OPINIÓN de Rick Perlstein Parece de pronto que el conservadurismo se hubiera vuelto más delirante que nunca. El público de los debates republicanos vitorea las ejecuciones y abuchea a un soldado en servicio activo por ser gay. Los políticos juran lealtad a Rush Limbaugh, un lunático tragapíldoras [influyente presentador radiofónico ultra adicto a los calmantes] que ofrecía recientemente un trato a las "feminazis": "Si vamos a pagar sus anticonceptivos, queremos que subáis los videos a la red para que podemos verlos todos". Miles de "Oath Keepers" ["Fieles al Juramento "] — Policía y Militares Contra el Nuevo Orden Mundial — se juramentan para desobedecer las órdenes ilegales que con seguridad se impartirán una vez instituya Barack Obama la ley marcial. Un candidato presidencial republicano de importancia habla de servidumbre por contrato… y otro propone convertir a los escolares en porteros. Sólo un 12% de los republicanos de Mississipp