OPINIÓN de Esther Vivas. - El régimen se desmorona, muere, y en su lucha agónica por sobrevivir, el rey abdica. Nunca el régimen surgido de la Transición había estado tan cuestionado como ahora. Los pilares que lo sustentan, la monarquía, el poder judicial y el bipartidismo, están fuertemente deslegitimiados desde hace tiempo. No nos creemos ya sus mentiras, esas que buscan apuntalar un régimen que se cae a trozos. Lo que hasta hace muy poco parecía un imposible, ahora se plantea como una realidad. Empujemos con fuerza, para abrir aún más esa brecha que la crisis económica, social y política han hecho posible. Desde la caza de elefantes de “su majestad” en Botswana, pasando por la imputación de su yerno Iñaki Urdangarín en el caso Nóos, la implicación de la Infanta Cristina en la trama, hasta las múltiples, y millonarias, operaciones de cadera del monarca, facturadas a las arcas públicas, la Casa Real se ha convertido en una caricatura de sí misma. Uno de los principales valedores d