no es óbice para determinar si era Maldonado o no. Sí será un dato clave para investigar si lo plantaron en ese sitio, como sospecha mucha gente, incluido quien escribe.

El otro punto para creer que puede tratarse del buscado hace 78 días son las fotos del cadáver que circulan por las redes. Es muy parecido a Santiago, por altura y contextura, y también por la ropa, en particular la campera celeste que le había prestado la noche anterior el mapuche Matías Santana.

Dos calenturas en medio de esta crónica. Primera, contra los colegas que aún hoy, con un desaparecido de por medio, que podría ser el muerto o asesinado, siguen refiriéndose a la represión de Gendarmería como “conflicto” o “enfrentamiento”. Hay que decir la verdad: re-pre-sión de la fuerza mandada por Patricia Bullrich.

El otro enojo es con Carnota, del panel de Animales Sueltos, que va por América. La noche del 17 de octubre expresó que si efectivamente el muerto vestía una campera celeste entonces debía dar explicaciones el mapuche Santana. Fue tan brutal lo suyo que otros panelistas, del mismo palo macrista que él excepto la inteligente Romina Manguel, lo hicieron callar.

Es al revés, señor Carnota, imposible llamarlo colega: si el muerto vestía una campera de ese color, entonces Santana había dicho la verdad. Quienes tienen que dar explicaciones son los que negaron la presencia de Santiago en ese lugar.

Indicios indirectos

El más fuerte indicio indirecto sobre la individualización del fallecido es que Sergio Maldonado y señora, que estuvieron en el lugar del hallazgo y tuvieron intervención por medio de su perito en el levantamiento del cuerpo y su traslado a la morgue de Esquel, no negaron que fuera su hermano.

Tampoco dijeron lo contrario, pero la lógica es que si no hubiera sido el cadáver de su hermano, inmediatamente lo habrían dicho, aliviados dentro de su dolor y del que hubieran asumido de la familia de ese muerto. Al no desmentir que fuera Santiago, en cierto modo lo estaban dejando traslucir, sólo pidieron por Facebook que se les diera tiempo para que los estudios confirmaran la identidad y se respetara el duro momento que vivían. Encima, a último momento de ayer se conoció que el DNI de Santiago estaba en la ropa del muerto...

Otra pista la dio la fiscal Silvina Ávila con su comunicado, diciendo que el cadáver vestía ropa celeste o azulada. Otra vez el cronista pensó en Santana, que le había prestado a Santiago esa campera para desorientar a la Gendarmería. No usar la misma prenda. Taparse la cara. Correr en zigzag y tantas otras jugadas aprendidas en el combate desigual contra los Benetton y su fuerza armada casi propia, prestada por Bullrich y Pablo Noceti.

La fiscal, tan cuestionada por su ineptitud mientras esta causa estuvo en manos del juez Guido Otranto, ahora mejoró el puntaje. Dice que ella por consejo de la Procuvin -que dicho sea de paso depende de Alejandra Gils Carbó- pidió un nuevo rastrillaje, con canes especializados en detectar cadáveres de personas ahogadas, lo que dio resultados. También declaró que pidió la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense a la hora de las autopsias, algo que se atribuyó el CELS de Horacio Verbitsky. Entre éste y Ávila el cronista le tiene más confianza a quien escribe en Página/12. Y puesto a valorar entre Otranto y el nuevo juez, Gustavo Lleral, cree que este último fue una gran cosa para la causa.

Si interviene el prestigioso EAAF encabezado por Maco Somigliana es porque hay grandes chances que el caso sea de derechos humanos y se trate de Santiago. Este equipo, de bien ganada fama en el país por identificar restos de los 30.000 desaparecidos, y también en el extranjero, no suele ocuparse de averiguar de otros muertos.

Estuvo allí

A partir de la identificación del cuerpo y sobre todo de los estudios sobre cuándo y cómo murió, cómo llegó hasta el lugar donde fue hallado, etc, se podría saber la verdad.

Lo bueno de este doloroso paso es que en esas autopsias van a estar los especialistas del Cuerpo Médico Forense, dependiente de la Corte Suprema de Justicia y del EAAF. Lo malo es que tendrá participación un gendarme sospechado de estar en la represión y que se presentó como querellante. Una gruesa contradicción de la fiscal Ávila.

