OPINIÓN de Ilka Oliva Corado. - Todos lo sabemos, Guatemala necesita urgente una revolución. Pero en lo que se averigua nos vamos a silbar a la loma. Que entre pancartas, gritos, batucadas y chinchiletes, entre lloraderas escuchando el himno nacional, y en trance de fervor patrio, la consigna parece ser ponerle curitas al sistema podrido que tiene colapsado al país. Curitas como si aquello se tratara de un raspón de rodilla en tarde de chamusca o técnicas al paredón. El sistema no cambiará con la renuncia de Jimmy Morales ni con la de los diputados, eso posiblemente ya se está trabajando bajo de agua, y si ni nos mosqueamos nos van a majear de nuevo con otro gabinete de corruptos.