OPINIÓN de Emilio Marín, Argentina.- Hace que la FIFA estaba señalada como una multinacional más, de negocios y corrupción con el fútbol. Ahora siete dirigentes fueron detenidos por delitos varios. La pelota, manchada y pinchada por Joseph Blatter y cía. El 29 de mayo comenzaba en Zurich, el 65° Congreso de la FIFA y había dos candidatos a presidente. Uno era el cuasi eterno Blatter, que culminaba su cuarto mandato e iba por uno más. El otro era el príncipe jordano Ali bin al Hussein, titular de la federación de su país y miembro del Comité Ejecutivo que agrupa a Asia. Dos días antes de la reunión, el piso de la entidad tembló con un sismo de 7 grados en la escala de Richter. La policía suiza, a petición de la justicia norteamericana, se había presentado en el hotel Baur au Lac, cinco estrellas, y detenido a siete dirigentes de FIFA. La envergadura de los apresados pegaba muy cerca de Blatter. Un relato de Víctor Hugo Morales por Continental habría dicho que las balas picaban cerca