A propósito, se vuelve a hablar bien en los medios del Cuerpo Médico Forense, lo que alegra. Son los especialistas que hicieron los estudios en el baño de Alberto Nisman y concluyeron, igual que sus colegas de la Policía Federal, que no había nadie más que el fiscal en ese lugar. Léase, que fue un suicidio. Más recientemente, por operetas políticas digitadas por el macrismo y la corporación judicial, esos estudios fueron suplantados por una pericia de Gendarmería que sostiene todo lo contrario.

Menos mal que en los estudios del cuerpo hallado en Chubut no tendrá arte ni parte la misma fuerza represiva sospechada.

Esa Gendarmería tenía en sus archivos fotos donde aparece Santiago Maldonado junto a otro mapuche dentro de la Pu Lof el día de la represión. La imagen fue publicada por Página/12. En este caso se comprueba la veracidad de que una imagen vale más que mil palabras mentirosas, especialmente las de Bullrich, quien siempre negó que el joven hubiera estado en ese lugar.

Hay cosas que se pueden arreglar con un pedido de disculpas y una autocrítica. No es el caso de la ministra de Seguridad, la vocera del gobierno de Mauricio Macri ante la sociedad y que usó los medios concentrados para negar la represión y sembrar dudas sobre Maldonado, echando la culpa de su desaparición a la comunidad mapuche. Bullrich debe renunciar, tal como lo venían pidiendo los organismos de DD HH y la familia Maldonado en los actos de Plaza de Mayo. Si los forenses confirman la autopsia del artesano habrán decretado también la renuncia de “Pato”, aunque su certificado no lleve el sello presidencial.

Jugadas electoralistas

La desaparición forzada de Maldonado quiso ser presentada estos 78 días por el gobierno como una jugada siniestra de los mapuches y el kirchnerismo. Falso.

Los mapuches han luchado todo este tiempo, y mucho más hacia atrás, por sus tierras ancestrales, su forma de vida y contra los latifundistas de la Sociedad Rural y extranjeros, puntualmente la estancia Leleque de los Benetton. Obvio que eso los ubica en la vereda de enfrente de Macri y su gobierno de latifundistas, pero de allí a esconder a un amigo o directamente matarlo, eso sólo puede salir de neuronas tan podridas.

En cuanto al kirchnerismo, no apoyó a los mapuches ni otros pueblos originarios, recuérdese el mal trato del gobernador Gildo Insfrán a los wichis de Formosa. Incluso en Chubut hubo espionaje contra los mapuches en tiempos de Cristina. El kirchnerismo y muchas otras fuerzas políticas tuvieron participación en las masivas manifestaciones del 1 de septiembre y el 1 de octubre en Plaza de Mayo, sin ser la fuerza dominante ni la única convocante.

Ahora que apareció ese cuerpo, con tantos indicios de que sería Santiago, han recrudecido las operaciones mediáticas y electoralistas.

El gobierno simula que siempre se preocupó por hallar a Santiago, cuando su familia nunca fue recibida por Macri ni éste le dio una palabra de consuelo. Nada.

Algunas fuerzas trotskistas se apresuraron ayer a convocar a Plaza de Mayo para repudiar al gobierno. Noble objetivo pero desubicado, porque faltaba la identificación del cadáver y la familia de Maldonado no había convocado.

El kirchnerismo, aunque su principal candidata no habló, hizo saber por dirigentes de organismos de derechos humanos que los ciudadanos debían “quedarse en casa”, so riesgo de hacerle el juego al presidente “por hacer líos”.

El cronista cree que lo mejor es movilizar, pero no creía conveniente hacerlo ayer porque no estaba la identificación ni presente la familia de la víctima. Cuando esas circunstancias se den, sea el día que fuere, debería haber movilizaciones exigiendo justicia por Maldonado. Extremando el razonamiento, incluso si se conocen esos datos el 22 de octubre, aún siendo día de votación, también se podría votar más temprano por la lista que cada uno quiera y darse cita más tarde todos unidos en la plaza de cada ciudad.

Las elecciones pasan y los Santiago Maldonado quedan. Las dos cosas son importantes, pero una lo es más. Juzgue el lector. El cronista tiene su opción, tatuada, solidaria y con rastas, con una campera celeste prestada por un mapuche.




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