OPINIÓN de Pascual Serrano .- Si a la hora más imprevista llegan a tu casa dos policías encapuchados para detenerte porque eres un fotógrafo de prensa que te dedicas a hacer fotos en las manifestaciones, es que no vives en una democracia. Eso es lo que sucedió el 22 de mayo en Madrid con los periodistas Raúl Capín y Adolfo Luján. El primero de ellos, colaborador habitual de Mundo Obrero, fue acusado de un delito de atentado contra agentes de la autoridad en las protestas del pasado 23 de febrero y el asedio al congreso del 25 de abril. La acusación contra de Adolfo Luján es de calumnias contra los órganos públicos, en concreto por "divulgar en redes sociales e Internet que los policías de paisano lanzan objetos y provocan actos violentos" para justificar las cargas policiales y detenciones. Su detención no solo muestra la represión de las autoridades españolas y su desesperación ante la difusión de documentos que muestran la violencia contra manifestantes. Ha servido para de