OPINIÓN de Ramón Cotarelo / Palinuro.- Dicen que Trillo es un especialista en Shakespeare. Ignoro si lo es o no pero sí parece uno de sus héroes o contrahéroes, el protagonista de una tragedia en la que perdieron la vida 75 personas, 62 de ellas compatriotas, doce ucranianas y una bielorrusa. Desde el principio estuvo claro que Trillo, políticamente responsable de la tragedia, no estaba dispuesto a que 62 cadáveres acabaran con su carrera política y su ambición de ser ministro, embajador, archipámpano. Desde el primer momento luchó por desviar la atención de su persona, por disfrazar la realidad, que llegó a ser siniestra cuando, por las prisas aducidas por el ministerio para realizar las ceremonias de rigor y quitarse el asunto de encima, se identificaron erróneamente bastantes cadáveres y se entregaron a los allegados asegurándoles, siendo ello falso, que eran sus familiares. Realmente una historia siniestra por la que más tarde fueron condenados tres militares del generalato mientra