OPINIÓN de Carola Chávez, Venezuela.- Durante estos últimos 16 años los hemos visto llenar primeras planas, nacionales e internacionales, con enormes titulares de prentendidas denuncias contra esta “dictadura castro chavista”, y todas, toditas ellas, lo que hacen es confirmar que esta dictadura no lo es. La imagen de los señores de la SIP, en plena Plaza Altamira de Caracas, rodeados de cámaras y micrófonos, denunciando, a voz es cuello y sin que nadie les tocara un pelo, que aquí en Venezuela no hay libertad de expresión, se ha convertido en un cliché del absurdo. Una y otra vez, los llamados “disidentes” o “perseguidos del políticos” han hecho su parte en ese circo mediático, como los de la SIP, haciendo declaraciones, dando ruedas de prensa, convocando libremente a marchas, marchando en un país donde, supuestamente, nadie se puede expresar. No les estoy contando nada nuevo. El problema de este circo es que el libreto se les agota sin dar resultados: el chavismo sigue gobernando con