Steve (nombre ficticio) soñaba con ser maestro de escuela cuando su vida dio un vuelco el año pasado. Debido al recrudecimiento de la violencia relacionada con las pandillas en su barrio, su escuela fue cerrada, y el joven de 15 años se encontró vagando por las calles, a merced de los grupos armados. "Me uní a la banda en febrero de 2021. Me vieron caminando, me llamaron y me pidieron que trabajara para ellos. Había otros niños como yo". Según un informe publicado por dos organizaciones locales dedicadas a la juventud, el 13% de los niños encuestados en un barrio conflictivo de la capital haitiana , Puerto Príncipe, dicen haber estado en contacto directo o indirecto con miembros de bandas armadas que intentaron reclutarlos. Steve hablando con un trabajador de UNICEF. Me matarán si me salgo de la pandilla Estas bandas prometen a los niños pagarles mucho dinero, y los amenazan con matarlos si no se unen a ellas. "Todos los días me pagan 1500 o 2500 gourdes haitiano