Hace más de una semana desde que Ecuador fue sacudido por un terremoto de magnitud 7.8 en la escala de Richter y sus consecuencias no dejan de hacer temblar a la población. "Muchas familias duermen fuera de sus casas por miedo a nuevas réplicas y a lo largo de los caminos de las zonas más afectadas pueden verse refugios improvisados donde las comunidades que allí se alojan no saben cuánto tiempo más tendrán que esperar para dejar de vivir en condiciones precarias", reporta Médicos Sin Fronteras. Equipo de MSF llega a San José de Chamanga © Albert Masias/MSF