OPINIÓN de Mauricio Castaño H. , Colombia.- Hace poco recordaba un astronauta que la Tierra vista desde el espacio era un montículo compacto, sin fronteras ni delimitaciones, una parte pequeña e indivisa, una parte más entre muchas otras más de este vasto universo. A renglón seguido preguntaba en un programa de la televisión Deutsche Welle, por el malicioso bípedo que se le ocurrió enseñar a decir esto es mío y aquello es tuyo, desechando el gesto solidario que nos congrega en el planeta, olvidando el polvo cósmico que somos (somos uno solo de muchos millones de años) y que sólo la vanidad nos hace indignos. Hace poco ensayé unas palabras sobre el tejido cultural de que está hecha Colombia. Pero un amigo y colega, el siempre discreto Iván Castrillón, me hizo unas anotaciones. La primera de ellas refiere a modelos y deja a un lado lo que precisan los números, la supersticiosa estadística. No cree en una polarización política de las elecciones presidenciales en Colombia del pasado 15