OPINIÓN de Mauricio Castaño H., Colombia - Todo el mundo simula que no ve, no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Se quiere aparentar lo que no se es, no es verdad de que la mujer del César no sólo debe aparentarlo sino serlo. El demagogo esconde, malicioso discursea sobre pendejadas para hacer perder de vista lo esencial. En las pequeñas historias, en los acontecimientos de una serie de discontinuidades, Colombia es ejemplo de la especie humana en su carrera violenta por sobrevivir, sus clases de Poder libran una lucha por quedarse con el trono, por asegurar el ejercicio de gobierno nacional. En el cuerpo se inscriben los acontecimientos, el lenguaje los marca y las ideas los disuelven. En el cuerpo está impresa la historia. El cuerpo está dentro una serie de regímenes que lo moldean; es roto por ritmos de trabajo, de reposo y de fiestas, de amor; forjado, confeccionado por leyes, valores, hábitos; el también construye sus resistencias. Una sociedad se expresa en sus sile