OPINIÓN de Vicenç Navarro Este artículo analiza los orígenes del déficit público del Estado español (tanto central como autonómico) que no se debe primordialmente al aumento del gasto público sino a la reducción de impuestos que tuvo lugar en tiempos de bonanza, durante la burbuja inmobiliaria, y que creó un déficit estructural que apareció en toda su intensidad cuando la burbuja inmobiliaria explotó. Los recortes de gasto público del gobierno Zapatero y ahora del gobierno Rajoy están dificultando enormemente la recuperación económica y la reducción del déficit. Una de las características que España comparte con los otros países intervenidos en la Eurozona (Grecia, Portugal e Irlanda) es la pobreza de su Estado. Los ingresos al Estado son de los más bajos de la UE-15, el grupo de países de la UE más próximos a España por su nivel de riqueza. Cuando la crisis empezó, representaban sólo el 34% del PIB (en Grecia el 37%, en Irlanda el 34% y en Portugal el 39%. Como comparación, en